La película está basada en hechos reales, lo cual hace que tenga más enganche. Me ha parecido bastante bueno el mensaje que dan ciertas escenas desde las cuales se puede ver cómo los estafadores no lo tienen tan difícil para averiguar dónde vivimos, cuál es nuestro número de cuenta corriente, nuestras aficiones etc. Por ejemplo, cuando la protagonista está sacando dinero de un cajero automático y hay una persona aparentemente inofensiva husmeando detrás, o cuando rellenamos papeles burocráticos para hacer cualquier gestión y la facilidad con que pasan por diferentes manos o departamentos. Por lo demás, no es una película que destaque pero resulta pasable para poder verla.