Click here to copy URL
Macao Macao · Isbilya
The_End rating:
8
Thriller In a ruthless battle for power, several yakuza clans vie for the favor of their head family in the Japanese underworld. The rival bosses seek to rise through the ranks by scheming and making allegiances sworn over saké. Long-time yakuza Otomo has seen his kind go from elaborate body tattoos and severed fingertips to becoming important players on the stock market. Theirs is a never-ending struggle to end up on top, or at least survive, ... [+]
Language of the review:
  • es
May 2, 2011
14 of 18 users found this review helpful
Kitano ha vuelto, gritan muchos. Nunca se fue del todo, responden otros.

Y yo, tras las noticias de su celebrado regreso, fui personalmente a verlo. Kitano, ese viejo amigo que tras un largo viaje, parece por fin descansar en sus orígenes. Pero algo ha cambiado. Me acerco a él y lo encuentro, como decían en ese libro de aventuras de piratas, islas y tesoros, más viejo, más cansado, y algo más sabio. Y mucho más cruel. No, este no es el Kitano que nos dejo hace 10 años. Ni él, ni sus Yakuzas, son ya los mismos.

No hay rastro de romanticismo, no queda nada de esos Yakuzas que podían identificarse como samuráis urbanos con pistolas que siguen un código. El código ha muerto. ¡Viva la Yakuza! Ya no hay fidelidad, ni amistad, ni amor, ni una muerte triste y dulce a la orilla del mar. Kitano ha vuelto, el de siempre, más cambiado que nunca.

En un momento de la cinta queda explicado verbalmente por si alguien no se ha enterado de que va la cosa; la vieja Yakuza ha muerto. Todo ha cambiado. Todo es más negro, más cruel y sin atisbo de cierto romanticismo al que nos tiene habituados Kitano. Los viejos códigos ahora son una pura formalidad. Recuerda y mucho a Brother, la anterior cinta de Yakuzas del director hace diez años, pero es (incluso) mucho más negra que esta. Kitano ha dejado algo aparcado el humor que le caracterizaba, por mucho que sale con cuenta gotas en determinados momentos de la cinta.

Todos se matan sin pestañear, formando parte de un juego del que no son más que peones. Muerte, muerte, muerte y más muerte...una pura formalidad.

Ya es oficial. Kitano ha vuelto.
The_End
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow