Las paradojas espacio-temporales son de puta madre, porque valen igual para un roto que para un descosido. Con eso de que se rompen los moldes de la racionalidad, hay saltos de dimensión y no sé qué zarandajas, pues todo tiene cabida en un guión. Y vaya usted a decir que si es un galimatías, que si las tramas no tienen ni pies ni cabeza, que si los acontecimientos se contradicen o que todo es un caos. Eso es que es usted un zoquete que no se ha fijado más que en las tetas de Goenaga.

Habrá que releer a Hawking, Feigenbaum y Prigogine; y algo de Lacan o de Habermas, para ver si acabamos de volvernos gilipollas del todo. A mí la película me ha parecido un poco coñazo y otro poco tomadura de pelo. Además, me he enterado de que el tal Vigalondo poco menos que ha plagiado una peli americana. A poco, estará mejor que ésta. El bueno de Nacho es un horripilante intérprete y sobrevalorado director. Karra Elejalde, desde que hizo “Airbag”, no ha levantado cabeza. Qué lejos queda su notable interpretación en “La madre muerta”. Pero la Virgen sólo se aparece una vez, salvo en los mundos de Vigalondo: Héctor 1, Héctor 2, Héctor 3, no me engañan otra vez.