En primer lugar, le mantengo el 7 de la primera temporada. Aunque esta vez es un 7 bajo. Siguiendo patrones similares a los de la temporada anterior, consigue lo más importante: mantener al espectador pegado a la pantalla. Sin embargo, sigue teniendo errores. Cada vez más.

Lo bueno es que consigue ser igual de adictiva (o más) que la primera temporada. El personaje de Love (Victoria Pedretti) demuestra estar un paso por encima de nuestra querida Beck (Elizabeth Lail), ya que desde el principio muestra una actitud mucho más natural y convincente, haciendo que le cojas cariño nada más empezar.

Por otro lado, aparecen secundarios mucho más interesantes y mejor colocados en la trama que en la primera temporada, dando una sensación de más empaque y unidad a la historia que se cuenta. Si en la primera temporada algunas de estas subtramas quedaban reducidas a nada con el paso de los capítulos, se resolvían de forma prematura o tan sólo servían para mostrarnos una cualidad del personaje principal o dar alguna explicación innecesaria, en esta segunda temporada, todo lo que ocurre "detrás de bambalinas" está o puede estar potencialmente conectado a la trama principal. Tiene su punto negativo, el escéptico se preguntará que qué mala suerte tiene este chico, imán para los problemas, pero bueno es una serie.

En la parte negativa, pienso que hace aguas en los mismos aspectos que en la temporada pasada. A la hora de ofrecernos explicaciones, la serie flaquea. En ocasiones directamente no nos las ofrece y en otras, las que nos da son muy pobres o directamente imposibles.

Pese a que es serie adictiva (de ahí mi nota) que ha conseguido mantener el ritmo de la anterior temporada combinando las mismas fórmulas con otras nuevas, pienso que una tercera temporada utilizando el mismo formato, podría hacer que la serie comenzara a dar síntomas de agotamiento.