No hay boom entre las piernas de Victoria y Javier y por eso la peli no crece con suficiente riqueza ni vigor, resultando mucho mejores Carmelo Gómez y Juan Diego, de lejos.

Sin embargo, vale la pena, es arriesgada, tiene buena trama y está bien realizada, así que hay que verla y aplaudirla en su medida, sobre todo viniendo de un director muy hábil en algunas comedias que se lanza a profundizar en un drama acojonante en las calles de nuestra vida cotidiana.

Es cierto que podría haber ido más allá porque el tema en la crónica de sucesos no impresa tiene muchas historias de morbosidad muy grande e incluso de alta dosis de crueldad para satisfacer la sexopatía reinante, pero con lo que hay la historia resulta atractiva y, además, con un final realmente sorprendente.