El documental que nos ocupa expone cómo el ser humano es capaz de degradarse por sobrevivir, hasta el punto que, a través de una gran cantidad de conceptos Jorge Furtado nos adentra en lo que es una injusticia en toda regla, que haya personas, con pulgar oponible y con el teleéncefalo altamente desarrollado que para poder alimentarse tengan que recoger productos del suelo que han pasado por una serie de sitios altamente "chungos", como basura etc. En este caso, no se emplea en esta sátira contra la injusticia de la sociedad unas actuaciones memorables, guión para recordar o una historia encantadora argumentalmente hablando, sino que se trata de un documental que simplemente nos narra como es la lucha por la supervivencia, que pone los pelos de punta y que enturbia, de alguna manera, o debería hasta cierto punto de hacerlo, en cierto sentido, la felicidad del hombre con un nivel económico más alto -el proceso que por el que pasa el tomate- es sinceramente, una demostración de cómo nuestra sociedad -clase media- (teóricamente) está estrechamente "ligada" aunque no lo parezca al Tercer mundo. Furtado, a través de una narración llena de conceptos, maravilla al espectador el cual se distrae facilmente con la voz en off alocada y rápida, con acento brasileño y donde se relacionan algunos de esos conceptos con otros que podrían a priori ser básicos pero explicados de forma fenomenal en el cortometraje, de manera que el espectador aprende a tener una mejor concepción de diferentes términos. Definitivamente, es un corto con pulgar oponible bien empleado, con teleéncefalo altamente desarrollado y sobretodo con un gran humanidad. El final cuando nos habla de que es la libertad para el hombre es simplemente, sobrecogedor.