"Two lovers" es un drama romántico inspirado en la novela de Dostoievski "Noches Blancas", adaptada al cine por Luchino Visconti en 1957, y en cierto sentido es una actualización de la novela ya que en la actualidad existen términos psicológicos para describir los males de los personajes del escritor ruso: trastorno bipolar, maníaco depresivos, esquizofrénicos...

James Gray sitúa la historia en el Brighton Beach de Brooklyn, en el seno de una familia judía practicante que mantiene sus tradiciones religiosas y familiares al pie de la letra y en la que vive el único hijo (excelente Joaquin Phoenix) que padece un trastorno emocional. Y lo hace en clave de cuento moral, entre la comedia romántica y el drama psicológico, situando a su protagonista en el filo de la navaja, entre el dilema de tener que escoger entre la vida familiar, tradicional y estable que desean sus padres y que le ofrece una chica sencilla y hogareña, y la atracción que le produce su nueva vecina, una figura diametralmente opuesta (convincente Gwyneth Paltrow).

"Two Lovers" no es para nada un convencional drama romántico, todo lo contrario, nos habla de la soledad, la búsqueda de la felicidad y del amor absoluto, la familia como último refugio, la melancolía, la ocultación de los sentimientos..., y lo hace en un tono intimista que por momentos deriva hacia el más puro romanticismo y por otros hacia el sentido trágico del amor y de la vida.

Se pueden ver en el film claras influencias de Alfred Hitchcok, concretamente de "La ventana indiscreta" en las secuencias en las que el protagonista contempla desde la ventana a su vecina, y de "Vértigo" en esa atracción por la rubia y espectral Michelle.

James Gray hace un maravillosa composición del personaje de Leonard, a la que contribuye un excelente interpretación de Joaquin Phoenix, sobre el que gravita toda la historia. Leonard es un tipo con trastornos emocionales, depresivo y profundamente melancólico, con lo que esto implica en una sociedad que no acepta estas pautas de comportamiento y que supone sin duda el mayor logro de este intimista film. Sin embargo, en mi opinión, Gray falla por completo en la resolución final y en eso radica el mayor fallo de esta por otro lado estimulante película.