Lo primero que tengo que avisar, es que es una película de género fantástico, no perdáis el tiempo buscando enseñanzas esotéricas sobre el más allá, el mundo de los médiums, o los fantasmas porque no es la idea. Se trata de contar una historia entretenida, apta para todos los públicos, con algunos momentos de tensión, y unos efectos especiales espectaculares.

La primera media hora no me ha gustado, ya sé que el rollo de la cotidianidad y la familia unida es necesario para que nos metamos en la película y cojamos cariño a la niñita, pero es que oiga es un tostón. De hecho, es uno de los pocos peros que le encuentro Spilberg como director, que a veces es un poco lento para mi gusto (y encima el muy capullo, lo hace a propósito ;P ).

El final... tampoco, para mí la película tenía que haber acabado justo a la hora y media de rodaje. Creo que en vez de dar un giro estilo Indiana Jones, debería haber seguido más en la línea ortodoxa de "Encuentros en la tercera fase", porque para mí se machaca su credibilidad, aunque admito que esto es cuestión de gustos.

Pero los 50 minutos que hay justo en medio... son pura magia, 100% made in Spielberg. No paran de suceder cosas cada vez más extrañas y sorprendentes, que además de maravillarnos casi parecen hasta lógicas. He disfrutado de lo lindo con los efectos especiales, y he recordado porque de pequeño no tuve narices para acabar de verla.

Como dato anecdótico añado que Spielberg se vio obligado a recurrir a Tobe Hooper, a causa de la normativa Director´s Guild of America que prohíbe a los directores trabajar en más de una película a la vez (el ya estaba rodando E.T.). Pero según se dice siempre estaba en la filmación y aunque algunos miembros del equipo como el actor principal Craig T. Nelson, dicen que Hopper dirigió todas las escenas, otros, como Jerry Goldsmith, autor de la banda sonora, dicen que fue Spielberg quien dirigió la película realmente. Yo al menos el principio creo que es cosa de Spielberg sin duda.