Las comparaciones son odiosas. Si la peli de 1982 originó el cine de espada y brujería, creó una moda, lanzó la carrera de Arnold (me niego a intentar escribir su apellido) y era una buena película, ¿por qué se empeñan en hacer un remake?
En este caso era totalmente innecesario. Sin embargo, al igual que ocurre con la saga Bond, Terminator o algunos super-héroes, siempre queda lugar a que nos hagan otra nueva parte cambiando los actores. Entonces ¡¡no la llaméis "Conan el bárbaro" 2011!! Tenían que haberle puesto "Conan el---lo que sea" y ya está. O incluso cambiarle el nombre al personaje, cambiar algunos detalles y venderlo como una historia nueva, también habría quedado bien
Hacer un remake de una película mítica es la clave de que esta película no esté gustando.

Y es que si analizamos la película olvidando que es un supuesto remake, en realidad no es tan mala. Hay muchísima acción y poco diálogo (que a veces apetece ver algo así y no hay muchas pelis de este estilo), una puesta en escena decente, buenos efectos especiales, estética violenta sin concesiones con escenas muy bestias, aventura, etcétera....
Además, no es una copia calcada (como Quarantine/Rec Vanilla sky/Abre los ojos o La profecía), sino que quitando un par de detalles, la historia y su desarrollo no tienen nada que ver con la peli antigua.

En resumen, una peli aceptable si nos olvidamos que es un remake.
Una peli muy mala si tratamos de compararla con la otra.