La bellísima protagonista de “Salvajes” está para comérsela, así que no me extraña que este escualo se la quiera zampar sin pan y sin permiso.
Bromas aparte, Collet-Serra se maneja en el thriller como tiburón en el agua, y ofrece uno de los mejores títulos del subgénero iniciado por Spielberg tantos años atrás.
Eso en cuanto a películas de tiburones, porque en lo que respecta a cine de suspense también sabe jugar muy bien sus cartas. Y nuevamente se me ocurre la comparación con otro mítico título del amigo Steven. Si en “El diablo sobre ruedas” teníamos un enfrentamiento del bien contra el mal en un entorno desierto y hostil con muy pocos elementos, en cierto modo “Infierno azul” es parecida. Es de esas de suspense de planteamiento tremendamente sencillo (otro ejemplo podría ser “Enterrado”), pero que luego sabe dar muchísimo juego, gracias al director, que con mucha astucia imprime un ritmo muy bueno a la historia gracias a unas secuencias muy emocionantes.
La fotografía y realización son destacables (especialmente bien hechas están las tomas de surf), y consiguen que nos sintamos como si estuviéramos junto a la protagonista, ahí en el agua sufriendo este tormento.
Como curiosidad, podemos ver a Óscar Jaenada haciendo de mejicano. Este actor podría ser considerado como el Johnny Depp español, por su capacidad de transformación.
Aunque en mi opinión el tráiler desvela más de lo necesario, la película no es demasiado previsible, y de hecho consigue sorprender gratamente en ciertos momentos.
Por todo ello, es un thriller efectista muy satisfactorio.
De hecho, a falta de ver dos o tres estrenos supuestamente importantes en el verano de 2016, lo cierto es que hasta ahora es la que más me ha gustado, y eso que no es de superhéroes, ni “remake”, ni secuela ni “reboot”. ¡Bien por nuestro paisano!