Había expectación por ver qué haría Shyamalan tras el rotundo éxito de "El sexto sentido". Esta historia poco o nada tiene que ver con aquella, salvo la presencia de Bruce Willis.
Decir que es un poco rara se queda corto. No es que sea surrealista ni que no se entienda, sino que la forma en la que se desarrolla el argumento es extraña. Cuenta cómo un tipo normal descubre que tiene poderes extraordinarios, pero de una forma muy peculiar, al estilo Shyamalan.
No hay prácticamente acción. No tiene efectos especiales vistosos. La explicación de los poderes es casi nula y poco satisfactoria. Y todo ello con los diálogos y escenas lentos hasta la exasperación. Si Tarantino maneja como él solo el tiempo de las conversaciones, la lentitud en Shyamalan llega a ser exasperante en este caso en algunas ocasiones (escena de las pesas, prólogo en el tren). Con todo, se nota que sabe dirigir muy bien por cómo maneja la cámara y cómo sabe expresar cosas con solo unos fotogramas.
Mejor que Bruce Willis está Samuel L. Jackson en su extrañísimo personaje, que transmite claramente que para los estadounidenses los cómics no son algo para niños solamente.
El argumento, como digo es extraño, pero consigue interesar por ver cómo va a terminar, esperando el impacto marca de la casa. De hecho, va de menos a más.
Y para terminar, decir que no es demasiado apta para revisionarla. Cada vez que la veo me va pareciendo más pesada, aunque siempre sea la misma.