Vi esta película en un IMAX (no 3D porque aún no existía) y aluciné.

Aluciné de que Dreamworks hiciera una película de animación cuyos gags me hicieran reír de principio a fin (casi todos sus demás intentos son, como mínimo, irregulares).

Aluciné de que me resultara visualmente más atractiva que ninguna otra película de animación CGI hasta ese momento, con unos colores maravillosos, unos decorados estilizados y un diseño de personajes cartoon y expresivos (véase la mueca que hace Po cuando le pinchan en un nervio).

Aluciné de que me cayera tan bien un personaje doblado en versión original por Jack Black y en castellano por Florentino Fernández.

Aluciné de que, con una historia tan típica, se pudiera llevar a cabo un largometraje tan resultón, entretenido y gracioso, que pareciera una mezcla entre un largometraje de Disney y uno de los Looney Tunes.

Aluciné de que una película con un trailer tan malo fuera, en definitiva, tan buena.

¿Es la mejor película que pudieron hacer? Quizá no. La escena inicial, realizada en animación tradicional, no sólo es más vistosa que buena parte de la película, sino que también promete más aventuras que la película posterior, cuyo esquema se basa más en la tradicional historia del antihéroe que descubre sus cualidades y se convierte en héroe.

Por eso, la historia aún podría dar de sí en una saga como la que se pretende hacer, ya que en Dreamworks -y cada vez más en Pixar-no saben hacer películas sin sus correspondientes secuelas, especialmente si son un éxito.

También puede que lo fastidien todo en las continuaciones ya que será difícil que consigan algo tan redondo, dentro de sus pretensiones, como esta primera parte.

A destacar:

-El personaje del maestro Shifu, que pese a ser el típico Maestro Miyagi/Yoda, resulta muy simpático en su personalidad y diseño

(lo demás en SPOILER)