No es fácil plasmar en poco menos de dos horas los hechos acontecidos durante más de tres décadas, como tampoco es fácil explicar una situación tan compleja y con tantos actores globales como es la crisis financiera. Pero Charles Ferguson, el director del documental ‘Inside Job’ lo consigue. Y tiene mayor mérito cuando te involucra en la historia. Pasas de ser un mero aprendiz, sobre qué significa cada cosa y cómo se divide el mundo financiero, a indignarte con los responsables y las explicaciones que dan.

Ahí está el mérito de este documental. Si bien hace una labor didáctica, donde más sobresale es en su aspecto formal. El lenguaje utilizado, lejos de resultar engorroso con los diferentes términos económicos, pasa a ser cotidiano gracias a las explicaciones que se le otorga al espectador. Si esto pareciera escaso, se acompaña con una multitud de entrevistas con personas reconocidas e involucradas en la economía mundial. Además, el entrevistador, lejos de unirse a la película de forma física, deja que hablen los protagonistas. El tono que otorga a cada entrevista, el cómo busca las cosquillas a sus entrevistados y, en ocasiones, la fina ironía que acompaña a cada pregunta, hace que nos pongamos en su lugar. También merece destacar la división en capítulos, para que el espectador se haga una idea más precisa de los diferentes escenarios que pasa esta crisis.

El documental nos lleva a interiorizar la crisis y hacernos ciertas preguntas al buscar culpables. ¿Es por culpa de la ética de las personas ligadas con la economía? ¿Ha sido por cuestiones políticas, por la falta de regulación? ¿La culpa es de un sistema corrupto? Posiblemente, la respuesta a la crisis sea la mezcla de todas estas preguntas. Precisamente aquí es donde se aprecia la mayor laguna al documental. Es cierto que ayuda a divulgar conocimientos de forma amena y casi coloquial, pero este entramado económico no puede resumirse en una sola causa, lo que puede llegar a confundir al espectador, que ya no sabe a quién culpar al aparecer continuamente un aspecto totalmente desconocido anteriormente. Desregulación, privatización, especulación, productos derivados, drogas y prostitución, hipotecas subprime, falta de ética, conflicto de intereses, corrupción… Son solo algunas de las pinceladas que van apareciendo de forma paulatina. (Sigue en spoiler)