V de Vendetta es una película basada en la novela gráfica homónima de Alan Moore y David Lloyd, que narra la lucha de un misterioso enmascarado llamado V contra un régimen totalitario que oprime a la población británica en un futuro cercano. Está dirigida por James McTeigue y escrita por las hermanas Wachowski, quienes logran adaptar con fidelidad y creatividad el cómic original, respetando su esencia y su mensaje.

Destaca por su potente puesta en escena, que combina escenas de acción espectaculares con momentos de reflexión y diálogo. La fotografía, el diseño de producción y la música contribuyen a crear una atmósfera oscura y opresiva, pero también llena de esperanza y belleza. La interpretación de los actores es sobresaliente, especialmente la de Natalie Portman como Evey Hammond, una joven que se ve involucrada en los planes de V y que experimenta una profunda transformación a lo largo de la historia. Hugo Weaving da vida a V con su voz y sus gestos, logrando transmitir su carisma, su inteligencia y su humanidad a pesar de ocultar su rostro tras una máscara de Guy Fawkes.

Es también una invitación a la confrontación de ideas y a la crítica social, ya que plantea temas como la libertad, la justicia, la identidad, el poder, el miedo, el arte, el amor y la venganza. No se limita a mostrar un maniqueísmo simplista entre el bien y el mal, sino que explora las motivaciones y las contradicciones de los personajes, tanto de los rebeldes como de los opresores. No pretende dar respuestas fáciles ni dogmáticas, sino provocar el debate y la reflexión en el espectador.

V de Vendetta es valiente y envolvente, que se atreve a cuestionar el status quo y a defender la rebelión como un acto legítimo ante la tiranía. Es una película que celebra el espíritu humano y su capacidad para resistir y cambiar el mundo. Es una película que merece ser vista y recordada.