¿Pero esto qué es?

Una mamarrachada. Eso es lo que es.

Reconozco mis fallos. Fui a verla -porque me insistió un amigo- sin haber visto "Ant-Man" ni casi nada de Marvel y, además, no soy muy de películas de superhéroes pero, caramba, debe haber unos mínimos. Y "Ant-Man y la Avispa" no hay por donde cogerla.

Sus fans -que para mi sorpresa no son pocos- la defienden argumentando que es una película de comedia. No. No nos confundamos. Esto es un sin sentido absoluto en el que hay personajes que no sirven para nada más que para decir chorrada tras chorrada. Y mejor no hablemos del desarrollo del largometraje. Mejor no hablemos...

¿Rudd, Peña, Harris y Dastmalchian no pueden decir una frase medianamente decente en toda la película?
¿Alguien me explica el motivo de la aparición del -hortera- Sonny Burch?
¿Es tan difícil crear un villano que sea malo y poderoso de verdad?

Evangeline Lilly, de la que no esperaba nada, está más que correcta. Douglas y Fishburne demuestran que son actores -pero actores de verdad- en cada escena. Y se agradece. Aunque no entiendo como se prestan a semejante espectáculo.

Y entonces llega ella, Michelle Pfeiffer, y casi salva la película. Digo casi porque no puedo aprobarla, pero 3 de los 4 puntos de mi nota son por ella. La reina absoluta a pesar de estar desaprovechada hasta límites denunciables. Otro gallo hubiera cantado si hubiese sido la protagonista...

Y esto es todo amigos.