Si te gusto Tropa de Elite 1 por la escenas de acción, por la justificación de la violencia policial, tienes que saber que la numero dos no va precisamente por ahí. Por supuesto hay acción, y de la buena, pero el mensaje político pasa por delante. En La primera tropa de elite hay momentos de humor muy buenos y aquí el ambiente se puso mucho más denso.
Personalmente siempre me ha gustado en el cine brasilero cuando en momentos terribles surge un elemento cómico. Para citar la tropa de elite uno, es muy divertido de ver que un policía se roba la coima de sus jefes para comprar repuestos para el taller de autos. Además hay situaciones inverosímiles por ejemplo ¿cómo prisioneros en una prisión supuestamente de alta seguridad puedan actuar de esa manera? Y ¿Cómo Matías puede pasar por alto órdenes directas de su jefe de esa manera? ¿No es el un miembro seleccionado de una tropa precisamente de elite? En la tropa de elite número uno se hacía hincapié en el hecho que el realizador se había asesorado con ex miembro del BOPE para dar más autenticidad a las escenas de acción, al espiritu de la tropa. Se nota que aquí no es el caso.
Es inevitable comparar las dos películas y si vas a ver la segunda es que la primera te gusto. La segunda es buena, pero cambia el rollo y para no sentirse defraudado tienes que dar algo muy bueno a cambio. Y aquí es bueno pero no muy bueno. Además José Padilha había puesto el listón muy alto con sus primeros trabajos entonces es inevitable de tener las expectativas altas.
Ojo cumple, no con creces, pero cumple.