Si en la primera entrega de la serie Saldanha nos ofrecía su "homenaje" a un Río de Janeiro de postal turística a través de las andanzas de unos guacamayos azules, ahora el director -con más medios pero con poco más que contar- nos sumerge en un "paraíso amazónico" que poco tiene que ver con la realidad de la Amazonía pero que queda la mar de chulo en la pantalla. Y en ese "marco incomparable" viven sus infantilonas aventuras Blu, Perla y compañía para solaz de los más pequeños de la casa, que sin duda se quedarán encantados con las coloridas y musicales aventuras de la tropa de guacamayos azules y rojos y disfrutarán de una trama muy simple en la que los malos son muy malos (y muy tontos) y los buenos son muy buenos y ecologistas. Los padres podrán aprovechar para descabezar un sueñecito y/o disfrutar de los estupendos y multicolores paisajes que ofrece la película.

Y poco más que decir. Un muy buen trabajo de animación para una historia sencilla (demasiado) y familiar. En mi opinión le sobran un par de números musicales, pero por lo menos la película no se hace demasiado larga.