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Spain Spain · santiago de compostela
berenice rating:
6
Adventure. Romance. Drama Architect Harald Berger (Paul Hubschmid) travels to far off Eschnapur, there to build schools and hospitals for Chandra (Walter Reyer), the district's all-powerful Maharaja. Along the way he falls in love with a temple dancer, Seetha (Debra Paget), not knowing that Chandra has asked her to Eschnapur with the intention of making her his new Maharani. But Seetha and Berger become pawns in a plan by Chandra's brother Prince Ramigani (Rene ... [+]
Language of the review:
  • es
March 4, 2013
17 of 25 users found this review helpful
¿De verdad permitió Brahma que los adolescentes españoles disfrutaran este hallazgo a principios de los años sesenta? No es posible, supongo que la dictadura y su férrea censura impidieron ver contonearse por estos pagos a la diosa Debra. Y, en caso de haber pasado la censura, no quiero ni imaginar cuántas caerían en honor de la Pajet, digo la Paget.

Aparte de lo de esta chica, (que me ha dicho un amigo erotómano que aún es más escandaloso en "La tumba india"), nos encontramos con una perfecta chorrada a todo color, ora mágica, ora tontorrona, (según te pille el día), que al venir firmada por Lang no ha tardado en encotrar exaltados exégetas que nos venden el oro y el moro de la obra maestra. Pero es mucho más bonito verla como realmente es, una baratija de buena imitación, de imágenes tan deslumbrantes como kitsch, con un galán ridículo, un sumo sacerdote cómico y un marajá empalmado bajo una estatua de una diosa de cartón piedra que Spielberg transformó en otra un poco más siniestra pero también de cartón piedra. Las relaciones que se establecen entre todos estos tipos están hechas de puro astracán, y sólo interesan los ambientes por donde se mueven, incluidos unos subterráneos-leprosería tan iluminados que parecen la playa de Benidorm.

Delicias orientales de tocador, tan bonitas como inofensivas, un pelín plomizas. Aromas que intuimos apetecibles, pero que se esfuman antes de inundarnos la pituitaria. Selvas y palacios reales convertidos en puro delirio camp...

De todas maneras,... ¡qué bonito y exótico era el mundo antes de hacernos mayores!
berenice
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