Es imposible siquiera rescatar el mensaje de esta película, porque la falta de comunicación que manejan no se arregla con cinco citas y una fiesta. Estoy segura de que caerían en el mismo bucle, y su matrimonio se tornaría todavía más intolerable. Podría dar gusto a originalidad si no hubieran terminado juntos, pero ni siquiera se la jugó a eso.
Las transiciones le quitan seriedad, y desencajan aun más después de enterarse que Jennie no está de acuerdo con los puntos del programa. Los planos son molestos y más de una de una ves descolocan al espectador. ¿El soundtrack? Inexistente.
Reafirmo, no se la recomendaría ni a mi peor enemigo.