Francamente curiosa y muy divertida película italiana de ciencia ficción, que en tono de hilarante comedia aborda acontecimientos socio-políticos del Siglo XX y anteriores, que se convierten, burla burlando, en una denuncia social de la explotación de los trabajadores, de cómo los más ricos y poderosos subyugan a las capas sociales más bajas, a los que someten constantemente pero sin los cuales no pueden subsistir.
De clara orientación marxista, como dice la crítica especializada, no obstante sus mayores virtudes residen, además de lo ya apuntado, en el humor empleado para narrar esta historia. Y lo hace de forma divertidísima, cachonda, irreverente, mal hablada a veces, y siempre con la genial interpretación de Renato Salvatori por delante.
Escenas como la primera vez que anda el protagonista, filmada a la manera de un dibujo animado, o cuando dice su primera palabra, son descacharrantes, aunque se lleva la palma la larga escena cuando comienza a devorar cuanto libro tiene en sus manos, para conseguir descifrar cómo es el mundo donde está (La Tierra) y sus "prehistóricos" e indescifrables habitantes, a los que pretenden someter, tal y como han realizado con el resto de planetas. Esta escena, la de los libros, es sencillamente hilarante, plena de imaginación y de franco descojono. Permítaseme el palabro.
En definitiva, que gracias a un excelente guión del propio realizador, y de la soberbia fotografía en blanco y negro de Carlo di Palma y la estupenda banda sonora de Piero Umiliani, este film me ha significado una agradabilísima sorpresa y por tanto la recomiendo.
El final espléndido, redondo, ¿anticipativo?

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