Dice Kate Hudson que a ella no le gustan la comedias románticas y que no corre, precisamente, a verlas. Pero resulta que lo que esta actriz nos trae una y otra vez es precisamente ésto, una comedia romántica. A mí no me causa ningún problema, la verdad, yo reconozco que me gusta este género cinematográfico, cada vez las veo más, y que sé lo que me voy a encontrar cuando me siento a ver una película de este tipo. Pero lo que sí que no me gusta tanto es a Kate Hudson interpretando. A veces, la hija de la actriz Goldie Hawn, se lleva el papel de la dulce chica que todo lo hace bien y acaba triunfando en el amor llevándose al príncipe azul. Otras veces, la rubia se hace cargo del personaje egoísta y superficial de la película, y ése es precisamente el que le ha tocado en esta ocasión. La película está bien, entretenida, no es de las peores comedias románticas que se han estrenado últimamente y parece que va a tener una segunda parte próximamente. Aquí, el papel de la chica dulce y buena le pertenece a Ginnifer Goodwin, parlanchina actriz a la que conocí en la película "¿Qué les pasa a los hombres?". Ella está correcta como esa chica sencilla siempre a la sombra de su mejor amiga, la rubia Kate Hudson. Y los chicos de la película son los encantadores John Krasinski y Colin Egglesfield. El primero, marido de la actriz Emily Blunt, es un buen actor algo quizás encasillado en papeles de chico sensible y amable, y el segundo un guapo desconocido que no lo hace mal como chico deseado y al que habrá que seguirle la pista. No es la mejor película del año pero, sin duda, no está tan mal, para los amantes de este tipo de cine se puede recomendar.