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Antonio Morales rating:
5
Romance In this romantic comedy, three American roommates working in Italy wish for the man of their dreams after throwing coins into Rome's magnificent Trevi Fountain. A secretary at a government agency sets out to win the heart of her employer, a smooth-talking novelist, while her co-worker defies office regulations by romancing an Italian who works at the agency. Finally, office newcomer Maria meets a real Italian Prince Charming and falls ... [+]
Language of the review:
  • es
February 22, 2015
4 of 4 users found this review helpful
Jean Negulesco fue un director que contribuyó a popularizar el formato Cinemascope tras su adopción por la Fox, productora a la que el cineasta estaba unido por contrato. Es posible que quienes le conozcan sólo por los films que realizó a partir de 1953 no tengan una buena opinión de él. Pero antes de esta fecha Negulesco había dirigido una veintena de películas más o menos logradas e interesantes, siempre diferentes a las posteriores. “Three coins in the Fountain” (Tres monedas en la fuente), me parece más acertado y fiel que el título cursi en español, naturalmente hace alusión a la “Fontana de Trevi” que todos los turistas van a visitar y a lanzar las monedas, según la tradición para encontrar el amor.

Negulesco fue un hombre influido por la pintura que siempre supo sacar partido al color y a los encuadres. Una película romántica, de amor en color rosa, sin pretensiones y un tanto simpática, que narra tres historias de amor que van entrelazadas y que sirven de pretexto para mostrarnos la belleza de Roma. El argumento es muy maniqueo y sin consistencia, las mujeres son mostradas como inteligentes y calculadoras y los hombres, bastante primarios, tontos e ingenuos, vamos presa fácil, pues tampoco importa mucho, todo sea por el amor no les parece.

Una visón bastante tópica y típica al estilo de Hollywood, la magnífica fotografía de Milton Krasner y la canción “Three coins in the Fountain” que hizo famosa Frank Sinatra, sirve como “leit motiv” al film, que forma parte de la historia del cine, ambas premiadas con sendos Oscars. El film inauguró el subgénero de la comedia rosa viajera tan practicada por la Fox durante los primeros años del Cinemascope. Woody Allen ha recogido el testigo últimamente, rodando postales turísticas con un poco de humor en Londres, Barcelona, Paris y Roma. Pues es una forma agradable de recordar nuestras visitas turísticas. Y el que no las haya visitado, tiene ocasión de apuntarse.
Antonio Morales
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