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Vivoleyendo rating:
7
Drama Antonius Block (Max Von Sydow), a knight, returns from a 10-year crusade with his squire, Jöns (Gunnar Björnstrand), to find his homeland ravaged by the plague. When the black-cloaked figure of Death (Bengt Ekerot) appears to claim them, Block, whose war experiences have left him cynical about the existence of God and the afterlife, challenges Death to a game of chess to stall for time and gain some insight into the meaning of life ... [+]
Language of the review:
  • es
May 5, 2008
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En el siglo XIV, se abatió una era de gran oscuridad y temor sobre Europa, adoptando la forma de la Peste Negra. La gente creía en el castigo divino y estaban convencidos de que Dios les enviaba aquella terrible pandemia para hacerles purgar por los pecados de la Humanidad.
Ante tan deprimente y aterrador panorama, los pobres infelices se entregaban a las garras del oscurantismo más delirante, y muchos practicaban los autosacrificios a través de torturas físicas y psíquicas que se infligían a sí mismos, mientras la gran mayoría se encomendaba a la guía espiritual de los sacerdotes y el clero, quienes les aseguraban la vida eterna en el cielo a cambio de una vida terrenal marcada por el sufrimiento y la privación. Con la promesa de la recompensa eterna, a muchos tal vez se les hacía más llevadera la cruda realidad de la muerte que veían desfilar ante ellos sin tregua en la atroz agonía que suponía morir de peste bubónica.
Pero lo que Bergman plantea ante todo es la disyuntiva de quienes estaban invadidos por las dudas que resquebrajaban de raíz todo el entramado de la fe y, por lo tanto, la idea de la muerte, de caminar hacia una nada absoluta, se hacía intolerable.
La muerte y los fundamentos de la fe, algunas de las grandes incógnitas de la Humanidad, son abordados por Bergman impecablemente mediante una alegoría en la que una partida de ajedrez prorrogará el momento en que un hombre sembrado de dudas será conducido hacia el camino sin retorno. La muerte, sabia jugadora que jamás pierde, concede al hombre su prórroga mientras éste trata de ganar tiempo para poner en paz su alma revuelta.
Porque una hora más de vida, es vida después de todo.
La muerte aguarda. Está más allá del tiempo y del espacio. Y no es paciencia lo que le falta.
Porque sabe que es el único depredador al que nunca se le escapa una presa.
Porque es el único jugador que siempre vence.
Una vez más, Bergman agita los rescoldos en los que arden los mayores interrogantes sin respuesta, mientras dibuja con mano de artista un retrato, a veces descarnado y trágico, a veces dulce y melancólico, a veces cómico, y siempre reflexivo y filosófico, de las costumbres, creencias y mezquindades humanas.
Soberbios personajes nítidamente trazados. Uno representa la duda y la búsqueda de la paz espiritual (el caballero), otro el escepticismo burlón (el escudero), otros la lúgubre voz de la conciencia (los sacerdotes y los flagelantes), otros la alegría de vivir y la inocencia (la familia de comediantes), otros los vicios y las tentaciones (los campesinos)... Todos formando un tapiz perfectamente definido en el que el mundo gira a pesar de todas las tragedias y luchas de la conciencia, en torno a esa partida en la que el mérito no está en una victoria imposible, sino en presentar batalla hasta el final y disfrutar de la partida y del tiempo que queda, encontrando la difícil calma interior para abandonar este mundo extraño con el mentón alzado.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Vivoleyendo
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