Sí, ese al que nuestra Pataky le ha echado bien el guante. Desde luego el niño no es lo que se dice esmirriao. Su apellido me sonaba, y me enteré de que es hermano de Liam Hemsworth, el chico alto de ojos azules que sale en "Los Juegos del Hambre". Tienen un aire, sí.
En cuanto a la adaptación del cómic a la pantalla, no tengo la menor idea de si es muy fiel al original o no, pues como ya he comentado alguna vez, nunca he sido muy aficionada a los cómics de superhéroes, y no recuerdo haber leído nada de Marvel, a menos que me falle la memoria.
Lo que sí es verdad es que a Kenneth Branagh no se le ve por ningún sitio, igual hubiera dado que hubieran escogido a cualquier otro, porque desde luego que esto no es cine de autor, sólo una convencional producción como tantas, en la que mitología nórdica y siglo XXI son vecinos, Thor, el hijo del mítico Odín, es desterrado de Asgard por su padre como escarmiento, y el chico se viene a dar una vueltecita por la Tierra, conoce a una guapa científica que precisamente está obsesionada con que hay otros mundos que se comunican entre sí y con la Tierra (hay que ver lo que estira el cine el cálculo de probabilidades, si hay una entre millones, esa única probabilidad ocurrirá, como si los protas participaran en una lotería donde jugaran con un número, que sería uno entre cien millones, y les tocara), y en un pispás viste vaqueros y camiseta como si se hubiera criado en Kansas (y menuda ropa que se gastaba en Asgard), hace nuevos amigos, se echa encima a todo el FBI, aprende a volverse humilde entre los humanos y mientras tanto su hermano la lía parda, su padre enferma, sus amigos están como locos buscándolo, y hay más viajes interplanetarios (y sin naves espaciales) que en Star Wars.
Entretenidilla, para echar un ratillo.
Y nada, que como tengamos que esperar, como la Portman, a que venga del quinto pino (¿o del quinto planeta?) un tío muy cachas que si soplara en la Antártida le agitaría el flequillo a un esquimal de Groenlandia, las vacas no sólo pueden volar, sino que tendrían tiempo de montarse su propia aerolínea.