Spiderman se resetea... tras la trilogía creada por Sam Raimi, el hombre araña regresa a las pantallas bajo una nueva dirección, nuevo chico araña aunque la misma trama pero con matices. Aunque algunas secuencias nos crean una incómoda sensación de ya haberlo visto, la película es fresca pese a sus dos horas de duración, el nuevo Peter Parker es mucho más cómico y humano que el anterior, su amor en esta entrega no es Mary Jane e incluso el traje muestra cambios. La historia, pese a ser la misma, plantea nuevos horizontes y, en ocasiones, hace la función de precuela, dando a conocer mejor el origen del superheroe. La película hace que conectemos con él, empaticemos con el personaje que con acierto encarna el joven actor, Andrew Garfield. A destacar las escenas de acción, el heroe trepando por los edificios con vistas más vertiginosas y la posibilidad de verla en 3D, lo cual aumenta más la experiencia de vista en primera persona que tienen dichas secuencias.