Phil (Justin Kirk) y Sandy Mason (Garner) se mudan a este paisaje idílico con sus dos hijos mellizos, Medina (Monroe) y Jim (Fern). Pero desde el minuto uno, con la voz en off de Medina relatándonos cómo es su vida, nos damos cuenta de que Sandy no quería mudarse, que intenta ser feliz, intenta integrarse en el lugar, pero está incómoda, como si la hubieran alejado de su zona de confort. Por el contrario, Phil está en su salsa. Es un médico de éxito; es sociable; hace amigos y le encanta relacionarse y conocer nuevas personas. Los mellizos son parecidos a los padres. Jim se relaciona bien (incluso tiene novia), como un camaleón; Medina siempre está sola, sólo le apetece estar con su hermano, del que dice, en muchas ocasiones, que nunca se separará, pase lo que pase.

Los hermanos empiezan a hacer surf. Les encanta el mar. Es su momento. Pero a su alrededor, todo se está desmoronando. Sus padres discuten a diario y Phil casi no aparece por casa. Sandy se da cuenta de que su marido vuelve a tener una aventura. Su débil estabilidad emocional se desmorona completamente. Vuelve a tomar un montón de medicación que le receta su marido, pero cada día se siente más triste y está al borde de la psicosis. Mientras, Phil, se va diluyendo poco a poco. Desaparece de la vida de su familia, para prácticamente formar una nueva con Ava (Silverstone). Sandy, al ver que Phil se marcha de casa, hace de su hijo su marido (o casi) y le pide desde dormir con ella, hasta estar pendiente de su persona las veinticuatro horas del día. De pronto es Jim el que está atrapado en el laberinto de su madre. Empieza tomando medicación suya a escondidas, mezclada con alcohol, para luego hacerse amigo de los drogatas de Palos Verdes. Cocaína, Oxicodona y demás drogas vuelan por el torrente sanguíneo de Jim, impidiendo que ni su hermana pueda hacer nada. Cada día está más irascible, más triste. Pasa horas durmiendo y cuando se despierta tiene que drogarse para apoyar a su madre. Mientras, Medina, acostumbrada a ser el bicho raro y ante la imposibilidad de ayudar de ninguna forma, termina liada con el hijo de Ava, de su misma edad. Phil sigue casi desaparecido, sobre todo para Jim.

El desenlace es desgarrador.

La película no tiene críticas y apenas puntuaciones, lo que es curioso, pues se trata de un buen largometraje. Todo te engancha desde el minuto uno. El paisaje, la música y unas actuaciones sólidas por parte de todos. Muy recomendable.