Kurtzman, que en sus inicios trabajó, entre otros, con el gran Craven en el equipo de maquillaje y con muchos más directores de terror posteriormente, se embarca en una historia, cómo no, bastante clásica del género Slasher. Un grupo de universitarios que se dirigen al rancho de uno de ellos para pasarlo bien, emborracharse, tener sexo y buscar tesoros, pero que las van a pasar canutas según avanza el fin de semana. No es original, pero...¿Estas películas tienen algún secreto ?, funciona y punto. Sólo con ver en pantalla al gran Bell merece la pena el film. El resto de actores son poco o nada conocidos de momento, pero todos están bien. El guión tiene algunos toques de humor y mantiene la tensión, todo en un ambiente que invita a la diversión y al desastre. Este tipo de películas tiene sus "normas", como bien nos explicaba Craven en su saga "Scream" y a los que nos apasiona este tipo de cine nos gusta que se sigan. Para un ratito aburrido, la recomiendo.