Resulta extraño, por no decir increíble, que uno vea una película, y no tenga muy claro si le ha gustado o no. Reconozco que hay partes de la misma en que me voy (mentalmente) del film, otras que me apasionan, momentos en que quiero que acabe ya, y otros donde rozo la emoción. Al final, termino cansado por el esfuerzo que requiere su visionado, y contento de que terminara, pero al cabo de unos días, todavía evoco alguno de sus momentos y mensajes, que me hacen olvidar en parte los suplicios de concentración que realmente tuve.

He de decir que no tengo reparos en ver ningún tipo de cine, y que me siento acostumbrado a casi todo, incluída "La delgada linea roja", película en la que el "nuevo" (dos decadas en silencio) Malick, encuentra un estilo, que con este film va un paso aun más allá.

La historia, ... bueno es lo de menos, un pretexto, una situación que busca trascender, explicar cosas más importantes. Con unos parámetros que calcan el planteamiento de "La delgada linea roja", con la naturaleza, el hombre y ese ser supremo que asiste de espectador, Malick traza un relato familiar donde describe, de una manera nunca vista (coincido con Boyero) el mundo de la infancia, y la incomprensión que causan las cosas que pasan en la vida, la muerte, los reveses personales, ante un Dios insensible, que como recuerda un sacerdote en el film "no sólo da, sino que tambén quita", y todo esto plagado en su prologo y su final de imágenes apocalíptcas bellamente tratadas, y por momentos inacabables, sobre el inicio y el fin del mundo, el cielo y la tierra.

La cuestión, es que lo que en "La delgada ..." se enmarcaba en el contexto de una batalla primorosamente rodada, aquí la ensoñación, las reflexiones etéreas, las imágenes del espacio, y la vida familiar contada a retazos, imprimen un tono al film, que creo que exige demasiado al espectador, incluso al más avezado, que como yo en muchos momentos, y cual boxeador sonado, estoy a punto de tirar la toalla, y pedir una cuenta de protección, en forma de pausa para recuperarme del esfuerzo.

Sin embargo, mucho queda, algunos conceptos e ideas que se señalan en el film, son de gran fuerza, el relato familiar aunque a veces pidas una mayor linealidad es fuerte, y algunos momentos (cuando los niños son bebes, o cuando la madre juega con ellos) son de una belleza y emoción sublimes. Pero me reafirmo, en que Malick se ensaña demasiado, y pide demasiado, lo cual puede crear serios y comprensible rechazos.

Pd: Disfruté al enterarme que ésta había sido la película más taquillera de la semana en su estreno, obviamente la falta de conocimiento del personal sobre lo que se iba a enfrentar (hay que leer más la prensa y ver "Días de cine") hizo que muchos no viesen más que una película americana de Brad Pitt, y claro esto no es exactamente así, y como pasó en la sala donde la vi (y eso que es en V..O.S), un tercio del público se fue a la hora y pico de empezar la proyección.