Maravillosa, tierna, emocionante, fresca, espléndida, encantadora, conmovedora aventura marina que hará disfrutar a pequeños y adultos. La enternecedora historia de un pez payaso que se recorre todo un océano en busca de su hijo, fue todo un éxito en taquilla y se ha convertido en un clásico. Los estudios Pixar nos sumerge (una vez más) en otra de sus apasionantes historias cargadas de ingeniosidad y originalidad diseñadas con una apabullante técnica de animación. Una aglomeración de criaturas marinas y colores perfectamente combinados para gozo visual y narrativo. Thomas Newman compone una melodía a la desesperanza y también a la felicidad.

Y que decir de esos extraordinarios e inolvidables personajes como; Dory esa pez cirujano charlatana y divertida que sufre de amnesia anterógrada. Gill el pez más sabio, inteligente y áspero de toda la película, que sueña en escapar algún día del acuario. U otros personajes secundarios, como Bruce ese enorme tiburón blanco y dentado o la pacífica y pasiva tortuga Crush.

Sin duda una obra maestra de la animación.

Lo mejor: la brillante construcción de personajes.

Lo peor: que os la perdáis (niños, niñas y adultos).