Un policial del género lógico, adaptado de la novela noruega de la escritora Karin Fossum: "Don't Look Back". Como si fuera Sherlock Holmes, pero solitario, un veterano inspector de policía escarba y escarba una historia hasta encontrar la solución, conversando, caminando, meditando. El primerizo director Andrea Molaioli, de larga data asistente del director Nanni Moretti, nos cuenta una historia de un crimen con la presencia permanente de un buen actor: Tony Servillo (el inspector Sanzio). Una joven, Anna Nadal (Alessia Piovan), (la ragazza) aparece muerta y desnuda a la orilla de un lago, es muy bella y también muy bello el paraje y el pueblo cercano al lugar, cerca de Udine, Italia, fotografiados por el argentino Ramiro Civita. Casi se respira el aire de los Alpes y se disfruta del aspecto del bosque, lo que aumenta la pena de lo sucedido. Muchos personajes son entrevistados, casi todos bien actuados, y la trama se hace un poco confusa hasta que, por fin, el inspector da en el clavo. Mientras tanto se relató no sólo la vida misteriosa de la víctima y de los odios y amores de los vecinos y del propio padre, sino también ciertos secretos de la vida del inspector.