Ella resulta ser una especie de cenicienta moderna, que recorre mundos mágicos para autodeterminarse, a la vez que por supuesto consigue el amor del su príncipe azul. Historia simple que suele funcionar, pero que esta vez resulta un producto insulso, típicamente navideño y destinado a un público meramente infantil, sin ningún tipo de aliciente que induzca al público adulto a intentar sus visionado (si no es con la compañía de los más pequeños).