Haz click aquí para copiar la URL
You must be a loged user to know your affinity with Constanza Rootless
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
13 de octubre de 2019
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace apenas un instante se dio por finalizada "Sanditon", adaptación de la novela homónima y sin terminar de Jane Austen. Su última obra. En esta la inglesa logró introducir varios elementos que serían esenciales para desarrollar la historia: un carruaje averiado en Sussex, los Heywood recibiendo a los Parker para brindarles ayuda y estos últimos llevándose consigo a Charlotte Heywood, la hija mayor, para que pasara el verano con ellos en Sanditon, el pueblo que Mr. Parker estaba construyendo. Además, Austen logró establecer a Lady Denham, la anciana benefactora del pueblo, con sus empobrecidos sobrinos Clara Brereton -quien vivía a su cuidado- y Sir Edward Denham con su hermana Esther. Integrando también a quien sería el nuevo galán austeniano: Sidney Parker. Sin embargo, lo que sería una novedad dentro de la novela de la regencia sería la incorporación de Miss Lambe, una joven mitad mulata con una gran fortuna a su haber.

Lamentablemente, Austen falleció antes de lograr otorgarles un camino claro, hecho que ha dado libertad para que un gran número de escritores intentaran dar con la historia definitiva. En este caso, la adaptación -de aparentes 8 capítulos- estuvo a cargo de Andrew Davies (War & Peace, Les Misérables) y si bien su comienzo pareció algo anodino, lentamente comenzó a tomar forma hasta el punto de transformarse en una historia entretenida, emocionante y con personajes muy bien desarrollados, con un enfoque bastante siglo XXI. Así, abordan las diferencias de clase, la discriminación racial y económica, el machismo de la sociedad y las ansias de libertad femenina, así como la necesidad del progreso, con los ya reconocidos choques de caracteres e ideales.

Personalmente la pareja que más disfruté fue la compuesta por Esther Denham (Charlotte Spencer) y Lord Babington (Mark Stanley), quienes nos permitieron disfrutar de un romance que rozaba lo victoriano, con un vampiro simbólico, y una verdadera oda a la devoción, la paciencia, el respeto y la pasión. De todas formas, la pareja protagonista, compuesta por Charlotte (Rose Williams) y Sidney (Theo James) no se queda atrás; con claras alusiones a la relación que en un momento tuvieron Elizabeth Bennet y Fitwilliam Darcy en Orgullo & Prejuicio, la pareja pasó lentamente del odio a un intenso amor en medio de declaraciones en torno a cómo ella lo hacía una mejor persona. Además, el héroe tenía un noble contrincante: Mr. Stringer (Leo Suter); un humilde arquitecto que lentamente se enamora de la heroína. Todos, elementos en extremo anhelados para los seguidores de los dramas de época.

Tal vez uno de los principales problemas de la serie de ITV es que se presentó a la audiencia como una miniserie. Es decir, con su octavo capítulo la historia concluiría y todos podrían ver/imaginar el "happy ever after" que nos pudo dar Austen. Y al parecer no fue así. Hace apenas unas horas la cadena inglesa transmitió el que se había convertido en un esperado final (¿Qué ocurriría con Sanditon? ¿Los Parker conseguirían el dinero que necesitaban? ¿Lord Babington lograría casarse con Esther? ¿Qué sería de Miss Lambe? ¿Stringer obtendría todo lo que quería? ¿De qué manera Sidney le propondría matrimonio a Charlotte?), pero todo quedó en nada. Nos otorgaron un buen capítulo, que pudo haber sido increíblemente disfrutado por la audiencia si todos se hubieran preparado para una "continuación", pero los minutos pasaban y ninguna de las respuestas -salvo una- estaba resuelta.

Sin tener claridad todavía respecto a una renovación, es difícil saber qué sensaciones nos dejará esta "serie". De todas formas, por el momento prefiero quedarme con todo lo que disfruté, especialmente con *SPOILER* *SPOILER* *SPOILER* Lord y Lady Babington, que durante el último episodio nos entregaron el que creo es uno de los diálogos/declaraciones más satisfactorias dentro de los dramas de época de los últimos años, con Esther diciendo: "Well, Babington, now you know the truth, are you not disgusted? Afraid you'll be tainted by my disgrace?" y con Babe contestando "I don't give a damn what anyone else thinks (...) All I ask is to walk through life by your side."

Me quedo con esta última frase, porque uno de los detalles más importantes dentro de Sanditon es que está junto al mar. Y el mar es el personaje más importante en contraposición de un pueblo que hace innumerables esfuerzos por ordenarse, por surgir, sin ningún éxito. Así, en medio de ambos ambientes, todas las aventuras de los personajes transcurren en medio de caminatas bajo el sol o un tormentoso viento, donde todos pueden extrapolar sus emociones y sus anhelos.

Espero que ITV nos permita disfrutar de una segunda temporada, para que -y parafraseo a Austen-, los personajes luego de unos cuantos problemas puedan tener todo lo que desean.
31 de mayo de 2015
22 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Slow West”, es la obra primogénita de John Maclean; director escocés, cuya mayor participación en el cine, hasta ese momento, se había reducido a bandas sonoras de películas independientes.

Mclean, en una cinta de apenas una hora con veintitrés minutos, logra comprometer distintos elementos cinematográficos que hacen olvidar al espectador que es un primerizo: Con exquisitas tomas panorámicas, cada escena que se expone en la cita se convierte en una perfecta postal, con guiños claros a las highlands de su natal Escocia.

Todos sabemos de las inmensas capacidades actorales de Michael Fassbender. Es un hecho que es uno de los grandes actores que nos dará el siglo XXI y, esta vez, como era de esperar, no defrauda. Silas Selleck, representa al prototipo de forajido que tanto se amaba en el género western. Un hombre sin moral que, al mismo tiempo, por fuerza de costumbre y compañía, termina cediendo a la historia, transformándose en un anti-héroe que, al mismo tiempo, será héroe de muchos.

Kodi Smit-McPhee, con una vasta carrera a pesar de sus 18 años de edad, ha demostrado con el paso del tiempo que encabeza a la nueva generación de actores talentosos y que, al mismo tiempo, están intentando alejarse de las garras de Hollywood, enfocándose en el cine independiente. Jay Cavendish, el joven aristócrata y poeta escocés, que viaja en busca de un amor perdido, resulta un elemento importante de humor negro e inocencia que, finalmente, termina guiando la película, y a los personajes, a una seguidilla de situaciones que mantienen al espectador en la punta del asiento en todo momento.

A pesar de la simpleza, el guion resulta maravilloso y profundo: cada diálogo se transforma en esa preciada “escena favorita” que tanto buscamos. En base a conversaciones inteligentes, la película comienza a tener una clara orientación crítica a la sociedad estadounidense de fines del siglo XIX. Todo esto, mediante la relación que se establece entre cazarecompensas, inmigrantes e indígenas norteamericanos: un estallido de ese humor “inapropiado” que en muchas ocasiones de acerca a lo que hacen Quentin Tarantino y Wes Anderson.

La banda sonora resulta un factor importante para armonizar y resaltar la teatralidad de la cinta, al tiempo que traslada en el tiempo al espectador. Genera constantemente un ambiente de compañerismo y tensa alegría que hace entender que, a pesar de la tranquilidad del momento, en cualquier minuto la historia puede tomar un giro inesperado.

En conclusión, es una película que no se puede dejar pasar. Independiente de si se gusta, o no, del género del western, la película va más allá. Cuando tomas el guion de una cinta y lo puedes adaptar a cualquier época, espacio y tiempo, es porque hay algo poderoso en él, y este tiene poder por sí sólo.


Respecto al “mensaje de la película” (spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Bueno, muy contrario a la crítica que resalta que “todos los personajes mueren por culpa de la mujer, o de una mujer”, creo que la película se basa en la lucha por el dinero, la estabilidad y el poder. Todos sabemos, hemos leído, o visto, cómo era la vida en los Estados Unidos de la época: lo importante era sobrevivir. Entendiendo esto, claramente, la lucha no se basa en “una mujer” sino que el “dinero que pueden ganar gracias a esa mujer”. Mujer que, finalmente, es la única sobreviviente. Si hubiera quedado vivo su padre, ¿podríamos decir que “todos los personajes mueren por culpa del hombre, o de un hombre”? No.
7 de agosto de 2019
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Wild Rose" es una película escocesa dirigida por Tom Harper y protagonizada por Jessie Buckley. Esos dos nombres fueron suficientes para esperar con ansias el reencuentro del director y la actriz que me deslumbraron el 2016 con la última adaptación de "La Guerra y la Paz", donde ella brilló interpretando a la Princesa Marya Bolkonskaya.

Jessie se hizo tímidamente conocida en Reino Unido a través del show de talentos de la BBC "I'd do anything" donde, para nuestra suerte, obtuvo el segundo lugar. Así, optó por estudiar en el RADA, mientras cantaba jazz en bares e interpretaba a personajes shakespereanos en el teatro. Tras "La Guerra y la Paz" y algunos proyectos en la televisión y las tablas, es Tom Hardy quien la invita a coprotagonizar con él la serie "Taboo" (2017 -) , donde interpretaría a la actriz irlandesa y madrastra de Hardy en la ficción, Lorna Bow.

Ese mismo año impactaría al cine independiente con la ópera prima de Michael Pearce: "Beast". En ella, daría vida a Moll, una mujer que se enamora perdidamente de Pascal (Johnny Flynn), el principal sospechoso de una serie de asesinatos. Su interpretación le valdría ser nominada a los BAFTA del 2019 como estrella emergente (voto popular) y ganadora de los British Independent Film Awards (BIFA) por la misma categoría. Su salto internacional, por supuesto -y como ya se ha mencionado acá-, vendría de la mano de la magistral serie de HBO "Chernobyl". Así, "Wild Rose" no es solamente la historia de la carismática y talentosa Rose-Lynn Harlan y sus peripecias para llegar a ser una cantante reconocida, es el resultado de años de trabajo bien realizado por parte de Buckley, y, por qué no, del buen ojo de Tom Harper.

La historia de Nicole Taylor puede ser convencional, pero ¿qué película de artistas que luchan por llegar a la fama no lo es? Con o sin final feliz, todas se sustentan en aciertos, errores y jugadas del destino, y eso es lo que ofrece "Wild Rose", solo que con una banda sonora y unas interpretaciones magistrales. Aun así, más que el oficio de la protagonista, lo realmente importante es cómo esta se relaciona con su entorno para alcanzar la anhelada felicidad. Porque "Wild Rose" no es solo una película de música country, es una oda al Glasgow, al doloroso y abandonado pueblo de Escocia; es la representación de cómo una "wannabe" pobre y alienada por su entorno, logra salir adelante.

Poco importan las nominaciones y los premios, aunque tímidamente se ha comenzado a rumorear a Buckley como una posible candidata y la canción "Glasgow (Ain't no place like home)", compuesta por Mary Steenburgen, como una de las cartas seguras (1). Pase o no, es indudable que dentro del circuito pequeño al que aspira llegar la película no está pasando desperdiciada. Su protagonista se ha paseado por cuanto late-show y festival de Country hay, conmoviendo al público con su talento y sinceridad.

Con una brillante Julie Walters, dos niños impresionantes en sus roles, una cálida Sophie Okonedo y una Jessie Buckley que lentamente comienza a marcar vidas -tal y como lo hizo conmigo un ya lejano 2016-, "Wild Rose" cumple lo que promete: esos tres acordes y la más pura verdad; una que nos dejará con una sonrisa y una que otra lágrima, mientras movemos los pies al ritmo de canciones lejanas y maravillosas.

(1) La película fue estrenada en festivales el año 2018, pero recién llegó a los cines este año, por lo que sí podría ser considerada.
9 de octubre de 2017
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
«England Is Mine» es la primera película biográfica, basada en la vida de ̶u̶n̶o̶ ̶d̶e̶ ̶l̶o̶s̶ ̶ el más grande de la historia de la música: Morrissey. Sin embargo, no es una película de luces y estrellato, sino que se aboca a relatar la vida de Steven previa a ser un ícono y, por supuesto, previa a ser el líder de The Smiths. Así, «England Is Mine», ofrece una mirada sencilla, dulce y relativamente cercana a todo lo vivió el joven de Mánchester, en su intento de arrancar de la vida en los suburbios, la pobreza y los fantasmas mentales.

Por diversas razones, «England Is Mine» no ha sido del agrado de todos; y, si bien, no es precisamente pulcra al momento de relatar algunos hechos importantes dentro de la vida del «hijo natural de la tristeza» (¿alguna película biográfica lo es, realmente?), me ha parecido precioso cómo en apenas una hora y media de duración lograron dar a entender tanto. ¿Por qué? Porque es imposible resumir en una película –sin romper el lenguaje cinematográfico-, la vida de una persona, especialmente si esa persona es Steven Patrick Morrissey.

Así, la película se aboca a retratar y/o representar a todos aquellos que resultaron fundamentales para que saliera de su natal Mánchester: Elizabeth, su madre; Jackie, su hermana; Linder, una de sus más grandes amigas; Billy Duffy, quien lo guía a la escena musical; y Johnny Marr, con quien –como todos sabemos- finalmente funda a The Smiths. Mención especial para el personaje de Anji Hardie, quien viene a representar varias amistades rotas de Steven, que terminaron o en la separación o en la muerte; y para el personaje de Christine (personaje ficticio), que viene a representar el nulo interés que Steven sentiría en aquella época por el género femenino.

En cuanto a la dirección de Mark Gill, me parece rescatable que con un presupuesto tan acotado haya logrado recrear tan bien la escena de fines de los 70’s y principios de los 80’s, entendiendo el peso que tuvo Inglaterra, especialmente Mánchester, para la escena musical del mundo: cientos de niños pobres, marginados, los «hijos del arroyo», que, una vez siendo adultos, nos revelaron la verdad por medio de acordes y las más significativas letras. Y, para ser su primera película (previamente solo había dirigido dos cortometrajes; uno de ellos, «The Voorman Problem», nominado a un Academy Award y un BAFTA), cumple con creces, permitiéndonos conocer a los personajes, sin importar si somos o no fanáticos de ellos.

Jack Lowden (ahora conocido por haber interpretado a Collins en «Dunkirk», de Christopher Nolan), pese a las descarnadas críticas que recibió por su supuesto no-parecido con Steven, realiza un trabajo minucioso y a la altura del inmenso talento que ha demostrado por años, tanto en las tablas como en el cine y la televisión, por medio de gestos y un tono de voz –incluso al momento de cantar- que hará imposible no sentir que se está apreciando a quien fue Morrissey en un momento, tantos años atrás.

Entiendo que para muchos puede ser una desilusión que no se incluya ninguna canción de The Smiths, pero considerando que la película trata la vida de su vocalista hasta el momento en que recién se decide a trabajar con Johnny Marr, resultaría forzado y hasta un poco ridículo que pudiésemos escuchar a la banda como parte de la película, pues hasta ese momento Morrissey solo se había remitido a hacer cóvers de sus bandas favoritas. Para mí fue un honor “ver” a Steven caminando por los suburbios mientras de fondo sonaban canciones realmente significativas para él. Además, a lo largo de toda la cinta se hacen innumerables referencias a las que, posteriormente, serían canciones: “Still Ill” (“I don't owe you a living”, Steven); “You Got Everything Now” (Oh, I am “as merry as the days were long”); toda la conversación que mantiene con un personaje X, en clara alusión a “Frankly, Mr. Shankly”, etc.

«England Is Mine» es, sin duda, la película que viene a abrir la posibilidad de ver a Morrissey en la gran pantalla: uno de los íconos más importantes, y, sin duda, uno de los grandes letristas y músicos de nuestra historia, que, además, posee una personalidad y un carisma digno de ser retratado, analizado y admirado (u odiado). Mark Gill nos ha regalado una cinta adorable, que dejará a todos los fans con una sonrisa en el rostro (y ganas de que no hubiese terminado) y, será una excelente puerta de entrada para todos aquellos que quieran ser parte de la vida del «chico con la espina en el costado».
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto a los hechos que se narran en la película:

1. Anji Hardy (en la película, Anji Hardie), realmente fue una íntima amiga de Steven Morrissey, y, pese a que su amistad jamás se ve interrumpida, como sí da a entender la película, de todas formas, el final de esta es el mismo: leucemia. «Pocas semanas después, la vida de Anji llega a su fin, una risa liberadora la conduce paso a paso hacia la tumba, sin perder ni por un instante la sorna, sobrellevando la tristeza con dignidad y explicándose siempre mejor que bien, en paz con la muerte igual que lo estuvo con la vida». (2013).

2. El padre de Steven, Peter Morrissey, efectivamente los abandonó cerna de Navidad, cuando Steven tenía unos 17 u 18 años: «A mediados de los setenta, después de que papá desaparezca dos días antes de Navidad entre vociferadas conjeturas de que lleva otras vidas en otros lugares, mis padres se divorcian discretamente.» (2013)

3. La relación con Morrissey tiene con su hermana Jackie, a diferencia de lo que se muestra en la película, es bastante buena, más allá de las obvias discusiones infantiles de dos hermanos. De todas formas, este cambio se entiende por el triángulo –cinematográfico- que se debe dar entre esta, Steven, y la madre de ambos: no se generaría el mismo efecto si todos lo hubiesen apoyado desde un comienzo.

4. Steven sí se contacta con Billy Duffy para formar una banda, aunque el proceso es mucho más rápido que en la película, pues –pese a su timidez- jamás tuvo problemas para cantar en público: «Contesto a una tarjeta pegada en la pared de Virgin Records y un rastro de papel me conduce hasta Billy Duffy, un guitarrista […] Ya no quería seguir viendo a otros hacer lo que estaba seguro de que yo podía hacer mucho mejor, así que me presenté ante Billy como “un cantante”» (2013).

5. Linder Sterling es quien, efectivamente, abre a Steven la puerta del mundo de los “artistas” y quien lo motiva a seguir adelante, pese a su juventud: «Durante la prueba de sonido del tercer bolo en Mánchester de los Sex Pistols empiezo a charlar con Linder Sterling […] es un noventa por ciento criatura marina y se enciende con todas las interferencias conversacionales de alguien empapado en artesanía de guerrilla». (2013)

6. Steven, teniendo 18 años, se vio obligado a trabajar para aportar a su casa. En ese proceso, trabajó como: repartidor de pan, vendedor de discos, lavandero en un hospital, oficinista, limpiador de ríos, etc. En la película, se remiten a mostrar su vida como oficinista y lavandero, representando muy bien el hastío y la crueldad del oficio: él, siempre con un carrito, cargando la basura de los demás.

7. Efectivamente Steven y Johnny se conocen gracias a la recomendación de Billy Duffy, cuando este último debe dejar a Morrissey atrás para comenzar su carrera musical: «Vuelvo con los desposeídos, con más razones para llorar que nadie más en la Tierra, pero Billy se ha marchado con una sugerencia de despedida. Me habla de un chico llamado Johnny Marr […] que “es mucho mejor guitarrista que yo”. La sugerencia es amable, pero no soy de los que llaman a la puerta de nadie. Por fortuna, Johnny Marr sí era de los que llaman a la puerta y Billy también lo había orientado en mi dirección». (2013)

Fuente: «Morrissey: Autobiografía», 2013.
11 de marzo de 2017 Sé el primero en valorar esta crítica
«The Passing Bells» es una mini-serie-documental de la BBC, estrenada el 3 de noviembre del 2014. Dividida en cinco capítulos (cuatro para la plataforma Netflix), que relata desde la perspectiva de dos soldados -un alemán y un inglés- lo que significó la Primera Guerra Mundial desde el año 1914 hasta 1918.

Si bien la BBC nos tiene acostumbrados a enormes producciones, donde además de resaltar una gran dedicación se nota lo invertido en el producto, esta serie tiene un tinte mucho más humilde; aunque eso no quiere decir que su calidad sea inferior. Rodada con más talento que presupuesto, lo que se consigue es una mirada realmente intimista, cruda y dolorosa respecto a las crueles consecuencias físicas y mentales que acarrea un enfrentamiento bélico.

Por un lado, se relata la vida de Thomas (Pratrick Gibson), un joven inglés de 17 años que sueña con convertirse en un héroe de guerra, viajar, y conocer el mundo. Pasa sus días revisando un libro de pájaros salvajes que, además de ser el primer libro que recibió siendo niño, se transforma en una constante metáfora dentro de su vida: un bello pájaro, libre, posado en medio del horror de la guerra.

Por otro lado está Michael, interpretado por una de las nuevas promesas del cine escocés: Jack Lowden (pronto a ser Morrissey en «England Is Mine»); un joven campesino alemán, enamorado de su novia, que sueña con convertirse en soldado y ‘defender’ a su nación. Una vez iniciada la guerra, busca constantemente las estrellas, como la única manera de “mirar el mismo cielo” que su enamorada: el único escape dentro de un campo de visión marcado por la sangre y las balas.

Desde el primer momento, la serie se encarga –creo yo- de denunciar bajo qué términos era ingresado un niño/joven a la guerra: Regimientos alterando documentos, engañando e ilusionando con tal de tener más y más soldados que dieran la vida por situaciones que ni siquiera conocían. Niños con armas, jugando a ser héroes y dando la vida por lemas ajenos.

En un comienzo ambas historias se mantienen distantes, pero se complementan constantemente para abarcar todos los puntos de vista posible de un soldado: los viajes, las trincheras, los engaños, las muertes, los amotinamientos, las emboscadas, las deserciones, ejecuciones, valentía, cobardía, amistad, traición, penas y alegrías-tristes. Todo eso, sumado a la inserción de diversos testimonios de verdaderos soldados que cuentan anécdotas y cuál era la situación de cada territorio: Para concluir que, a pesar de todo, todos padecían y sufrían de la misma manera.

De niños que soñaban con ser héroes, Thomas y Michael se convierten en hombres que solo luchan por sobrevivir, sin jamás perder la bondad y la inocencia en ello. Con el paso de los años, el inglés se enamora de una enfermera polaca con la que conforma una familia, transformándose en otra de las motivaciones para regresar a casa. El alemán, por otro lado, se ve obligado a pasar por situaciones bastante dolorosas, como la pérdida de muchos amigos y el ser prisionero del ‘enemigo’.

Otro elemento que me parece destacable es que jamás se haya mostrado a alguna autoridad. Todos los acontecimientos que afectaban a los soldados (y sus familias) se daban a conocer por medio de cartas o periódicos. Además, la única vez que se muestra a los ‘gobernantes’, es para evidenciar cómo firmaban una serie de papeles que daban por terminada la guerra en 1918 (de seguro los mismos que firmaron para iniciarla); reflejo de su insignificancia y su poder: hombres que con tan poco destruyeron tanto.

Una historia lacrimógena, con pequeñas pinceladas de esperanza, pero que no deja de demostrar con pruebas tangibles y desde todas las perspectivas, las consecuencias nocivas de la guerra. Sin duda, y sin ánimos de sonar exagerada, creo que por primera vez creo comprender qué fue realmente la Primera Guerra Mundial.

“Es curioso, ¿no? En cien años ninguno de nosotros estará aquí, y todo esto no será más que historia antigua. Me pregunto qué lección sacará la gente de todo esto”.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para