Con un ritmo propio del cine nórdico o el de suspense de los años 60 y 70 Caníbal es una obra poética, tanto por los sustanciosos diálogos como por la ausencia de ellos. Impecable interpretación no verbal de Antonio de la Torre que nos coloca en una situación de excitante suspense y pavor. Bienvenido sea un cine diferente creativo y altamente poético.

Un guion muy sencillo con personajes bien estructurados y creíbles , el director no trata de convencer a nadie, simplemente es una historia de amor e incidencias, que aunque bien contada (dirigida) no logra en ningún momento un punto de inflexión. Los diálogos son naturales e impregnados de un humor americano que consigue enganchar al espectador logrando un resultado final aceptable gracias en buena parte a la actuación de los actores y al desenlace bien resuelto que te toma por sorpresa.

Majestuosamente dirigida por Scott es una mezcla de la saga Alien con personajes estereotipados, en este caso introduce temas quizás más complejos como la búsqueda de la verdad sobre nuestro origen, el por qué de nuestra existencia, lo cual le da una fuerza y profundidad a la historia que consigue que te metas a la cama pensando en ello. Los recursos técnicos o efectos especiales consiguen una obra visualmente impresionante.

Todos los elementos coinciden armónicamente creando un ambiente negro, sórdido y miserable. Los personajes coinciden en cosas en común; Son intensamente creíbles, no albergan esperanza ni los mueve ni por un segundo el interés en alguien que no sea en sí mismos, el fuerte de la obra es la construcción bien cimentada de estos personajes. Además es una historia bien contada con escenas de violencia que te hacen saltar del sillón tanto por el sentido violento como por los recursos artísticos de cada escena. En contra una trama muy predecible y un final que no logra llenar las expectativas ni explicar del todo el porqué del juego político que introduce el director en toda la película.