Como decía, la primera media hora es prometedora; se nos muestra la vida en una colonia planetaria y se nos presenta a la protagonista como a una huérfana atrapada en dicha colonia y esclavizada por la compañía Wendell, quien la obliga a permanecer en ella muchos años antes de poder ganarse un nuevo destino. La acompaña un sintético que le fue dejado por su padre, cuya directriz principal es protegerla. Hasta ahí, la cosa prometía y como digo es lo más salvable de la cinta. Incluso la excusa para subir a la Nostromo en busca de las cápsulas de éstasis me parece correcta. Ahora bien, una vez en la nave, la película se diluye como un azucarillo, copiando de forma descarada a la primera entrega y tomando prestados sin reparo elementos del videojuego Dead Space, el más evidente el sistema de gravedad. Y el final con el slenderman espacial me parece bastante infame la verdad. Bueno, un título en la línea de la época actual, que tira del pasado ante la falta de ideas del personal.