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Críticas ordenadas por utilidad
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5.2
14,114
7
5 de octubre de 2024
5 de octubre de 2024
304 de 400 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno sale de la sala sin saber muy bien si acaba de ver una obra maestra o la mayor troleada de la historia del cine. Los comentarios del resto de espectadores que van levantándose de sus butacas y que han presenciado la película contigo en la misma sala tampoco ayudan…
«Venía preparado para que fuese mala, pero no para que fuese tan mala», decía uno. «Ni Deadpool, ni Lobezno, ni nada… La mejor película del año del género de superhéroes sin duda», decía irónicamente otro, entre risas. Y puedo entenderlo, pues nada que hayas podido ver o leer previamente te prepara para 'Joker: Folie à Deux' (2024).
Empecemos confirmando lo obvio: la película es un portento a nivel audiovisual. Todd Phillips hace un juego constante de luces y sombras para crear imágenes coloridas y bellas cuando el Joker y Harley aparecen en pantalla, y oscuras y siniestras cuando volvemos a los pasillos de Arkham de la mano de Arthur Fleck. De sobras es sabido el talento actoral de Joaquin Phoenix, que vuelve a entregarnos a un personaje con múltiples caras, pero cabe destacar también la labor de Lady Gaga a nivel vocal e interpretativo, pues le aguanta el tipo a Phoenix haciendo que el espectador quede hipnotizado cuando ambos aparecen en pantalla.
La música ya era importante en la primera entrega, pero aquí se convierte en el factor que acaba desarrollando la historia. Es indudable que la película es un musical de principio a fin, siendo más que notables la mayoría de los números que se suceden a lo largo del metraje. Pese a eso, muchos son introducidos de forma forzada y acaban por lastrar el ritmo del filme, sobre todo en la primera hora y cuarto de metraje, llegando a poner al límite la paciencia de un espectador que por lo general no está tan acostumbrado a dicho género.
Pero, vayamos al grano… ¿Dónde reside realmente el factor polémico en 'Joker: Folie à Deux'?
La primera película desarrollaba la historia de un personaje con problemas de salud mental al que el sistema aparta de su camino como si fuera escoria. Al final, como consecuencia de sus actos, el protagonista es llevado en volandas por gran parte de una sociedad que acaba considerándolo un héroe y, nosotros como espectadores, acabamos siendo testigos del ascenso de Arthur Fleck hasta convertirse en el Joker.
Pues bien, en esta entrega vemos todo lo contrario: el descenso cuesta abajo y sin frenos de un personaje que fue vitoreado por una sociedad que, equivocadamente, lo usó como referente para crear un movimiento social contra los ricos y los poderosos. Lo que el filme acaba demostrando, es que el único que realmente ha existido en todo momento es Arthur Fleck, un pobre desgraciado con ganas de visibilizarse y cuyas circunstancias le empujaron a cometer actos terribles. El Joker siempre ha sido un producto de nuestra imaginación.
Es así como Todd Phillips ha completado con sus dos películas una de las mayores críticas sociales vistas en cines en los últimos tiempos. Con esta secuela, el director podía haber tomado el camino fácil y seguir explicando el imparable ascenso de Arthur hasta convertirse en el payaso príncipe del crimen, la brillante y desquiciada mente criminal que todos conocemos como el Joker. Sin embargo, ha decidido desmontar el mito y reducir a su protagonista a la más absoluta nada, utilizando además un paralelismo visual en el último plano del filme que nos hace entender que el arco narrativo del personaje ha llegado definitivamente a su fin.
Phillips y Phoenix, pues al final esto siempre ha sido una locura de dos, han arriesgado muchísimo con esta película, pero a su vez han conseguido lo que querían: señalarnos y demostrarnos que somos parte de esa sociedad que vitorea a un personaje un día, y lo defenestra al día siguiente cuando éste no nos da lo que queremos.
Ves la magia de esta película cuando te das cuenta de que la mayor parte del público elevó hasta la estratosfera en 2019 a 'Joker', mientras que en 2024 ha tirado al suelo y ha pisoteado a 'Joker: Folie à Deux'.
Damas y caballeros, en este escenario que es el mundo, el Joker no existe… Somos nosotros.
«Venía preparado para que fuese mala, pero no para que fuese tan mala», decía uno. «Ni Deadpool, ni Lobezno, ni nada… La mejor película del año del género de superhéroes sin duda», decía irónicamente otro, entre risas. Y puedo entenderlo, pues nada que hayas podido ver o leer previamente te prepara para 'Joker: Folie à Deux' (2024).
Empecemos confirmando lo obvio: la película es un portento a nivel audiovisual. Todd Phillips hace un juego constante de luces y sombras para crear imágenes coloridas y bellas cuando el Joker y Harley aparecen en pantalla, y oscuras y siniestras cuando volvemos a los pasillos de Arkham de la mano de Arthur Fleck. De sobras es sabido el talento actoral de Joaquin Phoenix, que vuelve a entregarnos a un personaje con múltiples caras, pero cabe destacar también la labor de Lady Gaga a nivel vocal e interpretativo, pues le aguanta el tipo a Phoenix haciendo que el espectador quede hipnotizado cuando ambos aparecen en pantalla.
La música ya era importante en la primera entrega, pero aquí se convierte en el factor que acaba desarrollando la historia. Es indudable que la película es un musical de principio a fin, siendo más que notables la mayoría de los números que se suceden a lo largo del metraje. Pese a eso, muchos son introducidos de forma forzada y acaban por lastrar el ritmo del filme, sobre todo en la primera hora y cuarto de metraje, llegando a poner al límite la paciencia de un espectador que por lo general no está tan acostumbrado a dicho género.
Pero, vayamos al grano… ¿Dónde reside realmente el factor polémico en 'Joker: Folie à Deux'?
La primera película desarrollaba la historia de un personaje con problemas de salud mental al que el sistema aparta de su camino como si fuera escoria. Al final, como consecuencia de sus actos, el protagonista es llevado en volandas por gran parte de una sociedad que acaba considerándolo un héroe y, nosotros como espectadores, acabamos siendo testigos del ascenso de Arthur Fleck hasta convertirse en el Joker.
Pues bien, en esta entrega vemos todo lo contrario: el descenso cuesta abajo y sin frenos de un personaje que fue vitoreado por una sociedad que, equivocadamente, lo usó como referente para crear un movimiento social contra los ricos y los poderosos. Lo que el filme acaba demostrando, es que el único que realmente ha existido en todo momento es Arthur Fleck, un pobre desgraciado con ganas de visibilizarse y cuyas circunstancias le empujaron a cometer actos terribles. El Joker siempre ha sido un producto de nuestra imaginación.
Es así como Todd Phillips ha completado con sus dos películas una de las mayores críticas sociales vistas en cines en los últimos tiempos. Con esta secuela, el director podía haber tomado el camino fácil y seguir explicando el imparable ascenso de Arthur hasta convertirse en el payaso príncipe del crimen, la brillante y desquiciada mente criminal que todos conocemos como el Joker. Sin embargo, ha decidido desmontar el mito y reducir a su protagonista a la más absoluta nada, utilizando además un paralelismo visual en el último plano del filme que nos hace entender que el arco narrativo del personaje ha llegado definitivamente a su fin.
Phillips y Phoenix, pues al final esto siempre ha sido una locura de dos, han arriesgado muchísimo con esta película, pero a su vez han conseguido lo que querían: señalarnos y demostrarnos que somos parte de esa sociedad que vitorea a un personaje un día, y lo defenestra al día siguiente cuando éste no nos da lo que queremos.
Ves la magia de esta película cuando te das cuenta de que la mayor parte del público elevó hasta la estratosfera en 2019 a 'Joker', mientras que en 2024 ha tirado al suelo y ha pisoteado a 'Joker: Folie à Deux'.
Damas y caballeros, en este escenario que es el mundo, el Joker no existe… Somos nosotros.

6.4
41,794
9
21 de marzo de 2020
21 de marzo de 2020
45 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta esta sensación.
Te dispones a ver una película cuyo argumento a priori parece sencillo, pero cuando ésta llega a su fin te vienen millones de preguntas a la mente, miles de cosas que analizar o debatir y su mensaje deja tal calado en tu interior que pasan minutos u horas y te das cuenta de que tú aún sigues dándole vueltas a todo aquello que acabas de visionar.
Este es el tipo de cine que me gusta. Ese tipo de cine cuyos autores no solamente se conforman con entretenerte, sino que además quieren llevarte más allá y hacerte reflexionar. Autores que saben lo que quieren y lo que buscan en el espectador, que cuidan hasta el último detalle de su guión, de su diseño de producción, de su fotografía... y acaban entregándote un producto sobresaliente. Algo así me encontré este mismo año cuando vi la fantástica 'Parásitos', y esto es lo que nos podemos encontrar en mayor o menor medida tras visionar 'El hoyo'.
Galder Gaztelu-Urrutia nos trae en su ópera prima un producto fresco y original, a la par que terrible y desgarrador, que nos muestra algunas de las más oscuras facetas que tenemos los seres humanos como son el egoísmo, la avaricia y la codicia. El "yo" siempre por delante y el anteponer lo que es mío a todo lo demás. Es cierto que a lo largo del film también aparecen personajes que nos muestran algún destello esperanzador que nos hace pensar que no está todo perdido, pero esto pronto se desvanece para dar paso al verdadero y crudo mensaje final: El mundo es como es y tú solo no lo puedes cambiar. Lo único que está realmente en tus manos es cambiarte a ti mismo y hacer lo correcto.
Llega el ambiguo final, abierto a distintas interpretaciones (*), un fundido a negro y la película acaba. Nuestro aplauso atronador no distrae al runrún de nuestro cerebro que ya en este momento empieza a darle vueltas al apabullante bombardeo de mensajes y metáforas con fuertes críticas sociales, políticas e incluso religiosas que 'El hoyo' nos ha hecho llegar, y a un servidor le queda la sensación de que acaba de ver una gran obra muy cuidada tanto en forma como en fondo, que además seguramente gane enteros con un segundo o tercer visionado. Así que esto, señoras y señores, se ha de premiar y, aunque no le ponga un 10 porque esa nota me la guardo para películas que realmente son o han sido muy especiales para mí, sin duda mi nota de "Sobresaliente" se la ha ganado.
En definitiva, 'El hoyo' (de Galder Gaztelu-Urrutia) es una película que ya tenéis disponible en Netflix desde esta misma semana y cuyo visionado recomiendo encarecidamente. Puede gustaros más o puede gustaros menos, pero lo que es seguro es que no os dejará indiferente.
*Mi interpretación sobre el final de la película en la 'Zona spoiler'.
Te dispones a ver una película cuyo argumento a priori parece sencillo, pero cuando ésta llega a su fin te vienen millones de preguntas a la mente, miles de cosas que analizar o debatir y su mensaje deja tal calado en tu interior que pasan minutos u horas y te das cuenta de que tú aún sigues dándole vueltas a todo aquello que acabas de visionar.
Este es el tipo de cine que me gusta. Ese tipo de cine cuyos autores no solamente se conforman con entretenerte, sino que además quieren llevarte más allá y hacerte reflexionar. Autores que saben lo que quieren y lo que buscan en el espectador, que cuidan hasta el último detalle de su guión, de su diseño de producción, de su fotografía... y acaban entregándote un producto sobresaliente. Algo así me encontré este mismo año cuando vi la fantástica 'Parásitos', y esto es lo que nos podemos encontrar en mayor o menor medida tras visionar 'El hoyo'.
Galder Gaztelu-Urrutia nos trae en su ópera prima un producto fresco y original, a la par que terrible y desgarrador, que nos muestra algunas de las más oscuras facetas que tenemos los seres humanos como son el egoísmo, la avaricia y la codicia. El "yo" siempre por delante y el anteponer lo que es mío a todo lo demás. Es cierto que a lo largo del film también aparecen personajes que nos muestran algún destello esperanzador que nos hace pensar que no está todo perdido, pero esto pronto se desvanece para dar paso al verdadero y crudo mensaje final: El mundo es como es y tú solo no lo puedes cambiar. Lo único que está realmente en tus manos es cambiarte a ti mismo y hacer lo correcto.
Llega el ambiguo final, abierto a distintas interpretaciones (*), un fundido a negro y la película acaba. Nuestro aplauso atronador no distrae al runrún de nuestro cerebro que ya en este momento empieza a darle vueltas al apabullante bombardeo de mensajes y metáforas con fuertes críticas sociales, políticas e incluso religiosas que 'El hoyo' nos ha hecho llegar, y a un servidor le queda la sensación de que acaba de ver una gran obra muy cuidada tanto en forma como en fondo, que además seguramente gane enteros con un segundo o tercer visionado. Así que esto, señoras y señores, se ha de premiar y, aunque no le ponga un 10 porque esa nota me la guardo para películas que realmente son o han sido muy especiales para mí, sin duda mi nota de "Sobresaliente" se la ha ganado.
En definitiva, 'El hoyo' (de Galder Gaztelu-Urrutia) es una película que ya tenéis disponible en Netflix desde esta misma semana y cuyo visionado recomiendo encarecidamente. Puede gustaros más o puede gustaros menos, pero lo que es seguro es que no os dejará indiferente.
*Mi interpretación sobre el final de la película en la 'Zona spoiler'.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es un poco ambiguo ya que el estado en el que llegan los dos personajes al nivel 333 es tan decadente que nos es difícil saber cuáles de las imágenes que se nos muestran son reales o cuáles son visiones del protagonista. Si la niña al final es de verdad hija de Miharu, ¿ha mentido el personaje de Antonia San Juan o ha mentido la Administración?
Mi interpretación es la siguiente: No importa nada de esto porque todas estas dudas pasan a un segundo plano para dar paso al mensaje real. Y, ¿cuál es el mensaje? ¿La panacota? No. La panacota al final era la excusa, el medio, para hacer llegar a los miembros de la Administración el mensaje de que al fin los humanos hemos aprendido a compartir, a racionar, y a administrar el alimento para que todos tengan su parte y nadie muera de hambre. Un mensaje que el propio Goren ve que no es cierto, ya que aunque la panacota llegue intacta, cientos de personas se han asesinado o se han devorado entre sí en casi todos los niveles, y nadie a racionalizado la comida por iniciativa propia. Es por eso que al final se da cuenta de que el verdadero mensaje no es la panacota sino la niña. La vida de esa niña que es salvada gracias al virtuosismo de nuestro protagonista que entiende que nada de lo que él pueda llegar a hacer va a cambiar a la sociedad, pero lo que sí que está en su mano es hacer lo correcto y conseguir que esa niña viva. Goren sube a esa niña a la plataforma y se sacrifica en el último nivel para morir en paz, pues ese mensaje no necesita a un portador. El mensaje es el mensaje. Nuestro protagonista finalmente entiende que él solo jamás podrá cambiar a la sociedad, pero tampoco puede permitir que la sociedad le cambie a él.
Buscando en Internet he encontrado un análisis con el fragmento de El Quijote que nos llega a leer el protagonista al final del film, pero no es tanto el fragmento que se nos lee el que nos deja la pista definitiva sobre el final de la cinta, sino más bien el fragmento que le sigue y el que Goren no llega a leer el que finalmente nos explica bien el por qué de la reflexión final y la posterior decisión del protagonista.
Goren llega a leer: "El grande que fuera vicioso, será vicioso grande y el rico liberal será un ávaro mendigo. Que al poseedor de las riquezas no le hace dichoso tenerlas, sino gastarlas. Y no el gastarlas como quiera, sino saberlas bien gastar".
Pero el fragmento que le sigue y que no se nos lee en el film es el siguiente: "Al caballero pobre no le queda otro camino sino el de la virtud, siendo afable, bien criado, cortés y comedido, y oficioso, no soberbio, no arrogante, no murmurador y, sobretodo, caritativo…"
Dicho esto, sacad vuestras propias conclusiones.
Mi interpretación es la siguiente: No importa nada de esto porque todas estas dudas pasan a un segundo plano para dar paso al mensaje real. Y, ¿cuál es el mensaje? ¿La panacota? No. La panacota al final era la excusa, el medio, para hacer llegar a los miembros de la Administración el mensaje de que al fin los humanos hemos aprendido a compartir, a racionar, y a administrar el alimento para que todos tengan su parte y nadie muera de hambre. Un mensaje que el propio Goren ve que no es cierto, ya que aunque la panacota llegue intacta, cientos de personas se han asesinado o se han devorado entre sí en casi todos los niveles, y nadie a racionalizado la comida por iniciativa propia. Es por eso que al final se da cuenta de que el verdadero mensaje no es la panacota sino la niña. La vida de esa niña que es salvada gracias al virtuosismo de nuestro protagonista que entiende que nada de lo que él pueda llegar a hacer va a cambiar a la sociedad, pero lo que sí que está en su mano es hacer lo correcto y conseguir que esa niña viva. Goren sube a esa niña a la plataforma y se sacrifica en el último nivel para morir en paz, pues ese mensaje no necesita a un portador. El mensaje es el mensaje. Nuestro protagonista finalmente entiende que él solo jamás podrá cambiar a la sociedad, pero tampoco puede permitir que la sociedad le cambie a él.
Buscando en Internet he encontrado un análisis con el fragmento de El Quijote que nos llega a leer el protagonista al final del film, pero no es tanto el fragmento que se nos lee el que nos deja la pista definitiva sobre el final de la cinta, sino más bien el fragmento que le sigue y el que Goren no llega a leer el que finalmente nos explica bien el por qué de la reflexión final y la posterior decisión del protagonista.
Goren llega a leer: "El grande que fuera vicioso, será vicioso grande y el rico liberal será un ávaro mendigo. Que al poseedor de las riquezas no le hace dichoso tenerlas, sino gastarlas. Y no el gastarlas como quiera, sino saberlas bien gastar".
Pero el fragmento que le sigue y que no se nos lee en el film es el siguiente: "Al caballero pobre no le queda otro camino sino el de la virtud, siendo afable, bien criado, cortés y comedido, y oficioso, no soberbio, no arrogante, no murmurador y, sobretodo, caritativo…"
Dicho esto, sacad vuestras propias conclusiones.
26 de diciembre de 2023
26 de diciembre de 2023
45 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Os doy la razón.
Os doy la razón en que el que mucho abarca poco aprieta o en que, a veces, menos es más. Os doy la razón en que hay demasiados personajes con muy poca profundidad y a los que les falta desarrollo causando que, por momentos, desconozcamos lo que les motiva a adentrarse de lleno en esta aventura espacial. Os doy la razón en que hay personajes que entran y salen del filme sin que realmente nos llegue a importar porque no hemos llegado a empatizar con ellos por mucho que la película se esfuerce con tanta cámara lenta y música épica de fondo. Os doy la razón en que en poco más de dos horas de metraje es muy difícil presentar un nuevo universo y un nuevo conflicto, por lo que el resultado es un montaje atropellado en el que el espectador ve como los personajes aparecen y van de planeta en planeta sin mucho que decir y poco que aportar. Y sí... Os doy la razón en que Zack Snyder ha cogido múltiples referencias de novelas y películas de ciencia ficción y aventuras y las ha mezclado en este, su nuevo filme, titulado 'Rebel Moon'.
Que sí, que os doy la razón. Pero también me doy la razón a mí mismo en que con cada nuevo proyecto que saca adelante este director, muchos se ponen el cuchillo entre los dientes y no entienden de grises, sólo de blanco o negro. A vosotros, fanáticos incondicionales, haters desmesurados y críticos supuestamente especializados, solamente me queda deciros: cómo os cebáis con Zack Snyder.
Ya he mencionado los innumerables errores que a mi parecer tiene 'Rebel Moon (Parte 1): La niña del fuego' (2023). En muchos aspectos, la película resulta fallida como presentación de universo y personajes queriendo abarcar demasiado en poco tiempo. Creo que Snyder vuelve a cometer el error que cometió con 'Batman v Superman: El amanecer de la justicia' (2016) y con 'Liga de la Justicia' (2017) y 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder' (2021), y es asentar las bases de una historia creando un mundo con cientos de personajes y lugares para después empezar a escribir un libreto en el que quiere incluirlo todo. El extenso guion no da para la duración que busca el estudio por lo que, o bien le hacen recortar el metraje como en el caso de sus adaptaciones de los personajes de DC Comics, o bien le hacen dividir la historia en dos películas con tijeretazos incluidos en el montaje, como en el caso del filme que nos ocupa.
La labor de sintetizar en una novela o en una película es de vital importancia, y está muy bien sacar versiones extendidas de larga duración a posteriori que complementen las versiones estrenadas por el estudio y que, casi con total seguridad, las superen en calidad, pero tampoco sería justo tener que ver siempre una película de este director pensando en que no podemos sacar una valoración final de la misma hasta ver el montaje del director.
Dicho esto, la película no es un bodrio. Dejando a un lado que el filme ganará enteros con su montaje final y con la segunda parte ya estrenada, pudiendo así valorar esta gran historia espacial en su conjunto, 'La niña del fuego' cuenta con una hermosa fotografía, unos buenos efectos visuales, una épica banda sonora y unas interpretaciones más que correctas (destacando sobre todo a Sofia Boutella como heroína y protagonista, y a Ed Skrein como imponente villano). El vestuario y el diseño de producción bebe de diferentes culturas y religiones, y de otras historias de fantasía ya vistas, y el cuidado arte conceptual nos regala un desfile de especies extraterrestres y nuevos planetas que te atrapan visualmente y que llegan a resultar hipnóticos. El arco narrativo principal es la versión espacial de Zack Snyder de 'Los siete samuráis' (1954) de Akira Kurosawa, y la historia plantea muchas tramas y conflictos que espero que sean explotados en otras películas o series porque, ciertamente, Zack Snyder ha creado un mundo muy rico del que poder extraer el máximo jugo posible.
La verdad, es una pena que el paso por el universo DC de este cineasta haya provocado una división tan grande entre la crítica y los fans hasta el punto de que la mayoría no sea capaz de ver una película de este señor y analizarla o disfrutarla sin prejuicios y con total objetividad. Porque sí, os doy la razón en que 'Rebel Moon' tiene muchos fallos y no es ni muchos menos perfecta, pero no... No es de ninguna de las maneras una mala película y es, en muchos aspectos, un filme muy disfrutable.
Visionadla y sacad vosotros mismos vuestras propias conclusiones, porque mi primera conclusión nada más aparecer el fundido a negro fue sencillamente... ¡Cómo os cebáis con Zack Snyder!
Os doy la razón en que el que mucho abarca poco aprieta o en que, a veces, menos es más. Os doy la razón en que hay demasiados personajes con muy poca profundidad y a los que les falta desarrollo causando que, por momentos, desconozcamos lo que les motiva a adentrarse de lleno en esta aventura espacial. Os doy la razón en que hay personajes que entran y salen del filme sin que realmente nos llegue a importar porque no hemos llegado a empatizar con ellos por mucho que la película se esfuerce con tanta cámara lenta y música épica de fondo. Os doy la razón en que en poco más de dos horas de metraje es muy difícil presentar un nuevo universo y un nuevo conflicto, por lo que el resultado es un montaje atropellado en el que el espectador ve como los personajes aparecen y van de planeta en planeta sin mucho que decir y poco que aportar. Y sí... Os doy la razón en que Zack Snyder ha cogido múltiples referencias de novelas y películas de ciencia ficción y aventuras y las ha mezclado en este, su nuevo filme, titulado 'Rebel Moon'.
Que sí, que os doy la razón. Pero también me doy la razón a mí mismo en que con cada nuevo proyecto que saca adelante este director, muchos se ponen el cuchillo entre los dientes y no entienden de grises, sólo de blanco o negro. A vosotros, fanáticos incondicionales, haters desmesurados y críticos supuestamente especializados, solamente me queda deciros: cómo os cebáis con Zack Snyder.
Ya he mencionado los innumerables errores que a mi parecer tiene 'Rebel Moon (Parte 1): La niña del fuego' (2023). En muchos aspectos, la película resulta fallida como presentación de universo y personajes queriendo abarcar demasiado en poco tiempo. Creo que Snyder vuelve a cometer el error que cometió con 'Batman v Superman: El amanecer de la justicia' (2016) y con 'Liga de la Justicia' (2017) y 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder' (2021), y es asentar las bases de una historia creando un mundo con cientos de personajes y lugares para después empezar a escribir un libreto en el que quiere incluirlo todo. El extenso guion no da para la duración que busca el estudio por lo que, o bien le hacen recortar el metraje como en el caso de sus adaptaciones de los personajes de DC Comics, o bien le hacen dividir la historia en dos películas con tijeretazos incluidos en el montaje, como en el caso del filme que nos ocupa.
La labor de sintetizar en una novela o en una película es de vital importancia, y está muy bien sacar versiones extendidas de larga duración a posteriori que complementen las versiones estrenadas por el estudio y que, casi con total seguridad, las superen en calidad, pero tampoco sería justo tener que ver siempre una película de este director pensando en que no podemos sacar una valoración final de la misma hasta ver el montaje del director.
Dicho esto, la película no es un bodrio. Dejando a un lado que el filme ganará enteros con su montaje final y con la segunda parte ya estrenada, pudiendo así valorar esta gran historia espacial en su conjunto, 'La niña del fuego' cuenta con una hermosa fotografía, unos buenos efectos visuales, una épica banda sonora y unas interpretaciones más que correctas (destacando sobre todo a Sofia Boutella como heroína y protagonista, y a Ed Skrein como imponente villano). El vestuario y el diseño de producción bebe de diferentes culturas y religiones, y de otras historias de fantasía ya vistas, y el cuidado arte conceptual nos regala un desfile de especies extraterrestres y nuevos planetas que te atrapan visualmente y que llegan a resultar hipnóticos. El arco narrativo principal es la versión espacial de Zack Snyder de 'Los siete samuráis' (1954) de Akira Kurosawa, y la historia plantea muchas tramas y conflictos que espero que sean explotados en otras películas o series porque, ciertamente, Zack Snyder ha creado un mundo muy rico del que poder extraer el máximo jugo posible.
La verdad, es una pena que el paso por el universo DC de este cineasta haya provocado una división tan grande entre la crítica y los fans hasta el punto de que la mayoría no sea capaz de ver una película de este señor y analizarla o disfrutarla sin prejuicios y con total objetividad. Porque sí, os doy la razón en que 'Rebel Moon' tiene muchos fallos y no es ni muchos menos perfecta, pero no... No es de ninguna de las maneras una mala película y es, en muchos aspectos, un filme muy disfrutable.
Visionadla y sacad vosotros mismos vuestras propias conclusiones, porque mi primera conclusión nada más aparecer el fundido a negro fue sencillamente... ¡Cómo os cebáis con Zack Snyder!
8
27 de diciembre de 2019
27 de diciembre de 2019
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo valorar una película de la saga de Star Wars siguiendo los parámetros habituales utilizados por los críticos de cine profesionales y especializados. Lo siento, no puedo. Primeramente, porque no soy un crítico profesional ni tengo interés en serlo. Y seguidamente, porque un fenómeno cinematográfico de la talla de Star Wars, al igual que en el caso de muchos otros fenómenos que ha habido en la historia del cine y de la televisión, a veces trasciende a todo tipo de lógica argumental y se acaba ganando al espectador agarrándose a sus sentimientos y llegando a emocionarle con pequeños guiños y detalles capaces de tapar cualquier agujero de guión. Y eso es precisamente lo que me pasa con esta película, que aún siendo conocedor de sus múltiples errores, ha conseguido sacarme alguna que otra lágrima en sus minutos finales haciendo que la balanza entre lo bueno y lo malo se decante finalmente hacia el lado positivo. Pero no nos adelantemos y vayamos por partes.
Todo comenzó en 2015 con J.J. Abrams sentando las bases de una nueva trilogía de Star Wars, estrenando un episodio VII con unos nuevos personajes protagonistas y una nueva historia que debía de ser desarrollada a lo largo de tres películas y que bebería mucho de su trilogía original (muchos incluso llegaron a catalogar este episodio VII como un refrito del episodio IV). Dos años más tarde, Abrams no siguió para la secuela y Rian Johnson fue el encargado de escribir y dirigir la continuación de dicho episodio con una 'Los Últimos Jedi' que, si bien a nivel individual me parece una buena película, emocionante y entretenida, a nivel de puente hacía un cierre de trilogía no acabó de funcionar, pues los giros en la trama del film se cargaban por completo el planteamiento inicial que J.J. Abrams tenía para su saga. La película dividió a crítica y a fans, y con una Disney contra las cuerdas se decidió traer de regreso a nuestro amigo J.J. para que intentara cerrar esta trilogía tal y como él la tenía planeada desde sus inicios. Es así como llegamos a esta 'El Ascenso de Skywalker'.
¿Por qué os he explicado todo esto? Porque me parecen hechos bastante relevantes para entender uno de los principales problemas que arrastra este film: Son dos películas en una. El episodio IX es a su vez el episodio VIII y el episodio IX, ya que plantea una serie de tramas que se han de desarrollar de forma rápida y atropellada desde el inicio de la película cuando bien podrían haber sido desarrolladas o planteadas en su anterior episodio de forma más calmada y pausada. A su vez, en su segunda mitad trata de cerrar todos los arcos argumentales e intenta dar un final más que digno a la saga de Skywalker. El resultado de esto es un film con unos enormes agujeros de guión y unas resoluciones que se suceden porque sí sin darte una explicación convincente del por qué pasa lo que pasa, y que no te deja respirar ni un segundo porque no paran de suceder cosas una tras otra.
Pese a esto, esta película también tiene todo aquello que un fan de la saga espera de Star Wars: Espectaculares batallas espaciales, emocionantes duelos de espadas láser, diversos planetas completamente identificables con diferentes criaturas y droides nuevos y conocidos que sacarán más de una sonrisa al espectador, un enorme respeto a sus predecesoras y continuos guiños a toda la saga que emocionarán a los fans más nostálgicos. Todas las tramas se cierran y obtenemos un final que se siente como un verdadero final de saga que tiene pinta de marcar un antes y un después en la trama de los Skywalker.
Se cierra el telón y tal vez la sensación final que se le puede quedar a uno es que este cierre no es el broche de oro que una saga como Star Wars merecía pero, dadas las circunstancias, a mí me ha parecido un cierre perfecto para una trilogía imperfecta que empezó sus andaduras sin un rumbo fijo y marcado, y acabó con una película irregular que consiguió emocionarme y recordar aquello que hizo que me enamorara de esta saga cuando era niño.
Larga vida a los Skywalker. Larga vida a STAR WARS.
Todo comenzó en 2015 con J.J. Abrams sentando las bases de una nueva trilogía de Star Wars, estrenando un episodio VII con unos nuevos personajes protagonistas y una nueva historia que debía de ser desarrollada a lo largo de tres películas y que bebería mucho de su trilogía original (muchos incluso llegaron a catalogar este episodio VII como un refrito del episodio IV). Dos años más tarde, Abrams no siguió para la secuela y Rian Johnson fue el encargado de escribir y dirigir la continuación de dicho episodio con una 'Los Últimos Jedi' que, si bien a nivel individual me parece una buena película, emocionante y entretenida, a nivel de puente hacía un cierre de trilogía no acabó de funcionar, pues los giros en la trama del film se cargaban por completo el planteamiento inicial que J.J. Abrams tenía para su saga. La película dividió a crítica y a fans, y con una Disney contra las cuerdas se decidió traer de regreso a nuestro amigo J.J. para que intentara cerrar esta trilogía tal y como él la tenía planeada desde sus inicios. Es así como llegamos a esta 'El Ascenso de Skywalker'.
¿Por qué os he explicado todo esto? Porque me parecen hechos bastante relevantes para entender uno de los principales problemas que arrastra este film: Son dos películas en una. El episodio IX es a su vez el episodio VIII y el episodio IX, ya que plantea una serie de tramas que se han de desarrollar de forma rápida y atropellada desde el inicio de la película cuando bien podrían haber sido desarrolladas o planteadas en su anterior episodio de forma más calmada y pausada. A su vez, en su segunda mitad trata de cerrar todos los arcos argumentales e intenta dar un final más que digno a la saga de Skywalker. El resultado de esto es un film con unos enormes agujeros de guión y unas resoluciones que se suceden porque sí sin darte una explicación convincente del por qué pasa lo que pasa, y que no te deja respirar ni un segundo porque no paran de suceder cosas una tras otra.
Pese a esto, esta película también tiene todo aquello que un fan de la saga espera de Star Wars: Espectaculares batallas espaciales, emocionantes duelos de espadas láser, diversos planetas completamente identificables con diferentes criaturas y droides nuevos y conocidos que sacarán más de una sonrisa al espectador, un enorme respeto a sus predecesoras y continuos guiños a toda la saga que emocionarán a los fans más nostálgicos. Todas las tramas se cierran y obtenemos un final que se siente como un verdadero final de saga que tiene pinta de marcar un antes y un después en la trama de los Skywalker.
Se cierra el telón y tal vez la sensación final que se le puede quedar a uno es que este cierre no es el broche de oro que una saga como Star Wars merecía pero, dadas las circunstancias, a mí me ha parecido un cierre perfecto para una trilogía imperfecta que empezó sus andaduras sin un rumbo fijo y marcado, y acabó con una película irregular que consiguió emocionarme y recordar aquello que hizo que me enamorara de esta saga cuando era niño.
Larga vida a los Skywalker. Larga vida a STAR WARS.
4 de noviembre de 2019
4 de noviembre de 2019
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras re-visionar el día anterior las dos primeras entregas de la saga, anoche fui al cine más cercano para visionar por fin esta 'Terminator: Destino Oscuro' con unas expectativas neutras tras haber leído diversas críticas contradictorias que, o bien la aclamaban calificándola de la verdadera sucesora de la mítica 'Terminator 2: El Juicio Final', o bien la tiraban por tierra tildándola, en muchos casos, de la película que entierra definitivamente la saga de nuestro amado cyborg del futuro.
Cierto es que a muchos fans se nos empezaba a acabar la paciencia después de que, tras la poco satisfactoria 'Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas', Hollywood nos invadiera a lo largo de los años con varios intentos a la desesperada de resucitar la franquicia con películas que pretendían dar inicio a una nueva trilogía y que al final siempre resultaban ser fallidas: Primero con un Christian Bale como John Connor ambientada ya en ese futuro post-apocalíptico en 'Terminator Salvation', y después con esa especie de secuela/reboot ('Terminator: Génesis') que no acabó de cuajar pese al gran esfuerzo de Emilia Clarke por estar a la altura de la Sarah Connor de Linda Hamilton, y con un repescado Arnold Schwarzenegger interpretando a un viejo y algo "cascado" T-800.
Tras todo este embrollo acompañado de mala recepción y taquilla, llegamos al punto en el que estamos hoy: James Cameron recupera los derechos de su saga futurista y escribe y produce este nuevo capítulo que se convierte ya en el tercer intento de iniciar una nueva trilogía de nuestro exterminador robótico.
Son también tres las claves por las que se apuesta para que este tercer intento al fin funcione:
1.- Olvidar todo lo sucedido tras la segunda entrega y tomarnos esta película como una continuación directa de las dos primeras (y mejores) películas de la saga.
2.- Repescar a los protagonistas de las dos primeras entregas (Schwarzenegger y Hamilton) e intentar rodearlos de nuevos personajes y actores/actrices que estén a su altura.
3.- Escoger a un buen director de cine de acción y de actualidad como Tim Miller ('Deadpool') para ponerse al mando del proyecto frente a la ausencia tras las cámaras de Cameron.
En fin, poca cosa...
Entonces, ¿ha conseguido convertirse esta secuela en una digna sucesora? ¿Podemos decir al fin que a la tercera fue la vencida?
Mi respuesta es sí. Para mí ' Terminator: Destino Oscuro' es la digna secuela de la saga que llevo años esperando. Y principalmente lo es porque recupera al personaje que para mí siempre ha sido el alma de esta franquicia: Sarah Connor (Linda Hamilton). Porque sí, John Connor iba a ser el líder de la Resistencia, pero fue Sarah Connor la que enamoró al espectador igual que enamoró a Kyle Reese en la primera película, y fue ella la que nos fascinó por su evolución de mujer inocente e indefensa a guerrera y heroína ya mítica del cine de acción en su segunda entrega. Y esto fue posible gracias, sobretodo, a Linda Hamilton. Amigos, John Connor puede haber muchos (de hecho, hemos tenido uno diferente en cada película), pero Sarah Connor sólo hay una, y esta saga necesitaba su regreso como agua de Mayo. En esta entrega regresa y lo hace por todo lo alto, pues aunque los años pasen y su personaje haya envejecido, su esencia se mantiene. Y esta es precisamente la gran virtud de esta 'Dark Fate': Mantiene la esencia de sus inicios.
Regresa Arnold por todo lo alto con este nuevo T-800 (el mejor desde las dos primeras entregas) que nos recuerda al T-800 de 'T2' por su humanización que al final puede llegar hasta a emocionarnos, y nos demuestra que su química con Linda Hamilton sigue siendo la misma con esa relación de amor-odio y de desconfianza que siempre ha habido entre Sarah Connor y los cyborgs.
Las nuevas incorporaciones funcionan algunas mejor y otras peor, siendo Mackenzie Davis con su potentísima Grace la mejor parada y Natalia Reyes interpretando a Dani Ramos la que, pese a estar correcta en su papel, queda peor parada y, en ocasiones, eclipsada frente a tanta estrella reunida (en zona spoilers comentaré ciertos giros de la trama relacionados con su personaje que no me han acabado de convencer). Gabriel Luna también hace un buen trabajo como REV-9 entregándonos el mejor villano de la saga (de nuevo) desde 'T2'.
Y es que ese "desde" que tanto repito es el gran lastre de esta nueva entrega. Es una muy buena película de ciencia-ficción con una buena banda sonora compuesta por Junkie XL, con grandes personajes, buenos efectos especiales y grandes secuencias de acción que pese a superar, en mi opinión, a sus tres predecesoras, no llega a alcanzar el nivel de las dos primeras dónde se explicaba una historia muy similar pero mejor, y además contaba con el factor sorpresa y la novedad. Y quizá esa ha sido la gran queja de gran parte del público: Esa sensación de refrito y de "esto ya lo he vivido" que puede llegar a dejar el film. Aunque romperé una lanza en su favor y diré que 'Terminator 2' (mi película favorita de la saga) ya era una repetición de la misma fórmula que nos ofrecieron en la primera película y en su día nadie se quejó por esto.
Pese a eso, he de salir en defensa de esta película porque considero que por fin ha conseguido algo que no habían conseguido sus predecesoras, y es llegar a emocionarme de nuevo con sus personajes y su historia y, sobretodo, haberme dejado con las ganas de seguir viendo cómo sigue este nuevo futuro que nos presentan. De momento parece que los datos de taquilla no acompañan, pero espero que esto no cambie los planes de continuación de la saga y los fans podamos llegar a ver algún día este nuevo... DESTINO OSCURO.
(Sigo en zona SPOILERS con SPOILERS de la trama)
Cierto es que a muchos fans se nos empezaba a acabar la paciencia después de que, tras la poco satisfactoria 'Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas', Hollywood nos invadiera a lo largo de los años con varios intentos a la desesperada de resucitar la franquicia con películas que pretendían dar inicio a una nueva trilogía y que al final siempre resultaban ser fallidas: Primero con un Christian Bale como John Connor ambientada ya en ese futuro post-apocalíptico en 'Terminator Salvation', y después con esa especie de secuela/reboot ('Terminator: Génesis') que no acabó de cuajar pese al gran esfuerzo de Emilia Clarke por estar a la altura de la Sarah Connor de Linda Hamilton, y con un repescado Arnold Schwarzenegger interpretando a un viejo y algo "cascado" T-800.
Tras todo este embrollo acompañado de mala recepción y taquilla, llegamos al punto en el que estamos hoy: James Cameron recupera los derechos de su saga futurista y escribe y produce este nuevo capítulo que se convierte ya en el tercer intento de iniciar una nueva trilogía de nuestro exterminador robótico.
Son también tres las claves por las que se apuesta para que este tercer intento al fin funcione:
1.- Olvidar todo lo sucedido tras la segunda entrega y tomarnos esta película como una continuación directa de las dos primeras (y mejores) películas de la saga.
2.- Repescar a los protagonistas de las dos primeras entregas (Schwarzenegger y Hamilton) e intentar rodearlos de nuevos personajes y actores/actrices que estén a su altura.
3.- Escoger a un buen director de cine de acción y de actualidad como Tim Miller ('Deadpool') para ponerse al mando del proyecto frente a la ausencia tras las cámaras de Cameron.
En fin, poca cosa...
Entonces, ¿ha conseguido convertirse esta secuela en una digna sucesora? ¿Podemos decir al fin que a la tercera fue la vencida?
Mi respuesta es sí. Para mí ' Terminator: Destino Oscuro' es la digna secuela de la saga que llevo años esperando. Y principalmente lo es porque recupera al personaje que para mí siempre ha sido el alma de esta franquicia: Sarah Connor (Linda Hamilton). Porque sí, John Connor iba a ser el líder de la Resistencia, pero fue Sarah Connor la que enamoró al espectador igual que enamoró a Kyle Reese en la primera película, y fue ella la que nos fascinó por su evolución de mujer inocente e indefensa a guerrera y heroína ya mítica del cine de acción en su segunda entrega. Y esto fue posible gracias, sobretodo, a Linda Hamilton. Amigos, John Connor puede haber muchos (de hecho, hemos tenido uno diferente en cada película), pero Sarah Connor sólo hay una, y esta saga necesitaba su regreso como agua de Mayo. En esta entrega regresa y lo hace por todo lo alto, pues aunque los años pasen y su personaje haya envejecido, su esencia se mantiene. Y esta es precisamente la gran virtud de esta 'Dark Fate': Mantiene la esencia de sus inicios.
Regresa Arnold por todo lo alto con este nuevo T-800 (el mejor desde las dos primeras entregas) que nos recuerda al T-800 de 'T2' por su humanización que al final puede llegar hasta a emocionarnos, y nos demuestra que su química con Linda Hamilton sigue siendo la misma con esa relación de amor-odio y de desconfianza que siempre ha habido entre Sarah Connor y los cyborgs.
Las nuevas incorporaciones funcionan algunas mejor y otras peor, siendo Mackenzie Davis con su potentísima Grace la mejor parada y Natalia Reyes interpretando a Dani Ramos la que, pese a estar correcta en su papel, queda peor parada y, en ocasiones, eclipsada frente a tanta estrella reunida (en zona spoilers comentaré ciertos giros de la trama relacionados con su personaje que no me han acabado de convencer). Gabriel Luna también hace un buen trabajo como REV-9 entregándonos el mejor villano de la saga (de nuevo) desde 'T2'.
Y es que ese "desde" que tanto repito es el gran lastre de esta nueva entrega. Es una muy buena película de ciencia-ficción con una buena banda sonora compuesta por Junkie XL, con grandes personajes, buenos efectos especiales y grandes secuencias de acción que pese a superar, en mi opinión, a sus tres predecesoras, no llega a alcanzar el nivel de las dos primeras dónde se explicaba una historia muy similar pero mejor, y además contaba con el factor sorpresa y la novedad. Y quizá esa ha sido la gran queja de gran parte del público: Esa sensación de refrito y de "esto ya lo he vivido" que puede llegar a dejar el film. Aunque romperé una lanza en su favor y diré que 'Terminator 2' (mi película favorita de la saga) ya era una repetición de la misma fórmula que nos ofrecieron en la primera película y en su día nadie se quejó por esto.
Pese a eso, he de salir en defensa de esta película porque considero que por fin ha conseguido algo que no habían conseguido sus predecesoras, y es llegar a emocionarme de nuevo con sus personajes y su historia y, sobretodo, haberme dejado con las ganas de seguir viendo cómo sigue este nuevo futuro que nos presentan. De momento parece que los datos de taquilla no acompañan, pero espero que esto no cambie los planes de continuación de la saga y los fans podamos llegar a ver algún día este nuevo... DESTINO OSCURO.
(Sigo en zona SPOILERS con SPOILERS de la trama)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Mención especial al poderoso e inesperado (para mí) arranque que tiene la película dónde nos enseñan de nuevo el vídeo mostrado en 'T2' de Sarah Connor hablando del día del Juicio Final en el Hospital de Salud Mental PESCADERO, y su posterior escena en un chiringuito en Guatemala con unos geniales efectos de CGI rejuveneciendo a Linda Hamilton, Edward Furlong y Arnold Schwarzenegger, dónde se nos muestra el asesinato de John Connor a manos de un T-800. Una introducción perfecta que enseguida nos sitúa de forma más que correcta y eficaz en el punto exacto dónde se van a suceder los hechos de 'Terminator: Destino Oscuro'.
- El giro argumental del personaje de Daniela Ramos, en el cuál te explican que ella será la nueva John Connor, y liderará a la Resistencia contra las máquinas en el futuro, no me acaba de convencer, y no sé si es a causa de la interpretación de Natalia Reyes en dicha escena del futuro dónde libera a Grace (no me la acabo de creer como futura líder), o por su interpretación en general durante la película que, como ya he dicho, pese a estar correcta es en mi opinión uno de los puntos más flojos del film (y si ella va a ser el pilar principal de las posibles secuelas, mal vamos). Veo algo forzado y metido con calzador el tema del empoderamiento de la mujer con su personaje en concreto, y no porque me moleste que la nueva líder de la Resistencia sea mujer, sino porque veo que dicho personaje no da la talla como tal, o bien por su interpretación o bien por el enfoque que le han dado en la escritura de guión. Un personaje o una actriz, por ejemplo, de la talla de la Grace de Mackenzie Davis me hubiera convencido mucho más e introduciendo los mismos elementos, me hubiera encajado más en la historia. Veremos si me cierran la boca en futuras secuelas, si es que las hay, pero de momento este aspecto se lleva de mi parte un punto negativo.
- La extensa escena final de acción en el avión pero sobretodo su posterior secuencia bajo el agua me han sacado de la película. No sé si ha sido a causa de la oscuridad de la escena bajo el mar o del abuso de unos efectos de CGI que por primera vez en la película sí he notado en exceso y me han chirriado un poco, pero tampoco me ha acabado de convencer. Suerte que después la película remonta con la increíble escena de acción de "todos contra REV-9" y su gran desenlace con el sacrificio del T-800 y me han hecho olvidar por completo ese aspecto negativo.
- El giro argumental del personaje de Daniela Ramos, en el cuál te explican que ella será la nueva John Connor, y liderará a la Resistencia contra las máquinas en el futuro, no me acaba de convencer, y no sé si es a causa de la interpretación de Natalia Reyes en dicha escena del futuro dónde libera a Grace (no me la acabo de creer como futura líder), o por su interpretación en general durante la película que, como ya he dicho, pese a estar correcta es en mi opinión uno de los puntos más flojos del film (y si ella va a ser el pilar principal de las posibles secuelas, mal vamos). Veo algo forzado y metido con calzador el tema del empoderamiento de la mujer con su personaje en concreto, y no porque me moleste que la nueva líder de la Resistencia sea mujer, sino porque veo que dicho personaje no da la talla como tal, o bien por su interpretación o bien por el enfoque que le han dado en la escritura de guión. Un personaje o una actriz, por ejemplo, de la talla de la Grace de Mackenzie Davis me hubiera convencido mucho más e introduciendo los mismos elementos, me hubiera encajado más en la historia. Veremos si me cierran la boca en futuras secuelas, si es que las hay, pero de momento este aspecto se lleva de mi parte un punto negativo.
- La extensa escena final de acción en el avión pero sobretodo su posterior secuencia bajo el agua me han sacado de la película. No sé si ha sido a causa de la oscuridad de la escena bajo el mar o del abuso de unos efectos de CGI que por primera vez en la película sí he notado en exceso y me han chirriado un poco, pero tampoco me ha acabado de convencer. Suerte que después la película remonta con la increíble escena de acción de "todos contra REV-9" y su gran desenlace con el sacrificio del T-800 y me han hecho olvidar por completo ese aspecto negativo.
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