Adam Kay es un residente del servicio de obstetricia de un hospital público que cada día debe lidiar con turnos interminables, un trabajo exigente y mal pagado y una responsabilidad para la que no siempre está preparado, más cuando los medios escasean, y que le dificulta, más bien le impide, tener una vida fuera del ámbito laboral que todo lo absorbe. Y a pesar de todo, es una serie de humor.

Como comedia no es excesiva, que es lo que muchas veces pierde al género. El humor, sarcástico, muy británico, es el escudo que protege a este doctor superado por las circunstancias unas veces cómicas, otras dramáticas, porque la serie transcurre principalmente en el hospital, donde ya sabemos que todo puede pasar, que la vida y la muerte se dan la mano. Pero el drama está bien contenido gracias a unos diálogos ingeniosos, personajes medidos y situaciones bien resueltas para que nada desentone, logrando un perfecto equilibro y alejándose de la típica serie sobre médicos y hospitales.

Mención especial merecen el actor Ben Whishaw, que todo él consigue trasmitir lo que pasa por la cabeza del doctor, y la banda sonora, una auténtica gozada.

Buen comienzo, desarrollo confuso y final aburrido y decepcionante.
Dado el revuelo de este verano, la pugna entre esta película y la de Nolan y que recientemente leí en alguna parte que incluso podría estar nominada al Oscar a mejor guion original, he aprovechado su lanzamiento en streaming para verla aunque en principio no me interesaba lo más mínimo, quizás porque yo nunca tuve una Barbie así que no sentía ese interés lógico de quien ha jugado con la muñeca y coleccionado sus vestidos y accesorios. Pues no, podría haber pasado sin verla que no me hubiera pasado nada.
El comienzo me parece muy simpático, guiño a Kubrick incluido. La recreación del mundo Barbie es espectacular y se aborda con un humor que hace presagiar una película divertida, pero no, porque todo eso acaba tras el encuentro de Barbie estereotípica con Barbie rara. A partir de ahí, la película pretende ser divertida aunque a mi no me lo parece, quizás porque los únicos gags que merecen la pena, los de Ken descubriendo que en el mundo real los hombres no son una mujer florero y sus posibilidades, los había visto en los trailers. Tampoco me queda claro de qué la va la historia.¿Es una crítica al patriarcado? ¿Al papel que desempeña la mujer en un mundo de hombres? ¿A los estereotipos? O peor todavía ¿una loa a la capacidad de la mujer para manipular a los hombres haciéndose las tontas porque los tontos son ellos? Sinceramente, todo me pareció muy confuso. Supongo que porque la directora y guionista ha querido tratar tantas cuestiones complejas de una forma desenfadada y en tan poco tiempo que al final se le ha ido de las manos reduciéndolo todo al más absoluto simplismo y retratando a los hombres como si fueran oligofrénicos perdidos, todos ellos.
De la película se salvan unos actores entregados, aunque Ryan Gosling está aquí ridículo lo mires por donde lo mires, con una América Ferrrera que es redescubierta cada cierto tiempo y a mi me parece que siempre queda bien en todo lo que hace además de que su monólogo es lo único que de verdad merece la pena de la película y unos decorados espectaculares. La música promete al principio aunque luego decepciona.
Cada día entiendo menos a los críticos. Igual hasta le dan el Oscar a mejor guion original. Al tiempo.

Solo he visto el primer capítulo y no voy a seguir viendo la serie. Y no es algo que suela hacer, siempre intento dar una segunda oportunidad, avanzar un poco más antes de dar carpetazo, pero a ésta se la daré si algún día no tengo nada que hacer, que leer o ver. Difícil por no decir imposible.
No me parece mal producto. Desde el primer capítulo se adivina una historia bien contada, con alguna licencia para asemejarlo a un producto USA, que va a mantener al espectador enganchado hasta el final aun conociéndolo, pero hasta llegar a ese final, capítulo a capítulo, te tienes que tragar a Úrsula Corberó. Mientras veía el primer capítulo, en más de una ocasión, he pensado en activar los subtítulos porque no entendía el farfulleo de la protagonista. No me convence en su papel y como no soy capaz de ver una serie o película española cuando no entiendo lo que dicen los actores, más sin son los principales, lo dejo.

Si, ¡Salta! es CINE: un guion bien trabajado, que no se pierde en aprovechar absurdamente la flexibilidad que ofrece la ciencia ficción, ni en dar al espectador lo que se supone que quiere, una magnífica realización y ambientación, una banda sonora que se adapta a la imagen, que no desentona, un elenco de actores, el casting muy acertado, que se desenvuelven con una soltura tal en el papel que desempeñan que no parece que estén actuando y qué se puede decir mejor que eso de un actor (el pequeño Mario Santos - Teo en la película - se lo pasó pipa).
En definitiva, es ese tipo de película que te mantiene con una sonrisa en la boca durante todo el metraje, que te entretiene y emociona por partes iguales y que, cuando termina, no puedes evitar expresar en voz alta lo mucho que has disfrutado y para mí, eso es cine.
Merece la pena pagar lo que cuesta la entrada para ver este tipo de película que cada vez escasea más, una película redonda cuya trama no comento para no desvelar nada y porque basta con leer la sinopsis, la opinión de los críticos y la de quienes la hemos disfrutado para invitar a verla.

Buscando por internet artículos sobre las mejores series para aprender o mejorar el inglés, Doctor Who estaba en todas las listas. Nada que perder, considerando que soy una apasionada de la ciencia ficción, así que este verano me he subido a la TARDIS con el mayor de mis hijos y ¡menudas vacaciones!.
He leído críticas muy acertadas sobre Doctor Who que inciden en lo loco, divertido y bien hilado de sus tramas que hacen obviar aquellos aspectos que deslucen una producción mítica, de referencia para cualquier aficionado a la ciencia ficción que no había tenido la oportunidad de abordar hasta ahora (Amazon Prime, gracias) y es que sí, que se nota el bajo presupuesto, que hay veces que el disfraz parece sacado del bazar de la esquina de tu casa, pero fuera de eso y algún que otro detallito obviable la serie tiene todo lo necesario para engancharte hasta el final: capítulos de corta duración en la que suceden mil y una cosa, con un personaje principal divertido y electrizante, mención especial a David Tennant, en estado de gracia (versión original, please), con respecto del que se profundiza hasta dotarle de absoluta humanidad, magníficos secundarios y guiones muy cuidados, rebosantes de imaginación.
Y si algo de esto te convence y anima a subirte a la TARDIS, solo puedo decirte una cosa: Allons-y!