Los primeros teaser de la película, antes de su estreno, me parecieron muy divertidos e interesantes. La campaña publicitaria bastante buena y el trailer oficial prometía una comedia desenfada y disparatada, pero con alguna sorpresa emotiva, inspiradora y reflexiva. Me convenció bastante, y tenía muchas ganas de ir a verla.

La historia arranca bien, escenarios bonitos, personajes bonitos, que parecen divertidos y que pueden guardar grandes sorpresas. Se plantea pronto la problemática, que puede resultar interesante, te convence, y hasta ahí bien… Pero empieza el desarrollo y entonces descubres el pastel y el engaño al que te han inducido.

Salí del cine, totalmente desencantado, desilusionado y enfadado.

No es una comedia con un mensaje bonito e inspirador, más bien es una película de propaganda absurda y barata, que lanza un mensaje adoctrinador, falso y confuso, guarda rencor, complejos y crea conflicto emocional, porque intentan hacerte creer, que como es una película feminista (según ellos, para mí, lo que he visto, no es feminismo, que revisen su significado, origen, movimiento y finalidad), sino estás de acuerdo con lo ves o no te gusta, es que eres un machista, o un hombre estúpido y poco inteligente (tal como retratan la figura del hombre en esta película)
Dejando a un lado, todo lo que rompe y destruye la magia de la película. Debo decir, que visualmente y musicalmente, tiene momentos que, si me han gustado, a parte de unos protagonistas geniales, que se han metido en su papel, muy bien, a pesar de que no me haya gustado la dirección, finalidad ni objetivo de dichos personajes.

Una lástima, Barbie y Ken, merecían algo mejor.

La película de Willow, para los que no la hayáis visto, y la cual os recomiendo, por supuesto, es una joya, una película donde relatan una historia épica, muy entretenida a la par que emotiva, en un mundo fantástico, lleno de personajes carismáticos. Acción, fantasía, humor y casi terror. Tenía todos los ingredientes muy bien integrados en un argumento sólido y con ritmo.
Más de 35 años después, deciden hacer una secuela, a modo de serie, siguiendo el transcurso de los acontecimientos anteriores de la cinta original.
Que conste que voy hacer una valoración objetiva, desligando mi pasión por la película original de los 80.
La historia es muy básica y sencilla, pero eso no significa que no pueda funcionar, sin embargo, el argumento se descalabra por completo a lo largo de los episodios, que van diluyendo el interés de la trama principal, que acaba importándote un pimiento. De hecho, ni te acuerdas en ocasiones, a dónde iban los personajes y por qué. Los episodios tienen escenas surrealistas que no vienen a cuento de nada, un relleno absurdo, estúpido e innecesario para llenar metraje.
La premisa inicial no tiene ni pies ni cabeza. Una misión de rescate real y una amenaza directa a la paz de territorios, liderada por 3 niños, un preso y un anciano (así lo deciden los líderes de dos reinos… juzgar vosotros mismos) El guión es absurdo, ridículo, totalmente idiotizado. Los personajes hablan como si estuviesen en el mundo real, al salir del instituto, es un insulto a los adolescentes que les guste el mundo de la fantasía. Los toman por imbéciles.
El vestuario es de risa, atemporal y casi de disfraz, al igual que las pocas escenas de acción, que no hay quien se las crea. Los escenarios, debo decir que algunos muy bonitos y con potencial, pero muy fugaces. La BSO, exceptuando los arreglos con la música original, un cero, no emociona ni crea inmersión.
El que una vez, llevó el peso con orgullo, de una gran película, creando un personaje precioso para el recuerdo, en esta serie, se convierte en un secundario, totalmente ridiculizado, mal dirigido, mal planteado y totalmente desvirtuado al original.
La serie es muy mala, muy aburrida y para los fans de Willow, será un insulto y una triste decepción, para el resto, una serie mediocre, más.

Beetlejuice, de 1988, es una película desenfadada, divertida, con una trama muy original y con personajes carismáticos e interesantes. Además, tenía una banda sonora genial, un decorado y maquillaje muy bonito y particular y unos actores excelentes. Se convirtió en un film que no se olvida y queda como referente.

Varias décadas después, nos regalan una ansiada segunda parte, que lo único bueno que tiene es ver a los protagonistas principales encarnando aquellos míticos personajes, rescatando piezas musicales, escenarios y lugares para despertar el cariño y la añoranza, de la cinta original.

Hay varias tramas, y solo una de ellas (la más interesante) debería haber sido la trama principal y girar en torno a ella, para dar más cuerpo y consistencia al argumento, que queda pobre y cojo constantemente. Pierdes el interés por los personajes (lamentablemente) y al final, te da igual lo que pase, porque no empatizas con ninguno de ellos ni con sus circunstancias. La película no tiene humor inteligente ni divertido, se hace larga y aburrida en tramos que no aportan nada ni interesan. Y eso, entristece.

Conclusión: si eres un fan de la cinta original, como lo soy yo, disfrutarás de volver a ver a los personajes, escuchar algunas melodías y recordar viejos escenarios, pero te quedarás con una sensación agridulce porque la segunda parte de Beetlejuice no es buena.

No pretende ser la película del año ni ser de terror, intenta entretener y divertir al espectador, y francamente, creo que lo consigue.
Un argumento muy sencillo, una trama muy clara y una villana interesante, perturbadora y en momentos, muy divertida, de hecho sabe a poco, y te quedas con ganas de más Megan.
La recomiendo, es entretenida.

No es una película para todo el mundo, pero si que no deja indiferente, te haya gustado o no. Hay que estar abierto a la fantasía y todo el imaginario de la ficción.

Tiene una premisa adictiva, un guion sencillo, pero original, unas interpretaciones muy buenas por unas actrices que están soberbias en su papel. El film enlaza rápidamente la trama de la historia para evitar metraje que no interese. Va directo y sin rodeos, y eso se agradece y se disfruta mucho. Tiene buen ritmo. El tiempo está bien dosificado. Va creciendo de menos a más, hasta llegar a un buen clímax final y diría que apoteósico.

La música es acertada, la fotografía muy interesante, como los planos. Y me ha maravillado el trabajo de vestuario, maquillaje y más. Una delicia, ver cosas reales y no ese uso excesivo de soporte digital que hace sea menos inmersivo a no ser que sea de una calidad excepcional.

Tiene muchos simbolismos, y ejerce una crítica cruda hacía la industria cinematográfica y del entretenimiento en general. Así mismo, también a la sociedad, y mucho más importante, hacía uno mismo, tu valor y lugar como persona en este (loco) mundo. Creo que tiene muchos mensajes muy buenos y una moraleja (o varias) de sobresaliente.

A mí, me ha encantado esta película. La he disfrutado un montón en la pantalla grande. Os la recomiendo. Debéis verla para disfrutar, sin prejuicios ni pretensiones. Dejar que la sustancia haga efecto y aprendamos de ella.