Espantosa y pastelosa historia de un volcán que busca el amor.
Sin ningún tipo de giro simpático a los que Pixar nos tiene acostumbrados en sus cortometrajes (fabulosos prácticamente siempre). Sabiendo desde el principio lo que va a ocurrir en cada momento, sin que ninguno de los dos personajes genere ningún tipo de empatía.

Un despropósito.

Yo no digo que la primera película fuera una obra maestra ni mucho menos, pero sí que se veía fácilmente, te reías y la terminabas con una sonrisa. Además pasaba una cosa, y es que te la "creías".

En esta nada de eso ocurre. De entrada se parte de una premisa completamente absurda y nada creíble, sobre todo porque nunca se justifican las motivaciones de los personajes. Las situaciones son tan forzadas que esperas que se despierten sobresaltados y que todo haya sido un absurdo sueño cómico, pero no.
El personaje de Dani Rovira en la anterior era gracioso, pero no sé qué ha motivado que en esta le hayan hecho estúpido.

Total, una pena.