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Críticas ordenadas por utilidad
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8.1
126,564
8
26 de marzo de 2015
26 de marzo de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo sabía George Lucas, lo sabía Ridley Scott.
Sabían explotar la ciencia ficción haciendo cine en aquella época en que la propia Industria todavía era menos importante que las peliculas. El 3D, esa imagen depurada y retocada, la destreza técnica en cualquiera de los terrenos artísticos (¿o debería decir de diseño?), el estrellato de los actores o la necesidad de cumplir unos tópicos infantiloides (infanticidas para cualquier amante del cine) no eran un "Sí, señor", una divinidad egoísta divulgadora de la comercialización que se interpone en el camino de la necesidad de un buen guión y estructura necesarios para, al menos, intentar hacer una película buena.
La destreza de manejar adecuadamente los avances técnicos radica en conseguir que no éstos coman desenfrenadamente terreno y metraje convirtiéndose en los protagonistas. En los tempranos dosmil la nueva trilogía de la Guerra de las Galaxias o últimamente de la mano del 3D, aclamadas y carísimas producciones como Avatar o El Hobbit pecan todas de lo mismo: de ser shows taquellero-tecnológicos.
Me gustaría establecer una similitud entre el alien y la propia industria del c(apitalismo)ine: es extraño a nosotros y aparece poco y entre las sobras pero va arrasando con todo lo que se encuentra en su camino, sólo dejando babas y mierda. Ash lo explica mejor en la conversación con Ripley, Lambert y Parker mientras saca la cabeza por un agujero del suelo de la nave:
(sigue en spoiler)
Sabían explotar la ciencia ficción haciendo cine en aquella época en que la propia Industria todavía era menos importante que las peliculas. El 3D, esa imagen depurada y retocada, la destreza técnica en cualquiera de los terrenos artísticos (¿o debería decir de diseño?), el estrellato de los actores o la necesidad de cumplir unos tópicos infantiloides (infanticidas para cualquier amante del cine) no eran un "Sí, señor", una divinidad egoísta divulgadora de la comercialización que se interpone en el camino de la necesidad de un buen guión y estructura necesarios para, al menos, intentar hacer una película buena.
La destreza de manejar adecuadamente los avances técnicos radica en conseguir que no éstos coman desenfrenadamente terreno y metraje convirtiéndose en los protagonistas. En los tempranos dosmil la nueva trilogía de la Guerra de las Galaxias o últimamente de la mano del 3D, aclamadas y carísimas producciones como Avatar o El Hobbit pecan todas de lo mismo: de ser shows taquellero-tecnológicos.
Me gustaría establecer una similitud entre el alien y la propia industria del c(apitalismo)ine: es extraño a nosotros y aparece poco y entre las sobras pero va arrasando con todo lo que se encuentra en su camino, sólo dejando babas y mierda. Ash lo explica mejor en la conversación con Ripley, Lambert y Parker mientras saca la cabeza por un agujero del suelo de la nave:
(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ripley: "¿Cómo lo mataremos? ¿Tiene que haber alguna forma de acabar con él? ¿Cómo lo haremos?"
Ash: "No podeis."
Parker: "Eres una puta mierda." (¡¡la voz del pueblo anticapitalista!!)
A.: "Aún no habéis comprendido contra lo que os enfrentais, el perfecto organismo. Su perfección estructural sólo es igualada por su hostilidad."
Lambert: "Tú lo admiras." (gran aportación, amiga, como al resto de la historia)
A.: "Admiro su pureza, es un superviviente al que no afectan la conciencia, los remordimientos, ni las fantasías de moralidad."
P.: "Oye, ya estoy harto de todo ésto, desconéctalo."
A.: "Por favor, todavía no."
R.: "¿Qué quieres?"
A.: "No teneis ninguna posibilidad, pero... contáis con mi simpatía."
Gracias a Dios que Ridley en 1982 todavía sabía lo que era hacer cine y nos dejó esa maravilla llamada Blade Runner. Sin embargo, al igual que Jorgito y Spealberg, Ridley Scott debió de sufrir el sídrome "Postharrisonford" y ya sólo le quedaron ("¡Vaya desgracia!" debió de pensar) ganas de hacer dinero... . Y si es verdad que toda esta panda sabían explotar la ciencia ficción haciendo buen cine, todavía lo hacen mejor creando Industria... y Prometeus da incluso más asco que la trilogía nueva de Star Wars.
Esperemos que aparezca una teniente Ripley que eche de la nave a este puto Alien.
Ash: "No podeis."
Parker: "Eres una puta mierda." (¡¡la voz del pueblo anticapitalista!!)
A.: "Aún no habéis comprendido contra lo que os enfrentais, el perfecto organismo. Su perfección estructural sólo es igualada por su hostilidad."
Lambert: "Tú lo admiras." (gran aportación, amiga, como al resto de la historia)
A.: "Admiro su pureza, es un superviviente al que no afectan la conciencia, los remordimientos, ni las fantasías de moralidad."
P.: "Oye, ya estoy harto de todo ésto, desconéctalo."
A.: "Por favor, todavía no."
R.: "¿Qué quieres?"
A.: "No teneis ninguna posibilidad, pero... contáis con mi simpatía."
Gracias a Dios que Ridley en 1982 todavía sabía lo que era hacer cine y nos dejó esa maravilla llamada Blade Runner. Sin embargo, al igual que Jorgito y Spealberg, Ridley Scott debió de sufrir el sídrome "Postharrisonford" y ya sólo le quedaron ("¡Vaya desgracia!" debió de pensar) ganas de hacer dinero... . Y si es verdad que toda esta panda sabían explotar la ciencia ficción haciendo buen cine, todavía lo hacen mejor creando Industria... y Prometeus da incluso más asco que la trilogía nueva de Star Wars.
Esperemos que aparezca una teniente Ripley que eche de la nave a este puto Alien.
Episodio

7.2
21,346
1
21 de marzo de 2017
21 de marzo de 2017
24 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me da miedo lo que leo. Me da miedo que realmente penséis que esto es brillante. Espoiler ↓
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Todos los que pensáis que quien hace a una persona robar un banco, matar a otra persona, y luego hace público todo es un justiciero, por favor, replanteaos vuestra idea de justicia y de sociedad.
4
27 de septiembre de 2013
27 de septiembre de 2013
39 de 123 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero de todo tengo que decir que ésta crítica es a las dos primeras temporadas. Pero que estoy convencido de que vale para muchas más.
Si Lexter Freamon o Stringer Bell estuvieran en esta serie, Jesse y Walter no durarían ni un capítulo.
De lo que más carece ésta serie es de lo que más se enorgullece: del realismo.
Crear una serie en la que la suerte es el titiritero que mueve los hilos, el cual tiene una especial afinidad con los protagonistas a mí me resulta muy decepcionante, sobre todo de la sarta de críticas positivas que recibo a menudo por todas partes.
Tengo que decir que no solo el guión me parece que cojea: la dirección artística carece por completo de interés (hasta el punto de que uno se dé cuenta, que ya es difícil), la fotografía que acaba siendo pesada y la dirección de actores me parece bastante plana.
Aludiendo otra vez a "The Wire" (porque es la biblia de las series y del mundo policíaco y la droga) quiero resaltar que recibes mucho más en un capítulo de ésa gran serie que en toda una temporada de Breaking Bad: es mucho más ágil en la exposición de los temas hasta el punto de que ninguna conversación ni escena es innecesaria (cosa que es imposible decir de Breaking Bad), tiene un ritmo interno perfecto (porque hay que diferenciar entre lentitud y falta de ritmo, queridos guionistas de BB), y crea personas, no personajes, los cuales tienen vida nada más aparecer en pantalla, con un segundo que nos presten de ella. Conocemos más a cualquier secundario de los miles que hay en "The Wire" que a Walter en toda una temporada. Y además trata con interés, con maestría y con seriedad (que es lo primero que debería de tener una serie de este tipo) temas como éstos.
Spoiler now.
Si Lexter Freamon o Stringer Bell estuvieran en esta serie, Jesse y Walter no durarían ni un capítulo.
De lo que más carece ésta serie es de lo que más se enorgullece: del realismo.
Crear una serie en la que la suerte es el titiritero que mueve los hilos, el cual tiene una especial afinidad con los protagonistas a mí me resulta muy decepcionante, sobre todo de la sarta de críticas positivas que recibo a menudo por todas partes.
Tengo que decir que no solo el guión me parece que cojea: la dirección artística carece por completo de interés (hasta el punto de que uno se dé cuenta, que ya es difícil), la fotografía que acaba siendo pesada y la dirección de actores me parece bastante plana.
Aludiendo otra vez a "The Wire" (porque es la biblia de las series y del mundo policíaco y la droga) quiero resaltar que recibes mucho más en un capítulo de ésa gran serie que en toda una temporada de Breaking Bad: es mucho más ágil en la exposición de los temas hasta el punto de que ninguna conversación ni escena es innecesaria (cosa que es imposible decir de Breaking Bad), tiene un ritmo interno perfecto (porque hay que diferenciar entre lentitud y falta de ritmo, queridos guionistas de BB), y crea personas, no personajes, los cuales tienen vida nada más aparecer en pantalla, con un segundo que nos presten de ella. Conocemos más a cualquier secundario de los miles que hay en "The Wire" que a Walter en toda una temporada. Y además trata con interés, con maestría y con seriedad (que es lo primero que debería de tener una serie de este tipo) temas como éstos.
Spoiler now.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La primera temporada nos plantea la historia de un profesor de química con un cuñado en la DEA y una mujer embarazada que tras recibir la noticia de que tiene cáncer decide con un exalumno suyo (que se ve que es estúpido desde el primer momento) meterse a cocinar metanfetamina. Tras capítulos y capítulos en los que no pasa nada, conocen a un tal Tuco, que es un SUPERNARCOTRAFICANTE, que se interesa por su mercancía y hace negocio con ellos (cosa que tampoco haría ni Cristo, negociar con esos dos) y que es el personaje más inverosímil desde el de Ana Obregón en "Ana y los siete". Además de ser un actor pésimo, tiene un aparato de dientes dorado y una cara de mala hostia forzadísima que no se quita ni pa cagar, es el jefazo. Si Stringer o Evon viera tal cosa... Luego resulta que dos pringaos como Walter y Jesse, que no tienen ni puta idea de la vida (qué mal actura Aaron Paul, digan lo que digan) consiguen librarse de él gracias a golpes de suerte y consiguen escapar dándose otra gran casualidad: llega Hank (justamente él, claro), tiene un tiroteo y mata a Tuco. Y la DEA parece que es subnormal porque no se pone a investigar por ejemplo qué hace el coche de Jesse ahí (sabiendo que fue alumno del instituto donde se robó todo el material), no sabe atar cabos y darse cuenta de que Walter aparece en Méjico después de que pase todo esto y que Walter es el encargado de los instrumentos que alguien robó para fabricar metanfetamina, además de que se pasa el día por ahí sin dar explicaciones a nadie. Y CÓMO NO, todo el mundo se cree la estúpida mentira de las lagunas de memoria del hombre pues no pasa nada... Yo creo que los guionistas dijeron: "Oiga, ya que la policía no sabe hacer su trabajo, los narcotraficantes tampoco y las esposas tampoco, ¿por qué coño lo van a hacer bien los médicos? Venga, vamos a hacer que un psiquiatra del hospital se calle la boca.¡Viva la suerte de Walter White!"
Pero qué más da, ¿no? Es una serie, tampoco hay que ponerse así. Es una serie que farda de ser realista pero peca de mentirosa, y eso es lo peor..
Y en la segunda temporada más de lo mismo. No avanza nada, los personajes siguen siendo iguales y sin interés. Y todavía no están bien perfilados psicológicamente. Y es que cabe destacar que las relaciones personales no son el fuerte de Vince Gilligan porque todas las escenas hogareñas resultan superficiales, soporíferas y no van a ningún sitio. Skyller es subnormal y no cambia la cara en ningún momento, Walter Junior es prescindible, Marie no digamos, y Hank porque es poli que si no... El único que realmente hace un trabajo actoral bueno (dentro de las posibilidades que le da el férreo e inmóvil guión) es Bryan Craston. Pero si solo un personaje es interesante, pues ya me dirás cómo se matiene la serie con tal éxito (de verdad, me parece de estudio sociológico).
Hay mucho más que criticar pero me centraré en la aparición de Saul Goodman. Un abogado corrupto, estridente, sobreacuado, completamente superficial, tópico, irrisorio y falso a más no poder con el cual (otra vez por arte de magia) se encuentran, la cagan otra vez como gilipollas que son en ese mundo en el que no saben moverse, pero resulta que es taaaan corrupto (eso ellos no lo sabían) que se hace colega suyo. Anda, ¿qué bien no? ¿Otra ayudita de la diosa Suerte, no? La imprudencia se premia parece ser. Pues resulta que le van a hacer un Spin Off, ¡qué nivelazo!
Pero en realidad tengo la esperanza que todo ésto lo esté interpretando mal al sentirme que me tratan como un estúpido. Que en realidad lo que están queriendo demostrar es que la sociedad realmente es estúpida y que es fácil engañarla con una serie de estilo anglicanamente bizarro y con gags e ideas originales que carecen de un desarrollo coherente y un sentido cinematográfico decente.
Solo añado como esquela:
¡Viva la vida ficticia y no la ficción ficticia!
Pero qué más da, ¿no? Es una serie, tampoco hay que ponerse así. Es una serie que farda de ser realista pero peca de mentirosa, y eso es lo peor..
Y en la segunda temporada más de lo mismo. No avanza nada, los personajes siguen siendo iguales y sin interés. Y todavía no están bien perfilados psicológicamente. Y es que cabe destacar que las relaciones personales no son el fuerte de Vince Gilligan porque todas las escenas hogareñas resultan superficiales, soporíferas y no van a ningún sitio. Skyller es subnormal y no cambia la cara en ningún momento, Walter Junior es prescindible, Marie no digamos, y Hank porque es poli que si no... El único que realmente hace un trabajo actoral bueno (dentro de las posibilidades que le da el férreo e inmóvil guión) es Bryan Craston. Pero si solo un personaje es interesante, pues ya me dirás cómo se matiene la serie con tal éxito (de verdad, me parece de estudio sociológico).
Hay mucho más que criticar pero me centraré en la aparición de Saul Goodman. Un abogado corrupto, estridente, sobreacuado, completamente superficial, tópico, irrisorio y falso a más no poder con el cual (otra vez por arte de magia) se encuentran, la cagan otra vez como gilipollas que son en ese mundo en el que no saben moverse, pero resulta que es taaaan corrupto (eso ellos no lo sabían) que se hace colega suyo. Anda, ¿qué bien no? ¿Otra ayudita de la diosa Suerte, no? La imprudencia se premia parece ser. Pues resulta que le van a hacer un Spin Off, ¡qué nivelazo!
Pero en realidad tengo la esperanza que todo ésto lo esté interpretando mal al sentirme que me tratan como un estúpido. Que en realidad lo que están queriendo demostrar es que la sociedad realmente es estúpida y que es fácil engañarla con una serie de estilo anglicanamente bizarro y con gags e ideas originales que carecen de un desarrollo coherente y un sentido cinematográfico decente.
Solo añado como esquela:
¡Viva la vida ficticia y no la ficción ficticia!
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