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Críticas ordenadas por utilidad
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8
13 de noviembre de 2013
13 de noviembre de 2013
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘’Vida en sombras’’ es un largometraje español de 1948 dirigido por el realizador catalán Lorenzo Llobet-Gràcia. Narra la historia de Carlos, un niño que siempre estuvo fascinado por el cine pero sufre una pérdida que le hace separarse de éste, aunque finalmente logra sobreponerse y termina siendo director de cine. La historia tiene tintes autobiográficos del propio Llobet-Gràcia. Esta y otras características hacen de esta una obra personalísima, de una gran creatividad e innovación, podríamos hablar incluso de cine de autor, porque además estamos ante una película independiente realizada con poco presupuesto. Sufrió numerosos problemas de crédito durante la producción, por lo que el propio Llobet-Gràcia y su familia tuvieron que invertir una cantidad considerable de dinero, lo que los dejó prácticamente en la ruina. Además la película fue censurada por el régimen y no se estrenó hasta la 1953, exhibiéndose en muy pocos cines y siendo un total fracaso de crítica y público. Esto hizo que tanto la productora, P.C. Castilla Films; como el director Llobet-Gràcia no volvieran a realizar una película jamás.
Asistimos primero a la niñez de Carlos, donde aparece junto a su mejor amigo en el cine del barrio. Conocemos también a Ana, que es una niña amiga de los dos.
En estas primeras escenas ya podemos darnos cuenta de los sutiles movimientos de cámara, los planos adelantados a su época, el mimo que pone el director es tal que nos hace sentir también a nosotros esa pasión por el cine que siente Carlos e, intuimos, el propio Llobet-Gràcia, pues desde pequeño éste también estuvo maravillado por el séptimo arte.
Llega la república, lo que se nos muestra con un sencillo pero efectivo plano metafórico en que una mano retira un crucifijo de la pared para colgar en su lugar el famoso cuadro de la República junto al león sosteniendo la balanza de la justicia, con la bandera tricolor de fondo. Pasamos de aquí a una escena con Carlos y Ana, ya adultos, en el cine. Carlos se le declara a Ana mientras ven ‘’Romeo y Julieta’’, por lo que de nuevo el cine está presente, como en todos los momentos clave de la película.
Se casan, y vemos luego que Carlos ha seguido interesándose por el cine y es reportero gráfico. Estalla la Guerra Civil española, de lo cual nos enteramos por unas escenas en las que Carlos y Ana escuchan la radio en su casa. Lo que era una cena feliz entre los dos se convierte de pronto en una situación tensa. Cabe destacar que en la radio se habla catalán, lo que era algo muy mal visto en una dictadura que fue marcadamente anticatalanista. Además hablan de golpe de estado y de sublevación en lugar de ‘’glorioso alzamiento’’, una de las cosas que explica la severidad de los censores con este film.
Carlos sale a filmar la guerra. Vemos mediante un muy bien llevado a cabo plano-secuencia (algo inusual en ese lugar y época, donde los planos secuencia solían ser fijos o con movimientos mínimos de cámara) cómo Ana lo despide preocupada en la ventana.
Llobet-Gràcia nos muestra la guerra en una secuencia en la que se produce un tiroteo. Una vez terminada la lucha, Carlos filma el campo de batalla, dramatizando la grabación al filmar detalles líricos como un barril agujereado por las balas que se ‘’desangra’’; y no duda incluso en modificar el escenario para hacerlo más ‘’cinematográfico’’, extendiendo una alfombra sobre el suelo donde se encuentran los caídos. Carlos está ‘’rodando’’ una película y edita los elementos igual que lo haría un director de cine, en lugar de limitarse simplemente a documentar visualmente lo ocurrido.
Al llegar a casa se encuentra con un panorama desolador: Ana ha muerto. Desde entonces la personalidad de Carlos cambia totalmente, se vuelve más taciturno y solitario y abandona su cámara. Se siente culpable de la muerte de su mujer y esto le origina un trauma que lo mantiene alejado tanto del cine como de cualquier forma de audiovisual. Y si bien desde que se sustituye el crucifijo por el cuadro de la república todas las cosas van bien para Carlos y Ana hasta que ella muere, ahora lo que suena es el himno actual de España (el mismo que durante el franquismo), en una escena en la que Carlos aparece compungido mientras visita la tumba de Ana.
Asistimos primero a la niñez de Carlos, donde aparece junto a su mejor amigo en el cine del barrio. Conocemos también a Ana, que es una niña amiga de los dos.
En estas primeras escenas ya podemos darnos cuenta de los sutiles movimientos de cámara, los planos adelantados a su época, el mimo que pone el director es tal que nos hace sentir también a nosotros esa pasión por el cine que siente Carlos e, intuimos, el propio Llobet-Gràcia, pues desde pequeño éste también estuvo maravillado por el séptimo arte.
Llega la república, lo que se nos muestra con un sencillo pero efectivo plano metafórico en que una mano retira un crucifijo de la pared para colgar en su lugar el famoso cuadro de la República junto al león sosteniendo la balanza de la justicia, con la bandera tricolor de fondo. Pasamos de aquí a una escena con Carlos y Ana, ya adultos, en el cine. Carlos se le declara a Ana mientras ven ‘’Romeo y Julieta’’, por lo que de nuevo el cine está presente, como en todos los momentos clave de la película.
Se casan, y vemos luego que Carlos ha seguido interesándose por el cine y es reportero gráfico. Estalla la Guerra Civil española, de lo cual nos enteramos por unas escenas en las que Carlos y Ana escuchan la radio en su casa. Lo que era una cena feliz entre los dos se convierte de pronto en una situación tensa. Cabe destacar que en la radio se habla catalán, lo que era algo muy mal visto en una dictadura que fue marcadamente anticatalanista. Además hablan de golpe de estado y de sublevación en lugar de ‘’glorioso alzamiento’’, una de las cosas que explica la severidad de los censores con este film.
Carlos sale a filmar la guerra. Vemos mediante un muy bien llevado a cabo plano-secuencia (algo inusual en ese lugar y época, donde los planos secuencia solían ser fijos o con movimientos mínimos de cámara) cómo Ana lo despide preocupada en la ventana.
Llobet-Gràcia nos muestra la guerra en una secuencia en la que se produce un tiroteo. Una vez terminada la lucha, Carlos filma el campo de batalla, dramatizando la grabación al filmar detalles líricos como un barril agujereado por las balas que se ‘’desangra’’; y no duda incluso en modificar el escenario para hacerlo más ‘’cinematográfico’’, extendiendo una alfombra sobre el suelo donde se encuentran los caídos. Carlos está ‘’rodando’’ una película y edita los elementos igual que lo haría un director de cine, en lugar de limitarse simplemente a documentar visualmente lo ocurrido.
Al llegar a casa se encuentra con un panorama desolador: Ana ha muerto. Desde entonces la personalidad de Carlos cambia totalmente, se vuelve más taciturno y solitario y abandona su cámara. Se siente culpable de la muerte de su mujer y esto le origina un trauma que lo mantiene alejado tanto del cine como de cualquier forma de audiovisual. Y si bien desde que se sustituye el crucifijo por el cuadro de la república todas las cosas van bien para Carlos y Ana hasta que ella muere, ahora lo que suena es el himno actual de España (el mismo que durante el franquismo), en una escena en la que Carlos aparece compungido mientras visita la tumba de Ana.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Así anda Carlos, que ha mantenido la amistad con su amigo de la infancia, el que busca animarle pero no encuentra el modo; hasta que un día Carlos accede a acompañarle al cine a ver ‘’Rebeca’’ de Hitchcock. Es allí, en el cine (pieza clave en esta obra), donde Carlos purga sus demonios: se ve reflejado en ese Laurence Olivier que ha perdido a su esposa y no sabe cómo reemplazarla; además al igual que él se siente culpable de su muerte. En el cénit de ‘’Rebeca’’ se produce también el cénit de ‘’Vida en sombras’’ , cuando Olivier cuenta a la joven Joan Fontaine cómo perdió a su esposa y por fin se libra de la pesada carga del secreto, en ese justo momento se entrelazan las dos historias y Carlos sale del cine mientras oímos a Joan decirle a Olivier ‘’Pero no la asesinaste, fue un accidente’’. Esta frase, esta película, sirven para que por fin Carlos asuma la muerte de su esposa a la vez que lo reconcilia con el propio cine, que aparece como una tabla de salvación.
Finalmente Carlos vuelve de nuevo a coger su cámara, revisiona vídeos caseros donde aparece con Ana, y tras ello, mira la foto y ésta, una imagen fija, se convierte en una imagen en movimiento donde Ana sonríe a Carlos, en la escena final de redención de Carlos.
Carlos acepta entonces la propuesta de su amigo de dirigir una película y se pone manos a la obra. Finalmente, la estrena con éxito y se convierte en una gran promesa del cine español.
No olvida aun así a Ana, pues Carlos la sigue visitando el aniversario de su muerte en el cementerio.
El final es de una brillantez absoluta: asistimos a los primeros compases de ‘’Vida en sombra’’ (un fotógrafo inmortalizando a un matrimonio) pero comprobamos con un plano más abierto esta vez que no es más que una película que rueda el propio Carlos, siendo esto algo totalmente innovador ya que el cine dentro del cine era algo inexistente en aquella época.
La historia de ‘’Vida en sombras’’ es triste. Es un espécimen único: innovadora, original, creativa, personal, artística, diferente a todo lo que se hacía en su época y se haría durante muchos años en España. Lástima que Llobet-Gràcia no corriera la misma suerte que su personaje Carlos Vidal, y en lugar de considerarlo una de las grandes promesas de nuestro cine lo condenaran al olvido, al ostracismo, a la ruina y (lo que es malo no sólo para él sino para todo el cine español -lo que pudo haber sido y no fue…-) a no volver a hacer jamás una película.
Finalmente Carlos vuelve de nuevo a coger su cámara, revisiona vídeos caseros donde aparece con Ana, y tras ello, mira la foto y ésta, una imagen fija, se convierte en una imagen en movimiento donde Ana sonríe a Carlos, en la escena final de redención de Carlos.
Carlos acepta entonces la propuesta de su amigo de dirigir una película y se pone manos a la obra. Finalmente, la estrena con éxito y se convierte en una gran promesa del cine español.
No olvida aun así a Ana, pues Carlos la sigue visitando el aniversario de su muerte en el cementerio.
El final es de una brillantez absoluta: asistimos a los primeros compases de ‘’Vida en sombra’’ (un fotógrafo inmortalizando a un matrimonio) pero comprobamos con un plano más abierto esta vez que no es más que una película que rueda el propio Carlos, siendo esto algo totalmente innovador ya que el cine dentro del cine era algo inexistente en aquella época.
La historia de ‘’Vida en sombras’’ es triste. Es un espécimen único: innovadora, original, creativa, personal, artística, diferente a todo lo que se hacía en su época y se haría durante muchos años en España. Lástima que Llobet-Gràcia no corriera la misma suerte que su personaje Carlos Vidal, y en lugar de considerarlo una de las grandes promesas de nuestro cine lo condenaran al olvido, al ostracismo, a la ruina y (lo que es malo no sólo para él sino para todo el cine español -lo que pudo haber sido y no fue…-) a no volver a hacer jamás una película.

7.6
5,206
8
13 de noviembre de 2013
13 de noviembre de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘’Surcos’’ es una película española estrenada en 1951 y dirigida por José Antonio Nieves Conde. Es un drama que podríamos enmarcar dentro del neorrealismo y trata sobre el éxodo rural que se vivió en España durante la posguerra y sus consecuencias.
Una familia emigra del campo a la gran ciudad, en este caso Madrid, con la promesa de trabajo fácil y bien pagado y muchos avances. Sin embargo, el panorama que se encuentran al llegar a la capital es desolador: colas de parados que buscan trabajar aunque sea un día, mujeres y ancianos buscando sacar unas monedas vendiendo cigarrillos, golosinas o cualquier cosa, policía persiguiendo a los vendedores ambulantes que apenas sacan beneficio, ricos que se hacen más de oro jugando con el estraperlo usando a hombres desesperados para que corran los riesgos a cambio de una nimia parte de los beneficios… En resumen una España que vive una posguerra muy dura, donde la miseria y la pobreza corrompen a una sociedad donde la única manera de prosperar es pisotear al vecino, socio, empleado o a cualquiera con tal de salir del agujero.
Nos encontramos con un reparto coral: un padre y una madre ya ancianos que emigran con 2 hijos y 1 hija a la ciudad. Desde el primer momento ya tienen problemas de espacio y deciden que la hija, que es muy joven, vaya a servir en una casa para así tener una boca menos que alimentar. Comienza a trabajar en casa de una señora de ‘’dudosa moral’’, donde conoce al Chamberlán, un adinerado hombre que saca grandes beneficios en el mercado negro y goza de reputación. La joven hija de los campesinos siempre ha soñado con los lujos de la ciudad y la vida de artista, por lo que una noche, maravillada por los vestidos de la mujer en cuya casa sirve, se pone su ropa con tan mala suerte de romperle una media de seda. La mujer la despide enseguida pero el Chamberlán, seducido por su juventud y belleza, le promete una gran carrera artística como cupletista.
El hermano mayor, Luís Peña, se busca la vida en la ciudad y acaba trabajando como estraperlista para el Chamberlán. Conoce a una mujer castiza madrileña a la que su novio, ‘’El Mellao’’, maltrata. El joven tiene una pelea con el Mellao y finalmente se va a vivir con la chica madrileña como pareja. Los dos pasan muchas fatigas y ella constantemente presiona al chico para que prospere y gane más dinero, amenazándolo con marcharse de nuevo con el Mellao.
El hermano menor de la familia no consigue encajar en la ciudad, y, vendiendo una cesta en una feria, es asaltado por un ladrón y acaba perdiendo la cesta sin vender nada. Cuando llega a casa todos le reprochan su inutilidad y el chaval se va de casa, enfadado con todos y harto de sentirse inútil, decidido a encontrar el modo de ganarse la vida.
El padre, un hombre ya mayor, intenta también vender caramelos a los niños como vendedor ambulante. Su buen corazón, no obstante, le hace regalar a un niño un caramelo, y este simple gesto nos muestra el gran contraste entre la ciudad y el campo, entre la gente generosa y los buitres que buscan desesperadamente cualquier cosa para poder sobrevivir: la noticia se extiende por el parque y vemos como cientos de niños acaban acorralando al hombre, todos ellos sin dinero y pidiendo caramelos. En ese momento aparece un guardia y todos los niños se van corriendo, ya que el hombre no tiene licencia para vender en la calle, por lo que debe pagar una multa.
Tras esto el hombre va a trabajar a una fábrica pero, en una impresionante escena que recuerda a ‘’Tiempos Modernos’’ de Chaplin y su crítica a la industrialización, vemos como la monotonía, el aire irrespirable, el ritmo frenético de la cadena de montaje y el humo que se acumula en la nave cerrada es demasiado para el hombre acostumbrado a respirar aire limpio y trabajar en el campo, y acaba desmayándose.
Con el padre ya dado por vencido y el hijo menor desaparecido, las historias de Luis Peña y Marisa de Leza se enlazan: el Chamberlán sólo busca aprovecharse de la joven y tras llevarla a cantar un cuplé a un club de la época, lo hace y luego la deja tirada. Su hermano, que trabaja como estraperlista y es el chófer del Chamberlán, acude a casa de éste a reprocharle lo que ha hecho y obligarle a apechugar y casarse con su hermana. En este momento, como en muchos otros durante el film, vemos de nuevo enfrentadas la mentalidad rural con la urbana (quedando siempre esta última como la peor, la más abyecta): al Chamberlán la idea de casarse con la chica le parece ridícula, irrisoria, algo anticuado y estúpido. Los dos hombres discuten y el Chamberlán le dice que se acabó trabajar para él, por lo que los dos últimos miembros de la familia con posibilidades de ganar dinero quedan también sin fuente de ingresos.
Una familia emigra del campo a la gran ciudad, en este caso Madrid, con la promesa de trabajo fácil y bien pagado y muchos avances. Sin embargo, el panorama que se encuentran al llegar a la capital es desolador: colas de parados que buscan trabajar aunque sea un día, mujeres y ancianos buscando sacar unas monedas vendiendo cigarrillos, golosinas o cualquier cosa, policía persiguiendo a los vendedores ambulantes que apenas sacan beneficio, ricos que se hacen más de oro jugando con el estraperlo usando a hombres desesperados para que corran los riesgos a cambio de una nimia parte de los beneficios… En resumen una España que vive una posguerra muy dura, donde la miseria y la pobreza corrompen a una sociedad donde la única manera de prosperar es pisotear al vecino, socio, empleado o a cualquiera con tal de salir del agujero.
Nos encontramos con un reparto coral: un padre y una madre ya ancianos que emigran con 2 hijos y 1 hija a la ciudad. Desde el primer momento ya tienen problemas de espacio y deciden que la hija, que es muy joven, vaya a servir en una casa para así tener una boca menos que alimentar. Comienza a trabajar en casa de una señora de ‘’dudosa moral’’, donde conoce al Chamberlán, un adinerado hombre que saca grandes beneficios en el mercado negro y goza de reputación. La joven hija de los campesinos siempre ha soñado con los lujos de la ciudad y la vida de artista, por lo que una noche, maravillada por los vestidos de la mujer en cuya casa sirve, se pone su ropa con tan mala suerte de romperle una media de seda. La mujer la despide enseguida pero el Chamberlán, seducido por su juventud y belleza, le promete una gran carrera artística como cupletista.
El hermano mayor, Luís Peña, se busca la vida en la ciudad y acaba trabajando como estraperlista para el Chamberlán. Conoce a una mujer castiza madrileña a la que su novio, ‘’El Mellao’’, maltrata. El joven tiene una pelea con el Mellao y finalmente se va a vivir con la chica madrileña como pareja. Los dos pasan muchas fatigas y ella constantemente presiona al chico para que prospere y gane más dinero, amenazándolo con marcharse de nuevo con el Mellao.
El hermano menor de la familia no consigue encajar en la ciudad, y, vendiendo una cesta en una feria, es asaltado por un ladrón y acaba perdiendo la cesta sin vender nada. Cuando llega a casa todos le reprochan su inutilidad y el chaval se va de casa, enfadado con todos y harto de sentirse inútil, decidido a encontrar el modo de ganarse la vida.
El padre, un hombre ya mayor, intenta también vender caramelos a los niños como vendedor ambulante. Su buen corazón, no obstante, le hace regalar a un niño un caramelo, y este simple gesto nos muestra el gran contraste entre la ciudad y el campo, entre la gente generosa y los buitres que buscan desesperadamente cualquier cosa para poder sobrevivir: la noticia se extiende por el parque y vemos como cientos de niños acaban acorralando al hombre, todos ellos sin dinero y pidiendo caramelos. En ese momento aparece un guardia y todos los niños se van corriendo, ya que el hombre no tiene licencia para vender en la calle, por lo que debe pagar una multa.
Tras esto el hombre va a trabajar a una fábrica pero, en una impresionante escena que recuerda a ‘’Tiempos Modernos’’ de Chaplin y su crítica a la industrialización, vemos como la monotonía, el aire irrespirable, el ritmo frenético de la cadena de montaje y el humo que se acumula en la nave cerrada es demasiado para el hombre acostumbrado a respirar aire limpio y trabajar en el campo, y acaba desmayándose.
Con el padre ya dado por vencido y el hijo menor desaparecido, las historias de Luis Peña y Marisa de Leza se enlazan: el Chamberlán sólo busca aprovecharse de la joven y tras llevarla a cantar un cuplé a un club de la época, lo hace y luego la deja tirada. Su hermano, que trabaja como estraperlista y es el chófer del Chamberlán, acude a casa de éste a reprocharle lo que ha hecho y obligarle a apechugar y casarse con su hermana. En este momento, como en muchos otros durante el film, vemos de nuevo enfrentadas la mentalidad rural con la urbana (quedando siempre esta última como la peor, la más abyecta): al Chamberlán la idea de casarse con la chica le parece ridícula, irrisoria, algo anticuado y estúpido. Los dos hombres discuten y el Chamberlán le dice que se acabó trabajar para él, por lo que los dos últimos miembros de la familia con posibilidades de ganar dinero quedan también sin fuente de ingresos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En esta situación tan delicada Luís Peña decide dar un último golpe por su cuenta, mientras aún tiene acceso al coche del Chamberlán: pide ayuda a sus colegas de fechorías pero éstos se la niegan por miedo a represalias del Chamberlán. Finalmente acude solo una noche a la carretera donde se encaramaba a los camiones que entraban con sacos de mercancía a Madrid para luego racionar entre la población, y va tirando sacos a la carretera para ponerlos en la cuneta y luego recogerlos todos con el coche. En el primer camión no hay problemas pero al subir al remolque de segundo se encuentra con un vigilante con el que inicia una brutal pelea con el camión en movimiento. Es una escena espectacular en la que los dos hombres combaten en silencio y sólo escuchamos el ruido del motor del camión que se mueve en medio de la noche. Luís derriba al otro hombre pero éste saca una pistola y le dispara, teniendo que saltar Luís del camión en marcha y quedando gravemente herido.
Al mismo tiempo, el Mellao visita a la novia de Luís y conocemos la verdad: el Mellao ha dado el soplo a la policía, y estaban esperando al joven campesino. Justo cuando se va a llevar a su ex-novia llega, malherido, Luís. Los dos hombres se pelean pero el Mellao, aprovechando que su rival se encuentra cansado y herido, lo derriba y golpea con una llave inglesa, dejándolo inconsciente y casi muerto. La chica huye y el Mellao sale a la calle persiguiéndola. Llega entonces al garaje el Chamberlán, que al ver a Luís en el suelo pidiéndole ayuda y teniendo su vida en las manos, mete a éste en el maletero, lo lleva a un puente sobre las vías del tren y lo arroja, inmisericorde, al vacío. En una escena que podría formar parte de cualquier film de cine noir observamos al sin escrúpulos Chamberlán observando las vías mientras el plano oscuro se va ocultando tras el humo que deja el tren al pasar sobre el cadáver.
Termina muy mal esta película: los padres, con un hijo muerto, otro desaparecido y una hija deshonrada, deciden volver al pueblo, sabiendo también que enfrentarán las risas y comentarios de todos los vecinos.
‘’Surcos’’ es una película durísima, descorazonadora, implacable, violenta, en la que una familia busca la piedad y la bondad pero no se encuentra en nadie de la ciudad. Es curioso también que el film fuera declarado de interés nacional cuando pinta un retrato tan desolador de la España franquista de la posguerra: una España miserable, injusta (la policía del estado detiene y multa a los pobres que intentan sacar apenas dos pesetas de beneficio recorriendo las calles de Madrid y luego tolera a sinvergüenzas de alto peso como el Chamberlán), corrupta y oscura, muy oscura. Es por esta temática que decíamos que podríamos considerar esta una obra neorrealista (hay de hecho un guiño a esta corriente cinematográfica, en el que uno de los personajes tras venir del cine a ver ‘’lo que está de moda, el neorrealismo’’, dice a su acompañante que es estúpido ir al cine a ver desgracias y dramas en lugar de a ver fastuosas y ricas imágenes que te alegren el día) aunque también por seca, ruda y violenta, por sus estallidos y su fotografía sombría, podríamos decir que tiene un toque noir.
Al mismo tiempo, el Mellao visita a la novia de Luís y conocemos la verdad: el Mellao ha dado el soplo a la policía, y estaban esperando al joven campesino. Justo cuando se va a llevar a su ex-novia llega, malherido, Luís. Los dos hombres se pelean pero el Mellao, aprovechando que su rival se encuentra cansado y herido, lo derriba y golpea con una llave inglesa, dejándolo inconsciente y casi muerto. La chica huye y el Mellao sale a la calle persiguiéndola. Llega entonces al garaje el Chamberlán, que al ver a Luís en el suelo pidiéndole ayuda y teniendo su vida en las manos, mete a éste en el maletero, lo lleva a un puente sobre las vías del tren y lo arroja, inmisericorde, al vacío. En una escena que podría formar parte de cualquier film de cine noir observamos al sin escrúpulos Chamberlán observando las vías mientras el plano oscuro se va ocultando tras el humo que deja el tren al pasar sobre el cadáver.
Termina muy mal esta película: los padres, con un hijo muerto, otro desaparecido y una hija deshonrada, deciden volver al pueblo, sabiendo también que enfrentarán las risas y comentarios de todos los vecinos.
‘’Surcos’’ es una película durísima, descorazonadora, implacable, violenta, en la que una familia busca la piedad y la bondad pero no se encuentra en nadie de la ciudad. Es curioso también que el film fuera declarado de interés nacional cuando pinta un retrato tan desolador de la España franquista de la posguerra: una España miserable, injusta (la policía del estado detiene y multa a los pobres que intentan sacar apenas dos pesetas de beneficio recorriendo las calles de Madrid y luego tolera a sinvergüenzas de alto peso como el Chamberlán), corrupta y oscura, muy oscura. Es por esta temática que decíamos que podríamos considerar esta una obra neorrealista (hay de hecho un guiño a esta corriente cinematográfica, en el que uno de los personajes tras venir del cine a ver ‘’lo que está de moda, el neorrealismo’’, dice a su acompañante que es estúpido ir al cine a ver desgracias y dramas en lugar de a ver fastuosas y ricas imágenes que te alegren el día) aunque también por seca, ruda y violenta, por sus estallidos y su fotografía sombría, podríamos decir que tiene un toque noir.

6.3
1,099
6
12 de noviembre de 2013
12 de noviembre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘’Rojo y negro’’ es un largometraje español de 1942, producido por CEPICSA, protagonizado por Conchita Montenegro e Ismael Merlo y escrito y dirigido por Carlos Arévalo.
Es un film con muchas peculiaridades empezando por las historias: la que cuenta y la que vivió. La que vivió fue el hecho insólito de que una película que podemos catalogar de falangista, realizada por un director falangista, fuera censurada apenas 3 semanas después de su estreno el 25 de mayo de 1942.
La otra historia, la que cuenta, podría parecer a priori igual a otras cintas propagandistas de la época, como ‘’Raza’’. También aquí tenemos dos protagonistas, también de bandos enfrentados (ella, Luisa, falangista, él, Miguel, comunista de la CNT), pero la gran diferencia está en que aquí los dos protagonistas tienen, desde niños, una relación muy cercana.
La película se desarrolla en tres actos: Mañana, Día y Noche. Los dos primeros son los más breves y sirven de presentación para los protagonistas, aparecen durante su infancia ya con una marcada dicotomía ideológica (en una de las primeras escenas los niños asisten a la despedida de los reclutas que van al ejército y Miguel, al ver una cuartilla de propaganda de izquierdas se muestra de acuerdo con ella, mientras que Luisa opina lo contrario).
Pero la gran diferencia de esta película con respecto a otras meramente propagandísticas que se hicieron durante el régimen franquista es la humanidad de la que dota a sus personajes. Ya en un primer episodio de la infancia de los protagonistas vemos en una perturbadora escena la valentía de Miguel al clavarse un alfiler sólo porque Luisa lo estaba llamando cobarde, por lo que tenemos valores en este futuro miembro de la CNT como la honra y el valor.
El tercer acto, la Noche, transcurre durante la Guerra Civil, en un Madrid ocupado aun por la república. Luisa es ahora quintacolumnista falangista y trabaja en la clandestinidad, mientras que Miguel es un dirigente anarcosindicalista.
En esta tercera parte la historia se centra sobre todo en Luisa, que es por cierto un personaje poco común para la época: pese a ser una mujer no muestra sumisión, impotencia o resignación frente al Madrid republicano sino que aparece valiente, independiente, sobria, dura y decidida. Nos encontramos como protagonista con una heroína nada común en el cine español de su tiempo.
La historia se complica cuando durante un registro, los miembros de la CNT encuentran en casa de Luisa un recibo de falange, y la llevan presa a la checa de Fomento. En este decorado, donde transcurre gran parte de la película, vemos varias escenas dignas de mencionar como la de los interrogatorios, rodados como si no hubiera fachada en el edificio, dejándonos ver lo que pasa con total realismo a través de las paredes, dándole la mayor verosimilitud posible. También la escena de la violación está perfectamente resuelta con dos sencillos planos de la mirada de Luisa mientras esta se arrincona cuando el miliciano al que ella había engañado antes haciéndose pasar por comunista se acerca.
La película pese al contexto histórico-social en el que fue realizado no cae en el maniqueísmo más infantil de falangistas buenos y comunistas malos, sino que muestra seres humanos que se atreven tanto a lo peor (el soldado que viola a Luisa) como a lo mejor (el que lleva un mensaje de Luisa a su madre a pesar de que esto está prohibido, y sin esperar nada a cambio; o el propio protagonista que se derrumba al ver los cadáveres de los fusilados por sus propios camaradas). Muestra a los ‘’enemigos’’ del régimen como personas con sus propias ideas y elecciones personales, como cuando el jefe de la checa de Fomento le dice a Luisa que si de pequeño le hubieran colgado una medalla religiosa al cuello se la hubiera arrancado en cuanto tuviera uso de razón.
Si ya de por sí todo este contenido preveía una película de ‘’difícil’’ acogida por el régimen, el film fue también revolucionario en ciertos aspectos formales, como las metáforas visuales (el vaso que se desborda indicando la tensión que crecía en España, el desprecio a la acomodada burguesía apareciendo esto con los ojos tapados, símbolo de su ‘’ceguera’’ social). Incluso incluyó imágenes de ‘’El acorazado Potemkin’’, uno de los films más emblemáticos de la escuela soviética, es decir comunista.
Es un film con muchas peculiaridades empezando por las historias: la que cuenta y la que vivió. La que vivió fue el hecho insólito de que una película que podemos catalogar de falangista, realizada por un director falangista, fuera censurada apenas 3 semanas después de su estreno el 25 de mayo de 1942.
La otra historia, la que cuenta, podría parecer a priori igual a otras cintas propagandistas de la época, como ‘’Raza’’. También aquí tenemos dos protagonistas, también de bandos enfrentados (ella, Luisa, falangista, él, Miguel, comunista de la CNT), pero la gran diferencia está en que aquí los dos protagonistas tienen, desde niños, una relación muy cercana.
La película se desarrolla en tres actos: Mañana, Día y Noche. Los dos primeros son los más breves y sirven de presentación para los protagonistas, aparecen durante su infancia ya con una marcada dicotomía ideológica (en una de las primeras escenas los niños asisten a la despedida de los reclutas que van al ejército y Miguel, al ver una cuartilla de propaganda de izquierdas se muestra de acuerdo con ella, mientras que Luisa opina lo contrario).
Pero la gran diferencia de esta película con respecto a otras meramente propagandísticas que se hicieron durante el régimen franquista es la humanidad de la que dota a sus personajes. Ya en un primer episodio de la infancia de los protagonistas vemos en una perturbadora escena la valentía de Miguel al clavarse un alfiler sólo porque Luisa lo estaba llamando cobarde, por lo que tenemos valores en este futuro miembro de la CNT como la honra y el valor.
El tercer acto, la Noche, transcurre durante la Guerra Civil, en un Madrid ocupado aun por la república. Luisa es ahora quintacolumnista falangista y trabaja en la clandestinidad, mientras que Miguel es un dirigente anarcosindicalista.
En esta tercera parte la historia se centra sobre todo en Luisa, que es por cierto un personaje poco común para la época: pese a ser una mujer no muestra sumisión, impotencia o resignación frente al Madrid republicano sino que aparece valiente, independiente, sobria, dura y decidida. Nos encontramos como protagonista con una heroína nada común en el cine español de su tiempo.
La historia se complica cuando durante un registro, los miembros de la CNT encuentran en casa de Luisa un recibo de falange, y la llevan presa a la checa de Fomento. En este decorado, donde transcurre gran parte de la película, vemos varias escenas dignas de mencionar como la de los interrogatorios, rodados como si no hubiera fachada en el edificio, dejándonos ver lo que pasa con total realismo a través de las paredes, dándole la mayor verosimilitud posible. También la escena de la violación está perfectamente resuelta con dos sencillos planos de la mirada de Luisa mientras esta se arrincona cuando el miliciano al que ella había engañado antes haciéndose pasar por comunista se acerca.
La película pese al contexto histórico-social en el que fue realizado no cae en el maniqueísmo más infantil de falangistas buenos y comunistas malos, sino que muestra seres humanos que se atreven tanto a lo peor (el soldado que viola a Luisa) como a lo mejor (el que lleva un mensaje de Luisa a su madre a pesar de que esto está prohibido, y sin esperar nada a cambio; o el propio protagonista que se derrumba al ver los cadáveres de los fusilados por sus propios camaradas). Muestra a los ‘’enemigos’’ del régimen como personas con sus propias ideas y elecciones personales, como cuando el jefe de la checa de Fomento le dice a Luisa que si de pequeño le hubieran colgado una medalla religiosa al cuello se la hubiera arrancado en cuanto tuviera uso de razón.
Si ya de por sí todo este contenido preveía una película de ‘’difícil’’ acogida por el régimen, el film fue también revolucionario en ciertos aspectos formales, como las metáforas visuales (el vaso que se desborda indicando la tensión que crecía en España, el desprecio a la acomodada burguesía apareciendo esto con los ojos tapados, símbolo de su ‘’ceguera’’ social). Incluso incluyó imágenes de ‘’El acorazado Potemkin’’, uno de los films más emblemáticos de la escuela soviética, es decir comunista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es también sorprendente, con una increíble escena en la pradera de San Isidro donde Miguel vaga por entre los cadáveres de los fusilados hasta que encuentra el de Luisa y se derrumba, rompiendo a llorar y a besarla.
La última escena, quizá de menor calidad que la del descubrimiento del cadáver de Luisa, nos muestra a Miguel de nuevo en la ciudad, donde mira un cartel de la CNT contra la pena de muerte (una crítica falangista a la hipocresía de los comunistas, que predican contra algo que luego hacen), y en un arranque de rabia la emprende a tiros contra una patrulla que lo abate, cayendo Miguel muerto al suelo con los brazos en cruz.
La última escena, quizá de menor calidad que la del descubrimiento del cadáver de Luisa, nos muestra a Miguel de nuevo en la ciudad, donde mira un cartel de la CNT contra la pena de muerte (una crítica falangista a la hipocresía de los comunistas, que predican contra algo que luego hacen), y en un arranque de rabia la emprende a tiros contra una patrulla que lo abate, cayendo Miguel muerto al suelo con los brazos en cruz.
5
12 de noviembre de 2013
12 de noviembre de 2013
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verbena de la paloma es una película española del año 1935 producida por CIFESA, la gran empresa de cine nacional fundada en 1932; dirigida por Benito Perojo bajo guión de él mismo y Pedro de Repide, adaptando el sainete homónimo de Ricardo de la Vega (libreto) y Tomás Bretón (música).
El hecho de que esta obra provenga del teatro es una característica que ya hemos visto desde los inicios del cine español: un país con una arraigada tradición teatral y un teatro muy popular tiene un cine también que no es que repita temáticas sino que directamente se dedica a adaptar muchas de las obras de teatro más célebres de la época. Es el caso del sainete original ‘’La verbena de la paloma’’, estrenada en Madrid en 1894 obteniendo un gran éxito y representándose en distintos teatros y compañías hasta la actualidad, por lo que en la fecha de realización y estreno de la película la obra ya gozaba de gran popularidad.
El sainete original era muy moderno para su época, ya que un sainete debe ser interpretado en un solo acto; sin embargo esta obra tenía un gran número de personajes cuyas interpretaciones se cruzaban en algunas partes de la obra, habiendo dos líneas de acción simultáneas. Esto convenció a CIFESA de que era una obra muy cinematografiable, por lo que se puso manos a la obra e inició una superproducción: esto se nota en la riqueza y calidad de los decorados, vestuarios, equipo técnico, etc.
El mérito de esta obra consiste en, no obstante, desarrollar un lenguaje propio del cine en lugar de simplemente filmar una representación teatral. Técnicamente nos encontramos con que hay travellings, variedad de planos y planos cortos, angulaciones distintas a la frontal (tanto picados como contrapicados), etc
Aun así muchas veces tenemos la sensación de ver una obra de teatro, como por ejemplo en la escena de la comisaria, una escena de varios minutos que se sostiene solo sobre un plano general fijo con angulación frontal.
Como también era característico en las producciones de la época y como parte misma de la obra original, se adaptan las canciones y hay escenas en las que los personajes cantan, lo que vuelve a recordarnos de nuevo el lenguaje teatral. Exceptuamos como han dicho por ahí en otra crítica la canción de Julián ‘’también la gente del pueblo…’’ que acaba con una yuxtaposición de dos escenas: Julián trabajando en la imprenta y un plano de su rostro mientras canta.
Además es una de las primeras veces en el cine español en que podemos ver un atisbo de componente ideológico, ya que cambiaron el libreto original del sainete. El cambio más significativo fue convertir a los protagonistas en obreros, darles ese sello de identidad: en la película, nada más casarse, el novio tiene que irse a trabajar.
En resumen estamos ante una de las primeras superproducciones españolas de CIFASA, una productora que tuvo varios años de esplendor y en el momento de hacer ‘’La verbena de la paloma’’ se encontraba en uno de ellos, aunque finalmente entró en decadencia hasta pasar sólo a ser distribuidora en la década de los 40 y desaparecer en los 60.
El hecho de que esta obra provenga del teatro es una característica que ya hemos visto desde los inicios del cine español: un país con una arraigada tradición teatral y un teatro muy popular tiene un cine también que no es que repita temáticas sino que directamente se dedica a adaptar muchas de las obras de teatro más célebres de la época. Es el caso del sainete original ‘’La verbena de la paloma’’, estrenada en Madrid en 1894 obteniendo un gran éxito y representándose en distintos teatros y compañías hasta la actualidad, por lo que en la fecha de realización y estreno de la película la obra ya gozaba de gran popularidad.
El sainete original era muy moderno para su época, ya que un sainete debe ser interpretado en un solo acto; sin embargo esta obra tenía un gran número de personajes cuyas interpretaciones se cruzaban en algunas partes de la obra, habiendo dos líneas de acción simultáneas. Esto convenció a CIFESA de que era una obra muy cinematografiable, por lo que se puso manos a la obra e inició una superproducción: esto se nota en la riqueza y calidad de los decorados, vestuarios, equipo técnico, etc.
El mérito de esta obra consiste en, no obstante, desarrollar un lenguaje propio del cine en lugar de simplemente filmar una representación teatral. Técnicamente nos encontramos con que hay travellings, variedad de planos y planos cortos, angulaciones distintas a la frontal (tanto picados como contrapicados), etc
Aun así muchas veces tenemos la sensación de ver una obra de teatro, como por ejemplo en la escena de la comisaria, una escena de varios minutos que se sostiene solo sobre un plano general fijo con angulación frontal.
Como también era característico en las producciones de la época y como parte misma de la obra original, se adaptan las canciones y hay escenas en las que los personajes cantan, lo que vuelve a recordarnos de nuevo el lenguaje teatral. Exceptuamos como han dicho por ahí en otra crítica la canción de Julián ‘’también la gente del pueblo…’’ que acaba con una yuxtaposición de dos escenas: Julián trabajando en la imprenta y un plano de su rostro mientras canta.
Además es una de las primeras veces en el cine español en que podemos ver un atisbo de componente ideológico, ya que cambiaron el libreto original del sainete. El cambio más significativo fue convertir a los protagonistas en obreros, darles ese sello de identidad: en la película, nada más casarse, el novio tiene que irse a trabajar.
En resumen estamos ante una de las primeras superproducciones españolas de CIFASA, una productora que tuvo varios años de esplendor y en el momento de hacer ‘’La verbena de la paloma’’ se encontraba en uno de ellos, aunque finalmente entró en decadencia hasta pasar sólo a ser distribuidora en la década de los 40 y desaparecer en los 60.

8.3
59,515
9
19 de noviembre de 2013
19 de noviembre de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es desesperante, no para y no para de sonar: suena a través de los años, las mujeres, los amigos, las traiciones, las noches en que uno se acuesta temprano, las tumbas de amigos muertos, los besos que no se dieron, las palabras que se dijeron y las que no.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y al final Noodles lo deja sonar más. Ya se apagará solo. Está cansado, y ese teléfono no merece el esfuerzo de que él lo agarre. Está de vuelta de todo, y la verdad qué importa si el teléfono acaba de expirar y lo han tirado a la basura, y va en ese mismo camión que cruza la calle. Qué importa.
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