El invitado es la primera incursión en el cine estadounidense del director sueco Daniel Espinosa. Se trata de un thriller policial que cuenta la historia de Tobin Frost (Denzel Washington), un renegado de CIA que por varias circunstancias se ve obligado a refugiarse en la embajada de los EEUU en Ciudad del Cabo, Suráfrica. Los americanos llevarán a Frost a un piso franco de la CIA donde un agente novato tendrá que hacerse cargo de él (Ryan Reynolds).


La película es entretenida, pero completamente insignificante. Además, la historia es más bien sosa y con giros de guion muy previsibles. Tengo que decir que sentí bastante decepción al ver la forma en que se abordaba el tema de los secretos de la Cía. Si esperáis que esto de la venta de secretos de los gobiernos pueda tener tintes críticos, o alguna referencia a los hechos recientes como wikileaks, olvidaos, la peli va solamente a la acción y al espectáculo y ya.

A nivel de dirección, tengo que decir que el principio me gustó mucho. No soy demasiado fan del cine de acción, pero la primera persecución pienso que estaba rodada de una forma más o menos diferenciada (decir original se le quedaría grande). Aun así a medida que avanza la historia, las persecuciones van molestándome cada vez más; están muy mal rodadas, con muchos planos cortos que te hacen perderte de la historia y no sabes dónde está el personaje, a quién le han pegado un tiro o qué narices está pasando. Si la película es básicamente acción y persecuciones porque la historia es simple, y después no vemos bien estas escenas, pues la situación se vuelve un poco irritante.

Por otro lado, la fotografía, con mucho grano y un aspecto descuidado (que muchos pueden ver en el hecho de que está rodada en digital), personalmente considero que es acertada.


Es verdad que los actores están muy bien, y no se puede esperar menos de estos dos, pero es cierto que Washington le hace sombra a Reynolds, quien en este papel no destaca especialmente. Además, hay que decir que aunque Washington tiene una mirada profunda, seguramente de las mejores del cine actual, parece que siempre hace los papeles parecidos: el bueno que es doliendo en realidad, como en Training Day (Antoine Fuqua, 2001) o el malo que en realidad es bueno como en este caso.

En resumen, una peli que no aporta nada, pero que puede entretener y que gustara a los fans de Washington porque la mirada de Denzel, eso sí, nunca decepciona.

El pasado 26 se entregaron los premios Oscars y la gran triunfadora fué la francesa "The Artistt". De 10 nominaciones se llevó 5 estatuillas, y de las gordas: Mejor Película, Mejor Director para Michel Hazanavicius, Mejor actor para Juan Dujardin, Mejor banda sonora para Ludovic Bource y Mejor vestuario Mark Bridges. Esto ha sido la guinda para un año repleto de premios, reconocimientos, buenas críticas y éxito entre los espectadores. Pero, ¿qué pasa con esta película? ¿Realmente es tan buena como dicen?

La particularidad de que "The Artist" sea un film en blanco y negro y mudo producido en 2011, la hace ser muy especial, y como mínimo llamar la atención. A mí personal me parece una chorrada enorme entrar en la polémica de sí es lógico o no una peli muda en el siglo XXI o de sí es una estrategia de marketing muy bien pensada. Lo que importa es el resultado, y "The Artist" es una película preciosa que emociona. Disfruté muchísimo viéndola, y al fin y al cabo, esto es el que tiene que provocar el cine! En cuanto a los premios, sinceramente, que los más prestigiosos galardones hayan recaído en una comedia (un género tantas veces infravalorado) encuentro que es una buena noticia. Si además, "The Artist" hace que jóvenes se acerquen al cine clásico con curiosidad, mejor que mejor.

La historia que propone "The Artist" ha sido mil veces contada, y nos remite a grandes clásicos del cine, pero lo hace de una forma tan entrañable y con escenas tan ingeniosas, que no nos importa. Jean Dujardin interpreta de forma brillante a un elegante y seductor actor del cine mudo, Georges Valentin, que entra en decadencia con la venida del sonoro. El contrapunto lo da Bérénice Beijo, que encarna a la nueva promesa del cine, Peppy Miller, sexy, picara y divertida. También los secundarios están fenomenales, el genialJohn Goodman y James Cromwell; y por supuesto hay que citar al perro Uggy, que tiene unos gags muy divertidos.


La música merece una mención especial. A pesar de que se ha abusado del tema principal y lo hemos escuchado por todas partes, a mí los pies me van solos cada vez que escucho esta melodia. Sabemos quan importante es la música en el cine, pero en una película muda, ya son palabras mayores, y en este caso la propuesta de Ludovic Bource nos transporta totalmente al Hollywood de los años 30.

Hazanavicius nos lleva por la película de manera magistral, y sin darnos cuenta, hemos caído rendidos a él y estamos con una sonrisa de oreja a oreja entregados a las aventuras y desventuras de sus personajes. No quiero olvidarme del productor, porque muchas veces es una figura olvidada, cuando es de vital importancia, y en este caso Thomas Langmann ha arriesgado en un film que muchos hubieran descartado y nos ha dado la oportunidad de disfrutar de una maravilla. Eso es para mí un buen productor.

Tengo que admitirlo, el cine que habla sobre cine nos deja a muchos cinéfilos bobos, y confieso que tengo recelo acerca de cómo envejecerá "The Artist" y si en unos años pensaremos lo mismo que pensamos ahora de ella; pero también es verdad que tengo muchas ganas de volver a verla, y esto es muy buena señal.

Me quedo sobre todo con una escena memorable en la que el protagonista tiene una pesadilla acerca de como el cine sonoro empezará a influir en la realidad.