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Críticas ordenadas por utilidad
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9
6 de abril de 2016
6 de abril de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El documental de Carla Garapedian ante el que nos encontramos no es simplemente un seguimiento del grupo System Of A Down a través de sus conciertos, realmente la presencia del grupo de música tiene más de reclamo que de protagonismo.
En Screamers se repasa la historia reciente del ser humano a través de los diferentes genocidios, centrándose muy concretamente en el genocidio armenio. Es aquí donde aparece la importancia del grupo de Serj, John, Daron y Shavo: la negación del drama humano ocurrido en Armenia a principios del siglo XX. Creo que es un documento interesante, casi imprescindible, para conocer el fondo y la intención de una de las bandas más grandes de los últimos años.
Los componentes de System Of A Down viajan y participan activamente del proceso legal por el cual se debe considerar al holocausto armenio como "genocidio" y con esto, hacer que el gobierno de Turquía reconozca tal atrocidad.
Poco a poco el documental se va alejando de este caso concreto y nos presenta otras matanzas ideológicas y/o religiosas que han ocurrido durante el pasado siglo: Sudán, Bosnia, Ruanda y Alemania.
El montaje utiliza documentos gráficos de una crudeza y una violencia extremas, lo que hace que a uno se le encoja el estómago y a la vez tome conciencia real, con un puñetazo visual, de que las víctimas de las matanzas son algo más que cifras. Sería políticamente correcto decir que el documental no apto es para sensibles, pero creo que a veces debemos sacrificar cierto bienestar corporal para ver la realidad tal cual es.
En Screamers se repasa la historia reciente del ser humano a través de los diferentes genocidios, centrándose muy concretamente en el genocidio armenio. Es aquí donde aparece la importancia del grupo de Serj, John, Daron y Shavo: la negación del drama humano ocurrido en Armenia a principios del siglo XX. Creo que es un documento interesante, casi imprescindible, para conocer el fondo y la intención de una de las bandas más grandes de los últimos años.
Los componentes de System Of A Down viajan y participan activamente del proceso legal por el cual se debe considerar al holocausto armenio como "genocidio" y con esto, hacer que el gobierno de Turquía reconozca tal atrocidad.
Poco a poco el documental se va alejando de este caso concreto y nos presenta otras matanzas ideológicas y/o religiosas que han ocurrido durante el pasado siglo: Sudán, Bosnia, Ruanda y Alemania.
El montaje utiliza documentos gráficos de una crudeza y una violencia extremas, lo que hace que a uno se le encoja el estómago y a la vez tome conciencia real, con un puñetazo visual, de que las víctimas de las matanzas son algo más que cifras. Sería políticamente correcto decir que el documental no apto es para sensibles, pero creo que a veces debemos sacrificar cierto bienestar corporal para ver la realidad tal cual es.

6.0
8,063
9
6 de octubre de 2014
6 de octubre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En múltiples ocasiones, uno debe haber visto una película para valorar otra. Por ejemplo, para valorar la serie de los Soprano, antes uno debe haber visto la película 'Uno de los nuestros'. Con esta película ocurre algo parecido, pero el antecedente no es una película sino la propia vida. Si has estado en la situación que plantea el señor Franco e interpreta de manera brillante la señora Álvarez, tendrás ante tí una película que te dará la auténtica voz que andabas buscando, la que yo mismo andaba buscando. Verás un perfecto reflejo de tí mismo en la chica, en su expresión, incluso te darás cuenta cuando finge y cuando no, y te darás cuenta en lo que piensa cuando sonríe o llora, si es que en ese momento está pensando algo. Si no has rozado la verdadera melancolía, ni con la capa externa de la yema de tus dedos, la película te parecerá un bodrio pero esa no debería ser tu preocupación principal. Ten en cuenta que no puedes saber como piensa el 40% de la población española y que hay 350 millones de personas en el mundo de las que no puedes saber minimamente como funcionan sus cabezas. Y eso, a mí me preocuparía más que ver o no en 'La Herida' una película buena y/o entretenida

5.8
2,312
3
10 de octubre de 2013
10 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento mucho Patricia Ferreira, a mí no me la cuelas.
He visto diversas películas en las que se ven jóvenes realmente desatendidos en situaciones difíciles pero esta no es una de ellas. El comportamiento de los personajes no tiene sentido y hasta ahí bien, pero la película intenta constantemente ponerte de su lado y en ocasiones, esa intención me ha parecido tan seria y tan sujeta a argumentos no racionales, que me ha provocado alguna que otra carcajada. Yo me pongo del lado más fascista y nazi que se representa en esta película, estoy del lado del profesor Bacterio. Creo que debemos preocuparnos por la juventud de hoy en día, pero debemos preocuparnos también de que hayan películas que defiendan el ser unos niños malcriados hasta los 25 años.
He visto diversas películas en las que se ven jóvenes realmente desatendidos en situaciones difíciles pero esta no es una de ellas. El comportamiento de los personajes no tiene sentido y hasta ahí bien, pero la película intenta constantemente ponerte de su lado y en ocasiones, esa intención me ha parecido tan seria y tan sujeta a argumentos no racionales, que me ha provocado alguna que otra carcajada. Yo me pongo del lado más fascista y nazi que se representa en esta película, estoy del lado del profesor Bacterio. Creo que debemos preocuparnos por la juventud de hoy en día, pero debemos preocuparnos también de que hayan películas que defiendan el ser unos niños malcriados hasta los 25 años.
11 de septiembre de 2015
11 de septiembre de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tore es un chico jóven que pertenece a los "Jesus Freaks", una comuna cristiana de estética punk. Que nadie se deje llevar por la gracia que puede provocar ver a un grupo de punkis (pinchos, tachuelas, cuero, tatuajes, crestas rosas...) alabando la obra de Jesucristo, porque en esta película nadie lo va a pasar bien. Tras las risas y la extrañeza que se plantea al principio de la película, la historia de Tore se vuelve un discurso mucho más serio y social. La pequeña y humilde "secta" a la que pertenece el protagonista mantiene que el que verdaderamente entiende la palabra de Dios no puede aceptar las normas impuestas por la Iglesia actualmente, por lo que se debe predicar y vivir la fe en solitario. Esto mismo es lo que hace Tore cuando decide quedarse con la familia que conoce por casualidad y le ofrecen cobijo.
La ópera prima de Katrin Gebbe hace algo excepcional: es capaz de combinar un lenguaje fuertemente ligado a los textos bíblicos a la vez que nos relata una historia real. El simbolismo está en cada escena y hay que estar muy atento si no quieres pasar por alto ningún detalle. En la trama se asemeja mucho a la película de abusos de "An American Crime" (Tommy O'Haver, 2007), pero se aleja de la crudeza y las imágenes explícitas para mostrarnos el verdadero martirio del protagonista. El ambiente y la luz son espléndidos, aun que quizá sea porque desde nuestra pequeña península de sol y playa no estemos acostumbrados a esos tintes fríos que toman las ciudades del norte de Europa. La historia se desarrolla en el extrarradio, en una zona marginal en la que se asientan una comunidad muy cercana entre sus miembros, lo que hace que la demencia se propague de una manera más natural y automática. Tengo una educación religiosa y eso me ha permitido darme cuenta de algunos momentos que son claras referencias a la Biblia pero aun así creo que se me escapan muchas cosas. La división en tres capítulos me ha hecho recordar la trilogía de "Paradies" del austriaco Ulrich Seidl pero claramente me he equivocado, ya que es un paralelismo con el final de la vida de Jesús.
Para terminar, he de decir que Tore Tanzt es una buena película, tanto por lo que he visto como por lo que no, y haberse basado en una historia real eleva la categoría de la primera de muchas (o eso espero) obras de una directora joven que sabe hacer buen cine.
"Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor." (Corintios 13: 12-13)
La ópera prima de Katrin Gebbe hace algo excepcional: es capaz de combinar un lenguaje fuertemente ligado a los textos bíblicos a la vez que nos relata una historia real. El simbolismo está en cada escena y hay que estar muy atento si no quieres pasar por alto ningún detalle. En la trama se asemeja mucho a la película de abusos de "An American Crime" (Tommy O'Haver, 2007), pero se aleja de la crudeza y las imágenes explícitas para mostrarnos el verdadero martirio del protagonista. El ambiente y la luz son espléndidos, aun que quizá sea porque desde nuestra pequeña península de sol y playa no estemos acostumbrados a esos tintes fríos que toman las ciudades del norte de Europa. La historia se desarrolla en el extrarradio, en una zona marginal en la que se asientan una comunidad muy cercana entre sus miembros, lo que hace que la demencia se propague de una manera más natural y automática. Tengo una educación religiosa y eso me ha permitido darme cuenta de algunos momentos que son claras referencias a la Biblia pero aun así creo que se me escapan muchas cosas. La división en tres capítulos me ha hecho recordar la trilogía de "Paradies" del austriaco Ulrich Seidl pero claramente me he equivocado, ya que es un paralelismo con el final de la vida de Jesús.
Para terminar, he de decir que Tore Tanzt es una buena película, tanto por lo que he visto como por lo que no, y haberse basado en una historia real eleva la categoría de la primera de muchas (o eso espero) obras de una directora joven que sabe hacer buen cine.
"Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor." (Corintios 13: 12-13)
13 de octubre de 2018
13 de octubre de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que más me atrajo de 'Oslo, 31 de agosto' es que trataba el tema de las drogas y precisamente lo que me entusiasmó de esta película es que no habla todo el rato sobre drogas.
Hace unos días vi Thelma y me gustó, busqué el director y entonces descubrí esta peli que, desde mi punto de vista, le da mil vueltas. Joaquim Trier desarrolla una historia de quietud en movimiento, de silencio y ausensia, de un mundo dentro de otro, de aislamiento y alienación.
La idea podría resumirse en una frase: Anders ha dejado la droga y no sabe que hacer con su vida. Pero la sencillez del concepto encierra mucho más que ese tedio. Como si de un fractal se tratara, cuanto más te acercas al personajes más cosas ves.
Más en crítica con spoilers.
Hace unos días vi Thelma y me gustó, busqué el director y entonces descubrí esta peli que, desde mi punto de vista, le da mil vueltas. Joaquim Trier desarrolla una historia de quietud en movimiento, de silencio y ausensia, de un mundo dentro de otro, de aislamiento y alienación.
La idea podría resumirse en una frase: Anders ha dejado la droga y no sabe que hacer con su vida. Pero la sencillez del concepto encierra mucho más que ese tedio. Como si de un fractal se tratara, cuanto más te acercas al personajes más cosas ves.
Más en crítica con spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película se plantea en Oslo el 31 de agosto. No es algo casual. El 31 de agosto es la fecha en la que psicológicamente acaba el verano y, al igual que en la vida de Anders, se acabó la fiesta y hay que empezar a tomarse las cosas en serio. Con el paso del tiempo esta sensación se diluye, pero el paso de 31 de agosto a 1 de septiembre impacta cuando eres un crío. Por lo tanto, el propio título es ya un simbolismo de la maduración del personaje.
Los títulos de crédito (letras blancas sobre negro sin sonido) ya te están anticipando que el ritmo de la película será calmado, quieto y silencioso.
La película comienza con unos planos de Oslo, la ciudad de la juventud de Anders, y sobre ellos los personajes narran anécdotas que pasaron. Te planta en un regreso, en una nostalgia, y a la vez te sitúa en cierta medida en la trama.
Cae el edificio y todo cambia completamente. El color se vuelve frío y oscuro en contraste con el calor solar de las imágenes de la nostalgia, las grabaciones caseras de exteriores pasan a la quietud del cuarto de Anders, que se levanta y se viste. Primer golpe. Sale de casa y se desvía del camino, sale de la carretera por la que todo el mundo va en una dirección, y se mete entre los arbustos.
Aquí ocurre el primer intento de suicidio de Anders, colocándose piedras en los bolsillos, intenta hundirse y desaparecer pero le resulta imposible.
Lo que viene después es una presentación del personaje, te lo enseñan en terapia y en el centro para situarte y presentarte la situación en la que se encuentra. Simplemente el personaje lo cuenta.
Anders coge el taxi y pasa el primer umbral: el túnel. Este túnel hace la transición de la quietud, la estabilidad y el silencio de un edificio de piedra (el centro de rehabilitación) a una ciudad en ebullición con altos edificios en construcción (no creo que esto sea casualidad) mientras suena la música.
Ahora Anders va a ver a su viejo amigo de juergas. Un tipo que tiene mujer e hijos y ha conseguido salir de las drogas, lo que a Anders en un principio le parece la imagen del éxito, a lo que debe aspirar, se transforma conforme va hablando su amigo, en una mierda de vida. Una existencia vacía y triste en el mejor de los casos. En ese momento Anders se hunde, sabe que ha perdido, que no habrá manera de ser feliz. Hay un momento en el que Anders habla sobre el suicidio, su amigo rápidamente se pone a la defensiva y comienza a intentar hacerle pensar en sus padres, en lo que eso supondría y bla bla bla... Anders se calla, eso no le importa a alguien que se quiere suicidar, mira a su colega y le dice "se pasará. Todo saldrá bien." y se ríe. Al verse atacado con la negativa y la oposición de su amigo, Anders opta por mentir fríamente. Y de repente: "Pero no se pasará" dice Anders y su cara cambia de la sonrisa a la depresión más profunda y absoluta (demostrando una actuación sublime) mientras mira a su amigo. Cada cambio de escenario es un cambio de tono:
-En el banco: depresión
-En las escaleras: trabajo
-En el patio: relaciones
Tras la despedida, Anders hace la primera llamada a Iselin.
La entrevista de trabajo es una de las escenas más interesantes. Cuando Anders se sienta con David, este le pregunta qué le parece la revista. Anders en ese momento parece increpado, perdido, y el espectador tiene la sensación de que es un polluelo a punto de ser aplastado por un triunfador. Pero David le pide opinión y Anders después de titubear le contesta. Le contesta y demuestra una endereza y una inteligencia que David no espera, se lo come con patatas, está a la altura, ahora se miran de igual a igual. Pero entonces David le pregunta qué ha ocurrido después de 2005 y Anders se abandona a la culpa y confiesa que ha sido drogadicto. David esquivar el tema de conversación pero no lo consigue. Finalmente Anders se marcha, hundido por la estigmatización que es más propia que ajena.
Vaya... no sabía que había un límite de caracteres. Mierda
Los títulos de crédito (letras blancas sobre negro sin sonido) ya te están anticipando que el ritmo de la película será calmado, quieto y silencioso.
La película comienza con unos planos de Oslo, la ciudad de la juventud de Anders, y sobre ellos los personajes narran anécdotas que pasaron. Te planta en un regreso, en una nostalgia, y a la vez te sitúa en cierta medida en la trama.
Cae el edificio y todo cambia completamente. El color se vuelve frío y oscuro en contraste con el calor solar de las imágenes de la nostalgia, las grabaciones caseras de exteriores pasan a la quietud del cuarto de Anders, que se levanta y se viste. Primer golpe. Sale de casa y se desvía del camino, sale de la carretera por la que todo el mundo va en una dirección, y se mete entre los arbustos.
Aquí ocurre el primer intento de suicidio de Anders, colocándose piedras en los bolsillos, intenta hundirse y desaparecer pero le resulta imposible.
Lo que viene después es una presentación del personaje, te lo enseñan en terapia y en el centro para situarte y presentarte la situación en la que se encuentra. Simplemente el personaje lo cuenta.
Anders coge el taxi y pasa el primer umbral: el túnel. Este túnel hace la transición de la quietud, la estabilidad y el silencio de un edificio de piedra (el centro de rehabilitación) a una ciudad en ebullición con altos edificios en construcción (no creo que esto sea casualidad) mientras suena la música.
Ahora Anders va a ver a su viejo amigo de juergas. Un tipo que tiene mujer e hijos y ha conseguido salir de las drogas, lo que a Anders en un principio le parece la imagen del éxito, a lo que debe aspirar, se transforma conforme va hablando su amigo, en una mierda de vida. Una existencia vacía y triste en el mejor de los casos. En ese momento Anders se hunde, sabe que ha perdido, que no habrá manera de ser feliz. Hay un momento en el que Anders habla sobre el suicidio, su amigo rápidamente se pone a la defensiva y comienza a intentar hacerle pensar en sus padres, en lo que eso supondría y bla bla bla... Anders se calla, eso no le importa a alguien que se quiere suicidar, mira a su colega y le dice "se pasará. Todo saldrá bien." y se ríe. Al verse atacado con la negativa y la oposición de su amigo, Anders opta por mentir fríamente. Y de repente: "Pero no se pasará" dice Anders y su cara cambia de la sonrisa a la depresión más profunda y absoluta (demostrando una actuación sublime) mientras mira a su amigo. Cada cambio de escenario es un cambio de tono:
-En el banco: depresión
-En las escaleras: trabajo
-En el patio: relaciones
Tras la despedida, Anders hace la primera llamada a Iselin.
La entrevista de trabajo es una de las escenas más interesantes. Cuando Anders se sienta con David, este le pregunta qué le parece la revista. Anders en ese momento parece increpado, perdido, y el espectador tiene la sensación de que es un polluelo a punto de ser aplastado por un triunfador. Pero David le pide opinión y Anders después de titubear le contesta. Le contesta y demuestra una endereza y una inteligencia que David no espera, se lo come con patatas, está a la altura, ahora se miran de igual a igual. Pero entonces David le pregunta qué ha ocurrido después de 2005 y Anders se abandona a la culpa y confiesa que ha sido drogadicto. David esquivar el tema de conversación pero no lo consigue. Finalmente Anders se marcha, hundido por la estigmatización que es más propia que ajena.
Vaya... no sabía que había un límite de caracteres. Mierda
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