En un principio mi crítica, era poco más que el título, pero me la echaron para atrás, (lógico, antes no era más que un comentario) pero es que poco más tengo que decir sobre este tema, y menos que no se haya dicho ya.
Hace diez años eran lo mejor que te podrías encontrar al encender la tele, y es que capítulo que veías, capítulo que era bueno, pero de eso ha quedado atrás hace mucho, mucho tiempo, a no ser que pilles un capítulo repetido lo mejor que puedes hacer es (y me duele decir estas cosas) apagar la tele.

"A la española" que frase tan recurrente, sirve para todo, y generalmente el resultado de ese "todo" es pobre y cutre.

Y es que Gisaku es eso, un intento de anime, (Como alardeaban en la caja del DVD, El primer anime europeo, <por algo será>) Tratan de copiar la estética del anime pero se queda en una mezcla de eso y de lo que siempre ha caracterizado a la animación española, una copia de Disney. Los fondos puede que no estén mal, son muy detallistas, aunque carecen de la profundidad y a veces el híper-realismo del anime japonés, pero los personajes, de anime o de manga tienen mas bien muy poquito, algún rasgo que otro pero los sacas de esta película y los metes en El Cid, o incluso en Pocahontas, (por poner un ejemplo español y uno Disney) y desentonarían poco o nada, y ya no podemos hablar de la animación de los personajes, tosca y pobrísima en comparación con los fluidos movimientos que consiguen los japoneses.

Y ahora a por el plato fuerte, la historia; vamos a dividirla en 2:

1. La historia en si:
Poco currada, un demonio que quiere conquistar o destruir la Tierra, se le consigue detener y jura volver a intentarlo, un samurái viaja al futuro para evitarlo y para eso tiene que encontrar un objeto de gran poder que se encuentra disperso en varios trozos, (me suena; Dragon Ball, El viaje fantástico de Simbad, y un largo etcétera) y por el camino se encuentra con un crio huerfanito, una chavala más inteligente que Bulma, una mascota graciosilla, y un lince ibérico medio humano, del que por cierto la gente no se sorprende en absoluto, bueno, ni de eso ni de ver por España en el siglo XXI a un samurái del XVII.

2. La historia central de la película:
O como muchos antes que yo han dicho, La guía Campsa, y es que vale sea una película para promocionar España en Japón, pero... ¡Hombre! estas no son formas, se limitan a mostrar las zonas más emblemáticas de algunas de las ciudades más turísticas y punto, no hay transiciones entre una y otra, de Sevilla se ponen en Santiago sin más y de ahí a la siguiente ciudad, y como colofón sueltan a la mínima una idealizada parrafada de lo bueno que es todo en España, y de que somos la leche, pero siempre casi sin venir a cuento. Y ¿alguien me puede explicar quién es el viejo con la voz de Yoda? es que he de decir que me quedé dormido un rato, pero ni se me ocurrió darle a la tecla de rebobinar, solo dura una hora y cuarto, pero se me hizo eterna.

Y para acabar una reflexión, Si lo que se pretendía era acercar España a Japón, ¿Por qué intentar hacer un anime? ¿No sería más lógico hacer el tipo de animación que se hace aquí normalmente en lugar de este bodrio?, porque si aquí nos ha parecido eso, no me quiero ni imaginar lo que pensarían los espectadores japoneses cuando la vieran.

Las comparaciones son odiosas, pero ya que bebe en muchisimos aspectos de la clásica, son inevitables. Y lo siento porque me gusta mucho Sam Worthington como actor.

Los efectos digitales sin control no sirven de nada, y es lo que ha pasado, tan solo puedo decir que molan más ahora los escorpiones gigantes y Pegaso, Hades es espectacular, pero el resto de rediseños no le llegan a la altura a las figuras de Ray Harrihausen ni algunos nuevos como los Jinx (o como se escriba, unos tios de madera) que son de verguenza ajena.

La historia tiene ritmo, pero el inicio es precipitado, no da tiempo a construir unos personajes con quienes empatizar y poco importa si palman o no, además de que Perseo no es lol que debería ser, en esta versión está ¿enamorado? (Algo así debe haber aunque no nos lo muestren) de Io, otro personaje nuevo superfluo, en vez de estarlo de Andrómeda que es por la que todo esto se pone en marcha, de modo que Perseo se mueve en lugar de por amor, por venganza, y se supone que él es el mejor de entre los dioses y los hombres.
Mención aparte a Andrómeda, que pese a ser por quien se deja los huevos el personal, su presencia es más por compromiso por dar un poco de coherencia, poco, que por otra cosa, creo que no tiene más de seis frases.

Vamos, que me quedo con la de 1981.

O al menos para mi gusto si, pero no por lo fastuoso de los efectos digitales, ya que son totalmente necesarios para hacer esta película hoy en día, sino por el enrevesamiento de alguna de las escenas (la de la carrera con los dinosaurios y la de la lucha contra los tiranosaurios) en las que lo que se ofrece no es nada más que eso, espectacularidad, no aportan nada sustancial a la trama, le restan credibilidad a la película y además creo que se pasan de largas.

Por lo demás la cinta es excelente.
Los escenarios son sobresalientes, tanto los de la Isla de la calavera como los del Nueva York de los años 30.
Salvo por algunos detalles que se han cambiado y que le da más emoción para los que hemos visto la original o nos la sabemos de memoria, la historia es prácticamente calcada a la original, (lo que habrá evitado que muchos se lleven las manos a la cabeza) pero a pesar de que esta es bastante más larga, no se hace pesada, a mi se me pasó volando mientras contemplaba al simio gigante, que está realmente bien hecho, por fin tiene aspecto de gorila de verdad, (el de Copito de nieve, que es el que Peter Jackson quiso que reflejara su Kong), y es realmente sobrecogedor, sobre todo por la gran expresividad que le han aportado, que parece que fuera un actor más.

Para mi lo mejor de la película es eso, la gran veracidad de la "interpretación" de Kong, junto con la de la siempre excelente Naomi Watts, y la relación que podemos ver entre ellos. Una película cuanto menos cautivadora.