El final se resuelve demasiado rápidamente, como si el psicoanálisis resolviera todo de manera mágica. Y es final abierto. Quiere dar imagen de 'resolución', pero nada parece indicar que la relación con el doctor vaya a prosperar, por lo superficial del encuentro inicial, por los temas a resolver de la protagonista, por la vida anterior del prestigioso médico que habrá que ver que lugar le da a esa traductora, que fue una aventura de 'congreso'.

Interesante guiño al público, cuando el personaje de Pavlovsky, paciente en terapia de Rodrigué, le dice '...es como escribir un libro' al reconocido autor de publicaciones y este se sonríe cómplice; o cuando en la terapia de grupo, al personaje de Penny (Graciela Borges) le comentan que '...te pareces mucho a Graciela Borges' y ella contesta '...pero ella es más fea'.

Y toca fondo cuando exonera a Perón y Evita de toda responsabilidad de favorecer a Banfield, no porque no quisieran, sino porque, a pesar que lo intentan (eso no se debe hacer!!!) no pueden, a expensas de... Cereijo, un ministro de Perón, el malo de esta historia!!!
Todo esto es un absurdo: en primer lugar, Perón y Evita no deberían favorecer ni por uno ni por otro, y aquí se cuenta del apoyo a Banfield como algo natural y elogiable (el fin justifica los medios, favorecer al club 'pobre' como sea);
y en segundo lugar, pensar que un ministro de Perón (Cereijo) logró burlar el deseo de Perón y Evita haciendo vencer al poderoso (¿cómo hizo? no se aclara, queda la gran duda...), y por eso fue corrido del ministerio y puesto de presidente en la Fundación Eva Perón (que más que un castigo, sería un premio, ya que dicha fundación manejaba un presupuesto millonario y era casi un super ministerio), es desconocer el poder, el mando, la autoridad reverencial y temible que ejercía Perón sobre propios y extraños...

El film pareciera preocuparse más por divinizar a Evita, y mostrar a Perón simpatizante de los humildes que no puede ayudar a Banfield por culpa de un oscuro ministro, que por mostrar la epopeya del primer club chico que pudo ser campeón.

Con todo, se merece un aprobado, solo por la parte documental y deportiva. La parte política es tendenciosa y trillada.

Nota: 6 (seis)

-Tiempos de Kennedy, mirada simpática hacia lo católico, época de las grandes superproducciones católicas (Ben Hur, Quo Vadis, Rey de Reyes, historias bíblicas, etc...).
-Lo católico fue factor ineludible de la unión entre los países europeos occidentales enfrentados en la 2da GM y la reconstrucción europea (muchos líderes lo eran: Adenauer, De Gásperi, Shuman) frente al adversario temido y ateo del poder soviético y la Cortina de Hierro;
-Nueva mirada hacia lo alemán, ya no son todos nazis: son duros, rígidos, algo severos y estructurados (la madre superiora, las otras monjitas no), pero saben ser abiertos hacia lo extranjero, ya no son racistas (el personaje de Poitier es yanqui, baptista y negro)
-EEUU empieza a integrar a los negros, que son útiles y buenos. Quedó atrás el racismo (política de Kennedy, Luther King como modelo de estadounidense). El premio Oscar a Sydney Poitier fue oportunísimo, ya venía demostrando su talento y su merecida distinción (aunque quizás en otros filmes actuó aún mejor que en este) viene como anillo al dedo a los aires renovadores de integración racial tan deseada por muchos sectores del país.
-Por último, la METÁFORA: EEUU, en este caso el personaje negro y todo el pueblo de esa región, ayuda a la (re) construcción material de Alemania (personificada en la comunidad de hermanas), como lo fue el Plan Marshall. Y Alemania tiene mucho que dar, desde su riqueza espiritual y cultural, al mundo occidental, integrándose (por eso el protagonista les enseña el idioma a las monjas) con los países que quieren una vida de libertad y democracia (distinto al mundo soviético, en ese contexto tremendo de Guerra Fría, la crisis de los misiles, etc). Le cuesta, pero la Hna Superiora (Alemania) debe saber AGRADECER a ese voluntarioso negro, que al principio no quería, y al pueblo anónimo (ambos EEUU), que la ayudaron...

Entiendo que toda esa metáfora debe haber resultado novedosa, fresca y optimista para aquellos años, por eso tan elogiables nominaciones. Hoy me resulta una película simpática pero con una anécdota menor y si se quiere, algo ingenua, con pinceladas y personajes simples, y con la falta de un climax que atrape.

Nota: 6 (seis)

No se por qué hay varias cosas que no entiendo... Y los comentarios que pusieron 10 no lo explican...

Por empezar, el final es anodino, sin fuerza, esperaba algo sorprendente. Eso de la hija natural, en un personaje secundario, realmente no es tan importante. Yo esperaba conocer algo nuevo de la pareja violada-acusada... o algo que fuera otro móvil de asesinato (una deuda, el conocer algo vergonzante del acusado)

No entiendo bien la conducta de la mujer ¿por qué coquetea con el abogado? ¿por qué cambia de conducta?

¿Por qué nunca se aclara la relación que existe entre el acusado y su mujer? ¿Por qué la maltrata, y luego huyen juntos? ¿Se aman, se odian, se celan, se recelan, son compinches, se engañan?

¿Por qué no le pagan al abogado y huyen? ¿Un militar en servicio huye? ¿No cree que lo pueden encontrar en cualquier sitio con facilidad?

¿Qué es eso de dos fiscales que se intercalan? ¿Uno dubitativo y el otro agresivo y seguro? ¿Para que habla el dubitativo, si después le da protagonismo al otro? ¿Por qué no toma el caso el seguro y listo?

¿El ayudante de nuestro abogado abandona el alcohol de repente, sin más?

¿Los fiscales se juegan la vida defendiendo al Estado que es EL querellante, ya que los familiares directos del muerto ni se involucran y sólo son testigos; e incluso la hija natural, se mantienen distantes? Eso no lo entiendo.

¿Por qué el compañero de celda delata eso (no sabemos si es verdadero o falso) y el acusado se pone loco? ¿Por qué reacciona así?

¿Cómo un abogado sin práctica cotidiana, logra ser tan perspicaz y despierto? Realmente un desperdicio. Vive necesidades económicas, cuando podría, con tres juicios al mes y ese talento, tener una gran reputación, clientela y una pequeña fortuna...

¿Hace falta una hora para presentar a los personajes y recién comenzar el juicio? ¿No se podría haber abreviado un poco todo eso, sr. Otto Preminger?

¿Los juicios en aquellos tiempos de EEUU se daban con ese tono coloquial entre jueces y abogados, con interrupciones, destratos, bromas?

¿Y por qué tiene una nota tan alta? Hay film de juicios mucho mejores que este, que sin ser malo, es algo extraño...

Pareciera que lo extraordinario del film, en su momento, 1959, fue hablar explícitamente de algunos temas sexuales (violación, penetración, esperma, actitud ninfómana de la mujer del acusado, la palabra 'braga'...) y también dar a entender el detestable argumento que si la mujer provoca (que el abogado desbarata) puede ser violada... Pienso que envejeció mal; por ej., el asunto de las risas de la palabra 'bragas' me resultó indiferente.

Y debe haber sido una de las películas con más nominaciones y menos premios...

Con todo, no la pasé mal.

Nota: 6 (interesante)