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Voto de marcospeliculas:
4
6.0
37
Drama
Una mujer ha quedado traumatizada por la muerte accidental de su hermano por electrocución en los subterráneos de Buenos Aires. (FILMAFFINITY)
30 de julio de 2023
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Esta extraña película, algo cansina y ralentizada, es difícil de clasificar y tiene pocas compañeras en el género. Es reflejo de una realidad que se dio a mediados de los 60 y 70: la proliferación de psicoanalistas freudianos en Buenos Aires, más precisamente en el elegante barrio de Palermo, una verdadera moda 'cultural' de las clases medias y acomodadas 'progres'. Fueron tantos los consultorios que se instalaron todos juntos, tanta la demanda de sesiones de terapia psicoanalítica individual o en grupo, que a esa reducida zona de ese barrio se la conoció como 'Villa Freud'.
Este film pareciera ser una apología del Psicoanálisis, algo así como un 'Breve curso de Psicoanálisis y Terapia de grupo para iniciados'. Es como una presentación en sociedad a las grandes masas medias que desconfiaban de la psicología, los psicólogos y sus terapias, mostrando sus beneficios y sus dinámicas internas.
Y así como el cine argentino en distintos momentos nos reveló prototipos civiles, maestros, próceres, militares, sacerdotes, aquí es el turno de los psicólogos, y esta cinta intenta develar el mundo del psicoanálisis y hacerlo cercano. Eso explica las escenas del Congreso de Psicología, la práctica de la terapia de Janof, o la larga escena del debate entre profesionales con la intervención actoral de Emilio Rodrigué, reconocido psicoanalista haciendo de sí mismo y dando una larga explicación del diagnóstico de la protagonista; o el papel de Eduardo 'Tato' Pavlovsky como terapeuta, que fue actor, dramaturgo y psiquiatra en la vida real, y gran propulsor del psicodrama en Argentina.
La película cinematográficamente es lenta y aburrida; no logra desarrollar bien los personajes, presentados superficialmente, ni sus historias personales; tiene un buen elenco, pero con intervenciones breves en algunos casos, y con demasiado detenimiento en la figura de Graciela Borges, resaltando sus rasgos delicados de su belleza muy reconocida en esos años (el director va a hacer varios films con la actriz, su actriz 'fetiche', en los 70 y 80, de variada calidad).
En definitiva, la historia pierde fuerza y se va desvaneciendo ya que el film pareciera orientarse solo a mostrar el psicoanálisis y la terapia de grupo como algo valioso y positivo en la sociedad, y superador de propuestas médicas, religiosas o morales perimidas, en esos años de profundos cambios que fueron las décadas mencionadas, como bien dice su subtítulo: 'los que quieran cambiar, aunque duela'. Y se le agrega un guiño de simpatía a movimientos radicales de izquierda revolucionarios muy en boga en esos años 70 en la región, adosados bastante artificialmente al guion.
Nota: 4 (cuatro)
Este film pareciera ser una apología del Psicoanálisis, algo así como un 'Breve curso de Psicoanálisis y Terapia de grupo para iniciados'. Es como una presentación en sociedad a las grandes masas medias que desconfiaban de la psicología, los psicólogos y sus terapias, mostrando sus beneficios y sus dinámicas internas.
Y así como el cine argentino en distintos momentos nos reveló prototipos civiles, maestros, próceres, militares, sacerdotes, aquí es el turno de los psicólogos, y esta cinta intenta develar el mundo del psicoanálisis y hacerlo cercano. Eso explica las escenas del Congreso de Psicología, la práctica de la terapia de Janof, o la larga escena del debate entre profesionales con la intervención actoral de Emilio Rodrigué, reconocido psicoanalista haciendo de sí mismo y dando una larga explicación del diagnóstico de la protagonista; o el papel de Eduardo 'Tato' Pavlovsky como terapeuta, que fue actor, dramaturgo y psiquiatra en la vida real, y gran propulsor del psicodrama en Argentina.
La película cinematográficamente es lenta y aburrida; no logra desarrollar bien los personajes, presentados superficialmente, ni sus historias personales; tiene un buen elenco, pero con intervenciones breves en algunos casos, y con demasiado detenimiento en la figura de Graciela Borges, resaltando sus rasgos delicados de su belleza muy reconocida en esos años (el director va a hacer varios films con la actriz, su actriz 'fetiche', en los 70 y 80, de variada calidad).
En definitiva, la historia pierde fuerza y se va desvaneciendo ya que el film pareciera orientarse solo a mostrar el psicoanálisis y la terapia de grupo como algo valioso y positivo en la sociedad, y superador de propuestas médicas, religiosas o morales perimidas, en esos años de profundos cambios que fueron las décadas mencionadas, como bien dice su subtítulo: 'los que quieran cambiar, aunque duela'. Y se le agrega un guiño de simpatía a movimientos radicales de izquierda revolucionarios muy en boga en esos años 70 en la región, adosados bastante artificialmente al guion.
Nota: 4 (cuatro)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El final se resuelve demasiado rápidamente, como si el psicoanálisis resolviera todo de manera mágica. Y es final abierto. Quiere dar imagen de 'resolución', pero nada parece indicar que la relación con el doctor vaya a prosperar, por lo superficial del encuentro inicial, por los temas a resolver de la protagonista, por la vida anterior del prestigioso médico que habrá que ver que lugar le da a esa traductora, que fue una aventura de 'congreso'.
Interesante guiño al público, cuando el personaje de Pavlovsky, paciente en terapia de Rodrigué, le dice '...es como escribir un libro' al reconocido autor de publicaciones y este se sonríe cómplice; o cuando en la terapia de grupo, al personaje de Penny (Graciela Borges) le comentan que '...te pareces mucho a Graciela Borges' y ella contesta '...pero ella es más fea'.
Interesante guiño al público, cuando el personaje de Pavlovsky, paciente en terapia de Rodrigué, le dice '...es como escribir un libro' al reconocido autor de publicaciones y este se sonríe cómplice; o cuando en la terapia de grupo, al personaje de Penny (Graciela Borges) le comentan que '...te pareces mucho a Graciela Borges' y ella contesta '...pero ella es más fea'.