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Papua Nueva Guinea Papua Nueva Guinea · Pleasantville
Voto de Pluscuamperfecto:
8
Thriller. Intriga Earl Brooks (Kevin Costner), un brillante hombre de negocios que lleva una vida aparentemente tranquila, es en realidad un asesino en serie. Brooks se esfuerza por reprimir sus instintos homicidas, pero su alter ego (William Hurt) se lo impide. Una dura y tenaz detective (Demi Moore) capta la atención del misterioso asesino al que persigue. (FILMAFFINITY)
15 de noviembre de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película, interesante argumento y magníficas interpretaciones de Kevin Costner y William Hurt.

Mr Brooks es un empresario de éxito, hombre del año que, sin embargo, se ve incapaz de contener sus deseos de matar. Azuzado por su alter ego (no por su conciencia), pues, de hecho, el personaje de William Hurt posee identidad propia e independencia de pensamiento respecto a Mr Brooks, nuestro personaje se rinde a su sed de sangre en un círculo psicópata de finalidad absurda. Toda la vida de Mr Brooks peligra en cada una de sus incursiones asesinas, su estabilidad se tambalea, y sin embargo todos sus esfuerzos por contenerse resultan inevitables: de ahí que él mismo se tilde de "adicto".

Son esos diálogos entre Mr Brooks, de apariencia agradable y modales exquisitos, y su alter ego, Marshall, lo que nos engancha. Desde el principio, la química entre ambos actores resulta demencial. las escenas donde ambos intercambian expresiones, el reflejo de Marshall en el espejo del coche, los trayectos nocturnos por la ciudad, son escenas impagables. La maldad, encarnada por Hurt, es engreída, segura de sí misma, siempre mascando chicle, de mirada imperturbable y maléfica. El personaje de Costner juega a contenerse, en un ejercicio perfecto de lo que se supone que es un hombre histérico, un psicópata, la mente de un asesino en serie.

Otro punto a favor es la riqueza de las subtramas: ciertamente, Mr Brooks podría ser el episodio piloto de una nueva serie norteamericana. Destacar también la ausencia de moralina (gracias a dios, no hay mensaje). Nos encontramos ante un cuidadoso thriller, obra de culto a mi parecer dentro de unos cuantos añitos (sé que soy un exagerado). Y lo que encumbrará esta obra hacia los Olimpos del culto cinéfilo, es la apasionante interpretación que nos brindan sus dos protagonistas. Título que revitaliza la figura de Costner, sin lugar a dudas. Y que nos recuerda que William Hurt es un genio.
Pluscuamperfecto
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