Tenso y obsesivo drama estadounidense sobre abusos sexuales camina cuidadosamente sobre el filo de una navaja que se muestra como perturbador y pasional. Magnífica interpretación de Rooney Mara y un sólido acompañamiento de Ben Mendelsohn
El director Benedict Andrews consigue darle mucho mas vuelo al guión escrito por David Harrower, quien adapta su obra teatral Blackbird; algunas debilidades narrativas que no permiten sustentar largo tiempo la intriga y por momentos imponen lo previsible, se ven mejoradas por los cuidadosos flashbacks para revelar el pasado, un juego ardiente entre victimarios y víctimas que se montan en las muy interesantes interpretaciones.
La propuesta de Benedict Andrews rápidamente va a los bifes y pone toda la carne al asador, eso lo quita buena parte de la intriga pero se las ingenia para conseguir mantener una alta tensión que esencialmente es sexual y por momentos deja entreabierta la puerta de la locura criminal, hundiendo a los protagonistas en una oscuridad donde cuesta elegir un lado y menos aún odiarlos.
Con un ineludible punto de contacto con las versiones de Lolita, se forja en medio de una atmósfera repleta de incomodidades y amores obsesivos, se entremezclan las víctimas y los victimarios, apoyados en un vínculo intimistamente sombrío. Aplausos para Mara y

Calificación Fanaseriecine: 7 sobre 10