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Voto de Ismael Alzola:
8
Terror Las radiaciones procedentes de un satélite provocan un fenómeno terrorífico: los muertos salen de sus tumbas y atacan a los hombres para alimentarse. La acción comienza en un cementerio de Pennsylvania, donde Barbara, después de ser atacada por un muerto viviente, huye hacia una granja. Allí también se ha refugiado Ben. Ambos construirán barricadas para defenderse de una multitud de despiadados zombies que sólo pueden ser vencidos con ... [+]
6 de enero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de "La noche de los muertos vivientes", no es sólo hablar de una película clásica que sea como un recuerdo de cómo se hacía películas de terror a finales de los años 60. Aparte de este dato superficial, hay todavía mucho más por decir. Estamos hablando de una película que fue el motor del tópico literario de la cultura pop más extendido a lo largo de los años, o al menos uno de los más utilizados, referenciados y trabajados. Si bien es cierto que ya se habían producido obras con este tópico, Romero introdujo nuevas características y recursos que engrandecieron el mito y desarrollaron diferentes perspectivas circundantes.

Alguien se preguntará: ¿por qué se habla de perspectivas? Pues básicamente porque la opinión general y muchos estudios dictaminan que fue ésta primera aportación de Romero la que retrató una sutil crítica a la sociedad de dicho contexto. Para empezar, nadie pensará, y mucho menos un espectador ya integrado pasivamente en las nuevas formas culturales y contemporáneas del cine, el hecho de que algo sea tan conocido y controlado como es el concepto de "radiación". Un concepto que para el vulgo no es algo más alla de lo propiamente extentido tras estas nuevas tecnologías que parece ser que avalan los modelos de subsistencia económicos y (desgraciadamente) sociales.

Esa "radiación", elemento nombrado pero no fehaciente con el transcurso narrativo del filme, va a ser la premisa por la cual exista el argumento que subyace a la obra: muertos vivientes que se levantan por la radiación y mediante su espíritu se comen a la gente. Una sinopsis muy sencilla pero que visibiliza una de las cosas que se extenderá a lo largo de la película, como es la superviviencia grupal y los roles de cada personaje. Más adelante se formarán con el paso de los años arquetipos y algún que otro cliché.

Sin embargo, eso es irrelevante dado que se debe ser justos con el contexto en el que se enmarca dicha obra. Si hablamos del filme en su estructura narrativa, todo es coherente. Se mantiene la tensión en todo momento y hay diversos giros que intensifican el drama. Vemos sentimientos de angustia, paranoia, miedo, confusión, tristeza, agonía, terror, pánico, etc.

Pero hablemos del terror: el suspense es una de las cosas que más se aprecian en la obra e incluso pueden ser bastante impactantes. La violencia extrema dirigida de forma que no sea el gore lo que se escenifique sino el terror de darle forma a los miedos más subliminales de los seres humanos, la desesperación por encontrar una salida, el amor pasional e intenso... Estos recursos narrativos son nuevos en el subgénero de los muertos vivientes y es algo que se relaciona con esa visión del apocalipsis donde se mezcla lo sobrenatural con el progreso humano. Y es que desde este punto de vista entraría lo que antes vimos como
perspectiva social.

La presencia de la radiación como punto de partida hacia algo catastrófico puede referirse también de forma alegórica hacia una visión de la realidad hacia los cambios tecnológicos que se incrementan en las sociedades capitalistas. Un argumento metafórico sobre el mal que atañe a la humanidad tras excederse en los cambios de producción y reproducción. No es tanto una crítica desde un perspectiva materialista sino un rechazo hacia los nuevos aspectos del futuro.

También está presente, aunque de forma menos presenciable, la religión, pero no desde una estructura social aparente sino en boca de los personajes principales que aluden la crisis de los valores religiosos y a las actividades religiosas como el ir a misa. Esto último puede parecer poco fructífero pero ya es un dato más acerca de esa crisis de valores y cambios en los roles sociales que van teniendo muchas de las personas que se relacionan con las nuevas etapas de la vida en general.

Lo que más peso tiene dentro de la reflexión crítica es la influencia de los poderes fácticos, en los que se encuentra la llegada de las telenoticias como medio de información y la presión de los cuerpos del estado como la autoridad imperante. De forma breve, se ve en el final del filme un esbozo de lo que puede sentirse en la sociedad la actitud autoritaria y exigente de los cuerpos del estado, ya no tan relacionadas con la protección ciudadana sino como un obstáculo para la supervivencia y vida cotidiana.

Como decía, la aportación de Romero en esta cinta trae consigo una forma de apreciar y de estudiar aún más a fondo la evolución cultural y cinematográfico de este subgénero tan extendido a lo largo de los años. Además de ser una película de culto, forma parte del primer estímulo lúdico y narrativo acerca de los cambios y las realidades que se resuelven a diario en las etapas históricas que han acontecido en el siglo XX, junto a una adaptación a los clásicos relatos de terror donde los monstruos, la fantasía de lo sobrenatural y la inteligencia y fuerza del hombre en estas aventuras cobran un sentido totalmente nuevo e influyente.
Ismael Alzola
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