La verdad es que me he quedado pasmado con esta película que merece llamarse peliculón. Es una de estas películas que vas a verlas porque te han dicho “tío tienes que verla, es flipante”. Cuando la ves te metes de lleno en la historia, te aíslas completamente del mundo exterior y te concentras sólo en la gran historia que tiene. Las interpretaciones son realmente excelentes y te hacen sentir bastante realismo en la trama. Si hay alguna que que destacar, como no, es la de el gran Luis Tosar, que hace un soberbio Malamadre. Una cosa que hay que destacar también es la evolución de los personajes de la película. Al principio Malamadre parece el malo malísimo y Juan (gran Alberto Ammann) el inocente, pero a medida de que va avanzando la película vamos descubriendo que Malamadre tiene un lado humano y que Juan tiene su lado oscuro. La dirección de Daniel Monzón también hay que destacarla, porque hay algunas escenas realmente bien rodadas.
Ya les digo, si los americanos hubieran hecho ésta película, se llevaría más de un premio seguro.