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Voto de javieritos:
10
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6.6
1,877
Drama
Una niña decide suicidarse saltando al vacío el día de su undécimo cumpleaños. Por si no fuese ya un caso suficientemente extraño y doloroso de por sí, la chica tenía una sonrisa en su boca antes de lanzarse al vacío, y su familia tarda bien poco en hacer lo indecible para olvidar su mera existencia. Esto último alarma a los Servicios Sociales, que deciden hacer una visita a una familia aparentemente perfecta...
4 de junio de 2014
4 de junio de 2014
24 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es Miss Violence una de esas películas que uno no sabe cómo calificar. Soy de estómago duro, acostumbrado al gore más salvaje, pero quizás mi corazón no lo sea tanto, porque ha sido para mí una de las peores experiencias de mi vida cinéfaga.
Con una fotografía que hay que premiar, pero mucho, el director nos ofrece el retrato de una familia de clase media griega sin entrar en rescates ni política, centrándose sólo en el núcleo y los vínculos, sórdidos, enfermizos y retorcidos que les unen. Sus tres primeros minutos, desconcertantes a más no poder, se convierten en el arranque más potente que yo haya visto al menos en mucho tiempo, y a partir de ahí, todo va en picado. La trama es tan absolutamente desagradable, enferma y mórbida que el espectador conforme avanza se va esperando lo peor, que parece no llegar. Y ese es el mayor acierto y la única pega que pondré a la cinta. Esa sensación de que hay algo muy, muy malo en los cimientos de lo que parece una familia más o menos coriiente no puede estar mejor planeado y expuesto y llega un momento en el que te llegas a preguntar si el enfermo no eres tú pensando mal. Pero eso de piensa mal y acertarás desgraciadamente a veces funciona.
Impecable técnicamente, brillante incluso, con una fotografía pastel que es en sí misma un cuadro en cada plano, con unas interpretaciones sólidas, dolorosas, ausentes y eficaces Miss Violence es como película una auténtica joya a descubrir. Como experiencia ya es otra cosa. Y es que no recomendaría y de hecho desde aquí no lo hago, a nadie al que tenga un mínimo aprecio, que se prepare para sufrir hora y media con las andanzas del personaje más malvado, retorcido, malnacido y brutal que ha dado el cine reciente. Ese abuelo que asiste inmune al suicidio de una niña de once años y que impone el terror en una familia tocada y hundida.
La pega que le pongo: No era necesaria una escena como la de la lavandería. Los estómagos, corazones y entrañas ya estaban más que revueltos y no hace sino recurrir al torture porn (que me encanta, pero dentro de sus lindes) para dejarnos una sensación horrible en el cuerpo y un sabor de boca amargo que ni caramelo de toffe alivia.
Lo dicho, una obra maestra que indaga derroteros difíciles de tocar de una manera absolutamente soberbia.
Y a la vez, la peor experiencia que recuerdo haber pasado en un cine.
Lo mejor: El reparto es asombroso.
Lo peor: La dichosa escenita, muy difícil de borrar.
No se la recomiendo a nadie y se la recomiendo a todo el mundo. ¿Me habré quedado medio lelo?
Con una fotografía que hay que premiar, pero mucho, el director nos ofrece el retrato de una familia de clase media griega sin entrar en rescates ni política, centrándose sólo en el núcleo y los vínculos, sórdidos, enfermizos y retorcidos que les unen. Sus tres primeros minutos, desconcertantes a más no poder, se convierten en el arranque más potente que yo haya visto al menos en mucho tiempo, y a partir de ahí, todo va en picado. La trama es tan absolutamente desagradable, enferma y mórbida que el espectador conforme avanza se va esperando lo peor, que parece no llegar. Y ese es el mayor acierto y la única pega que pondré a la cinta. Esa sensación de que hay algo muy, muy malo en los cimientos de lo que parece una familia más o menos coriiente no puede estar mejor planeado y expuesto y llega un momento en el que te llegas a preguntar si el enfermo no eres tú pensando mal. Pero eso de piensa mal y acertarás desgraciadamente a veces funciona.
Impecable técnicamente, brillante incluso, con una fotografía pastel que es en sí misma un cuadro en cada plano, con unas interpretaciones sólidas, dolorosas, ausentes y eficaces Miss Violence es como película una auténtica joya a descubrir. Como experiencia ya es otra cosa. Y es que no recomendaría y de hecho desde aquí no lo hago, a nadie al que tenga un mínimo aprecio, que se prepare para sufrir hora y media con las andanzas del personaje más malvado, retorcido, malnacido y brutal que ha dado el cine reciente. Ese abuelo que asiste inmune al suicidio de una niña de once años y que impone el terror en una familia tocada y hundida.
La pega que le pongo: No era necesaria una escena como la de la lavandería. Los estómagos, corazones y entrañas ya estaban más que revueltos y no hace sino recurrir al torture porn (que me encanta, pero dentro de sus lindes) para dejarnos una sensación horrible en el cuerpo y un sabor de boca amargo que ni caramelo de toffe alivia.
Lo dicho, una obra maestra que indaga derroteros difíciles de tocar de una manera absolutamente soberbia.
Y a la vez, la peor experiencia que recuerdo haber pasado en un cine.
Lo mejor: El reparto es asombroso.
Lo peor: La dichosa escenita, muy difícil de borrar.
No se la recomiendo a nadie y se la recomiendo a todo el mundo. ¿Me habré quedado medio lelo?